Finalmente llegó el día en el que la "Violettamanía" se manifestó su máxima expresión en Mendoza. Ayer Martina Stoessel hizo bailar y gritar de alegría a 15 mil personas entre niñas, adolescentes, madres y un puñado de papás durante sus dos presentaciones en el estadio cerrado del hotel Arena Maipú.
A pesar de haber sufrido un cuadro de faringitis, como ella misma anunció vía Twitter y luego de solicitar dos veces un médico antes de salir a escena, la figura de Disney no defraudó a sus seguidoras y brindó un show brillante desde lo artístico.
Ya desde el mediodía de ayer las inmediaciones del hotel Arena Maipú se vieron invadidas de pequeñas fanáticas de la adolescente que llena de carisma se transformó de un día para otra en estrella de la actuación, el baile y la canción.
Y esa "adoración", luego de 70 funciones repletas en el Gran Rex, se vivió a pleno en Mendoza, con una doble presentación llena de sorpresas, al mejor estilo Disney, productora de la artista junto a Polka.
Y el imprevisto surgió un día antes de su llegada a Mendoza, en su cuenta de Twitter la cantante anunció que estaba guardando energías para sus shows en Mendoza. "Espero que sepan entenderme, perdón y gracias", concluyó su mensaje de 140 caracteres.
Lo cierto es que se supo que lo que la aquejaba era un cuadro de faringitis y que antes del espectáculo solicitó dos veces un médico a las autoridades del hotel donde se alojó, el mismo donde unas horas más tarde brindó dos recitales en los que reunió a 15 mil personas.
Luego de descansar en la habitación que compartió con su mamá, Violetta saltó a escena y según sus fanáticas no defraudó. "Ni ella ni todo el equipo de artistas que la acompañó. El recital fue buenísimo, cantó muy bien un poco de cada canción y hasta hicieron pequeños sketch's antes de cada tema. Además ella se mostró muy simpática con el público y también los bailarines, siempre sonriendo y tirando besos a la gente", contó Hebe Sosa, quien llegó al Arena Maipú junto a su hija Chiara.
Mientras tanto, entre show y show, las afueras del estadio cerrado eran un mar de gente y los que mejor aprovecharon el furor por "Tini", como la llaman en la intimidad sus amigas, fueron los vendedores. "Lo que más se vende son las banderas"; aseguró Carmen, una de las tantas mujeres que se instaló con su sábana repleta de productos al costado de unas de las playas de estacionamiento. También había gorros, vinchas, fotos, carteras, Cd's y hasta vestidos con la imagen de la ídola teen del momento.
La mayoría de las niñas y adolescentes fueron acompañadas de sus mamás o hermanas mayores, pero hubo un puñado de papás que por una razón u otra tuvieron que presenciar el show junto a sus hijas.
"Mi mujer trabaja a la tarde y me tocó a mi. Igual no lo veo como un esfuerzo, ya conozco todas las canciones de memoria porque en mi casa no se escucha otra cosa. Lo que sí me parecieron muy caras las entradas, se aprovechan del fenómeno y los padres no tenemos otra que acceder. En mi caso fue un canje, si levantaba las notas en el colegio venían. Y bueno mis hijas lo hicieron, sirve", comentó Sebastián Molina junto a sus hijas Sara (10) y Valentina (8).
"Juntos somos más" fue la primer canción que Violetta cantó en Mendoza y desde allí en adelante todo fueron gritos, bailes y sonrisas para las niñas mendocinas. Al final, millones de corazones de papel cayeron sobre el público.
"Los guardamos porque estaban perfumados, todavía no lo puedo creer. Es el mejor regalo que me hicieron mis papás por traerme y Violetta", afirmó al borde un ataque de nervios Yamila (9) a la salida del recital.Cuando hoy concluya su cuarta presentación en dos jornadas den Mendoza, Martina Stoessel continuará su gira por el país en Buenos Aires, Santa Fe, Neuquén y Córdoba, tour que ha tenido un común denominador: entradas agotadas en todos lados.
