En las costas de Nueva Zelanda han aparecido muertos varios miles de pingüinos azules desde comienzos de año y se estima que su deceso está relacionado con una repentina subida de las temperaturas del agua, según indicaron expertos.
El investigador Graeme Taylor señaló que estos casos se suelen registrar cada dos décadas. La última vez que se registró una muerte masiva similar fue en 1998.
La mayoría de pingüinos han sido hallados en la costa este del país insular, entre otros en la bahía de Plenty, según señaló el portal de noticias online "Stuff". Muchos de los animales ya estaban muertos, otros murieron en la playa.
Los pingüinos azules son los más pequeños del mundo, apenas sobrepasan los 40 centímetros y por lo general no suelen pesar más de un kilo. Suelen vivir en las costas de Nueva Zelanda, así como en las de la isla de Tasmania.
Se estima que la muerte de los pingüinos está relacionada con las oscilaciones de la temperatura que provoca el fenómeno climático de El Niño y La Niña. Taylor apuntó que durante el último tiempo de reproducción, el mar se mantuvo frío, por lo que había suficiente alimento. Pero una subida drástica de la temperatura del agua provocó una reducción de la comida, y muchos de los animales no tenían las suficientes reservas de grasa.
El investigador del Departamento de Conservación de Pingüinos señaló que a algunos de los animales varados se les consiguió alimentar y devolver al mar. El veterinario James Chatterton, del zoo de Auckland, criticó que la gente que salía a pasear a la playa prefiriese hacerse selfies con los pingüinos moribundos en lugar de ayudar a los animales. "Lo que un animal en esas circunstancias necesita no es un selfie, sino ayuda urgente de un veterinario", dijo.