Miles de personas caminaban ayer para completar los casi 60 kilómetros que separan al barrio porteño de Liniers de la localidad bonaerense de Luján para honrar a la virgen en el marco de la 42° Peregrinación Juvenil.
En un recorrido que puede demandar alrededor de 15 horas para quienes lo hagan completo, los primeros peregrinos pasaron a primera hora por el templo de San Cayetano para santiguarse e iniciar el periplo a pie muñidos de mochilas con botellas de agua, fruta y calzado deportivo.
Este año, la jornada se inició con un clima fresco, una temperatura de 13 grados que luego se tornó soleada y ventosa, lo que dio un marco ideal a la peregrinación que se realizó con el lema “Madre, danos tu mirada para vivir como hermanos”.
La columna principal de peregrinos, con la “imagen cabecera” de la Virgen, salió al mediodía del santuario de San Cayetano en la calle Cusco al 100 y esperaba llegar hoy alrededor de la 6.30 a la Plaza Belgrano, frente a la basílica. Allí, a las 7, el cardenal Mario Poli presidirá la misa concelebrada con los obispos de la Región Buenos Aires.
El cardenal Poli definió esta manifestación de fe como “un río de vida” y animó a los peregrinos a rezar por la fraternidad y unidad de los argentinos.
“La Virgen nos quiere a todos, es Madre”, aseguró el arzobispo de Buenos Aires e invitó a los peregrinos a rezar por el papa Francisco, “como él pide siempre”.
Desde la cuentas @laPereLujan en Twitter y Peregrinación Juvenil Lujá n en Facebook, la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular, a cargo de la organización, motivaba a los peregrinos a rezar un Avemaría a cada hora con los hashtags #Lujan2016 y #Caminemosjuntos, e invitó a sacarse una selfie con la Virgen para subir a Instagram.
Los peregrinos eran asistidos en el camino por 6.000 voluntarios distribuidos en 59 puestos sanitarios, 15 puestos de apoyo y 24 puestos de agua.