Con sus ojitos cerrados y su respiración llena de paz, Justina, Josefina y Juan Ignacio descansan tranquilos en la sala de Neonatología del hospital Italiano. Mientras tanto, puertas afuera, el mundo lucha contra un enemigo invisible y una crisis a nivel global generada por el Covid-19. Pero para sus papás Yanina Mayo y Abel Rodríguez, y toda su familia, por estos días no hay nada más importante que estos tres pequeños nacidos el pasado 11 de mayo.
La pareja espera pronto poder llevarlos a casa para empezar una nueva vida junto a sus hermanos Milagros y Tomás, hijos de un matrimonio previo del papá. Pero por el momento, los visitan cada tres horas en la Neo, donde también están recibiendo todos los cuidados necesarios.
Los "trilli", como ya los ha apodado su mamá, fueron muy buscados por el matrimonio que lleva seis años juntos. "Hacía rato queríamos ser padres y no se podía, así que ellos vinieron con la ayuda del doctor Martínez", relató Yanina durante su breve descanso. Los pequeños fueron fruto de su tercer tratamiento de fertilización in vitro, por lo que la perseverancia fue fundamental. A ella le implantaron dos embriones, uno de los cuales se dividió.
Por ser un embarazo múltiple, la mamá tuvo licencia desde los primeros días de febrero por lo que la cuarentena dispuesta en marzo la agarró ya en su casa. "No me podía exponer a llevar el ritmo de trabajo habitual con la pancita que tenía", recordó. Así, el único cambio que notó por la pandemia fue que su marido también tuvo que permanecer en el hogar. "Le veo el lado positivo y es que tuve su apoyo y compañía", compartió.
También siguió con los controles médicos indispensables y comunicación a distancia con sus médicos. "Lo único que me tenía preocupada es que me habían dicho que, por protocolo, el papá no podía estar en la sala de partos, pero al final una semana antes de tener familia esa parte cambió", contó con alegría.
Por esa razón, tomando todas las precauciones, Abel pudo presenciar el nacimiento de los pequeños e inmortalizar cada momento. “Me internaron el 7 de mayo porque tenía la presión un poco alta y, como no había tanta urgencia, pudimos esperar hasta el lunes 11”, relató Yanina, quien remarcó que no tuvo ninguna complicación. Justina fue la primera en nacer con 1.900 gramos, siguió Josefina con 2.050 y, por último, Juan Ignacio con 2.350.
"En un principio iban a estar en Neo una semana, pero se agarraron un bichito y todavía seguimos. Pero gracias a Dios evolucionaron bien. Falta que terminen un antibiótico para que les den el alta, así que estamos en la recta final", comentó esperanzada la mamá. En su casa ya tienen todos los implementos necesarios multiplicados por tres para cuando hagan su gran llegada. "Fue todo un tema la preparación, pero ya estamos listos para recibirlos", señaló.
Yanina subrayó que están muy tranquilos ya que cuentan con la contención de su mamá, su hermana y su hermano, así como los hermanos de los trilli, más toda la familia y amigos de ambos. También se mostró muy agradecida con todo el personal médico que la atendió en las diferentes etapas del embarazo: el experto en medicina reproductiva Antonio Martínez y todo su equipo; el ecografista Martín Horenstein; el obstetra José De Gaetano; el jefe de Neonatología del hospital Italiano, Jerónimo Sasso y todo el equipo del mencionado centro asistencial.