Miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares en el centro de Italia y dormir al aire libre tras el terremoto registrado el domingo, el más potente ocurrido en el país desde 1980.
Estas víctimas se añaden a los miles de afectados por los dos sismos de finales de agosto y del pasado miércoles, que también se produjeron en esta región montañosa del centro de la península, una de las numerosas zonas de riesgo sísmico de Italia.
No se ha facilitado ninguna cifra oficial del número de personas que se han visto obligadas a dejar su vivienda desde hace dos meses, ya sea porque ésta quedó destruida o porque corre riesgo de derrumbe.
Sin embargo, protección civil indicó el lunes que había ayudado a más de 15.000 personas, afectadas por este sismo de magnitud 6,5 cuyo epicentro se halló a 6 kilómetros al norte de Norcia, un pintoresco municipio considerado como uno de los 150 pueblos más bonitos de Italia.