Una nueva operación conjunta del ejército y la policía brasileños contra el narcotráfico en siete favelas de Rio de Janeiro paralizó el lunes la violenta zona norte de la ciudad.
El efecto sorpresa del despliegue, que se inició al amanecer, pudo verse sin embargo comprometido por filtraciones de un soldado, acusado de complicidad con las redes de narcotraficantes. El recluta, de 19 años, “fue detenido (...) por sospechas de que pasaba información al narcotráfico”, dijo el coronel Roberto Itamar.
Según policías citados por la televisión GloboNews, los traficantes fueron alertados por la noche de la operación y emitieron por radio llamados a “dispersarse”.