La jefa de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, se diferenció de allegados al gobierno kirchnerista que terminaron imputados, como el ex funcionario José López o el empresario Lázaro Báez, al señalar que “no somos todos lo mismo” y aclaró que desde su agrupación en Jujuy “nunca pensamos en robar ni enriquecernos”.
Sala, quien lleva siete meses detenida por disposición de la Justicia que la investiga por asociación ilícita, fraude al Estado y extorsión, buscó despegar su caso de los que tienen también bajo arresto e imputados a López y Báez al señalar que eran “distintos”.
Consultada por radio Rebelde sobre si esos casos la dañaron, dijo que “bastante” y se quejó porque, dijo, “nos meten a todos en la misma bolsa cuando no somos todos lo mismo. No soy lo mismo que López, ni lo mismo que Lázaro Báez. Somos distintos”, añadió en comunicación telefónica desde la cárcel de Mujeres del barrio jujeño Alto Comedero.
En esa diferenciación, Sala señaló que desde la Tupac Amaru “nosotros nunca pensamos en robar ni enriquecernos. Al contrario, pensamos en construir las cosas que necesitamos de acuerdo a las necesidades”.
Sala insistió con que pese a las numerosas causas que tiene en su contra por el aparente desvío de fondos que la Nación enviaba a Jujuy para que fueran utilizados por las cooperativas en la construcción de viviendas, ella estaba presa “por capricho del gobernador (Gerardo Morales) que tiene miedo a las organizaciones sociales”.
“Las organizaciones sociales hemos trabajado no sólo en la construcción sino en garantizar que los compañeros estudien y sean alguien en la vida”, argumentó Sala. Y, aclaró: “No somos sólo un pelotón de desocupados; armamos conciencia”.
Respecto de los avances de las investigaciones judiciales, dijo que “siguen macaneando, inventando causas”.
