La comunidad artística de Mendoza se sorprendió la semana pasada cuando el gobernador Francisco Pérez, desde su cuenta de Twitter, anunció la llegada del artista ruso Mikhail Baryshnikov.
Antes de su presentación en el Teatro Ópera de Buenos Aires con la obra teatral “The Old Woman”, junto al gran actor Willem Dafoe, el bailarín llegó el lunes por primera vez a nuestra provincia, en una visita que incluyó una charla para bailarines y actores y luego un paseo por algunas bodegas para interiorizarse sobre el mundo vitivinícola.
Figura de alto vuelo
Pasadas las 11 de la mañana, aunque la charla estaba pautada para las 10, el afamado bailarín se hizo presente en el escenario del Teatro Independencia acompañado por la Ministra de Cultura Marizul Ibáñez y el Ministro de Turismo Javier Espina, quien le hizo entrega de un obsequio, para él y su esposa Lisa Rinehart.
Distendido y muy amable con la platea, dijo sentirse complacido por su visita a Mendoza y tener este tipo de contacto con el público, ya que su rutina y trabajo no se lo permiten.
De impecable saco azul y con su delicada gestualidad, durante la hora de conferencia hizo un repaso de algunas vivencias profesionales y personales.
“Lo que sabía de Argentina fue una puerta para conocer América Latina. Desde chico escuché tango y fui descubriendo las películas en las que trabajaba Carlos Gardel. También leí a Borges y estoy muy contento de poder visitar nuevamente este país”, fueron algunas de las primeras frases que deslizó al público expectante por escucharlo.
Marizul Ibáñez fue la encargada de abrir el cuestionario y dar inicio a la charla. En cuanto a su experiencia con el director Robert Wilson y la obra que actualmente presentará en Buenos Aires afirmó: “Durante los años ‘70, cuando llegué a los Estados Unidos, debido a mis dificultades con el idioma me vi atraído por la vanguardia. Sentía que había un contacto entre la danza y los trabajos experimentales en el teatro. Siempre me encontraba con Wilson en algún evento y siempre decíamos de hacer algo juntos, hasta que adaptó esta obra y me convocó. Fue un trabajo arduo y los ensayos comenzaron en Italia, hicimos una gira por Europa, luego en Nueva York y ahora estamos en Buenos Aires”.
Al margen de ciertas preguntas repetidas (ver aparte), Mikhail Baryshnikov mantuvo la simpatía con cierto sarcasmo en las respuestas.
"Es un trabajo muy personal. La formación de un artista no es igual para todos, es alguien en constante conversación con su propio cuerpo. Ustedes serán su propio público. Yo no puedo ser un ejemplo para algo que es tan personal. Lo mejor que les puede pasar es que sientan que no pueden hacer otra cosa que dedicarse al arte", advirtió sobre su visión y consejos a los bailarines jóvenes.
Se formó en la década del ‘60 en el Vaganova Choreographic School de Leningrado, graduándose como principal bailarín del Ballet Kirov en 1969.
Afincado en Nueva York, ciudad que adoptó como propia, fue el director artístico del American Ballet Theatre en la década del ‘80 y su actuación en la película “Sol de medianoche" es uno de sus papeles más recordados. Además tuvo una recordada participación en la última temporada de la serie “Sex and The City”.
Para sorpresa de muchos Baryshnikov dijo sentir admiración por su madre y no por un artista en particular. “Admiro a mi madre. Me llevó a ver cine, teatro, y cuando fui a una función de ballet le dije que quería ser bailarín. Y ella me advirtió que sería muy duro pero me apoyó para que llegara a donde llegué. Ese fue el principio del fin”, recordó sobre sus comienzos a los 9 años en su Riga natal, actual Letonia.
En cuanto al papel favorito que le tocó interpretar sostuvo: “El papel favorito es el que uno está haciendo ahora, porque podés brindar todo lo que sos hoy. Y este papel en “The Old Woman” fue muy exigente”.
En sus últimas reflexiones sobre el arte estimuló a la educación del artista. “No puedo imaginar una vida sin el arte. El arte es un privilegio y ahora estamos luchando por una educación artística de calidad. El contacto con el arte nos permite dar cuenta en que área de la vida somos mejores”.
Respuesta incómoda
Tranquilo y muy cálido en la conversación, Mikhail Baryshnikov dejó deslizar ciertas bromas sobre él y la danza. Pero en el medio de la conversación, al interrogarlo sobre un consejo para los bailarines sentenció: “Yo no puedo ser un ejemplo para algo tan personal. Tienen que sentir que no pueden hacer otra cosa que el arte. Y si ustedes se dan cuenta que su cuerpo, sus manos, sus piernas no pueden lograrlo, se pueden dedicar a otra cosa. Pueden ser Ministros de Cultura”, dijo con cierta picardía.
Luego de su declaración, la Ministra Marizul Ibáñez, quien se encontraba a su lado acompañó con una risa complaciente, mientras que el público se rió y aplaudió su embarazosa declaración.
Una experiencia imborrable
Con respecto al maestro, la ministra de Cultura Marizul Ibáñez comentó: “Sabemos que ha trabajado no sólo en la danza, sino también en cine, en obras de teatro y escribió un libro infantil. Así que también es un escritor, actor, productor y un coreógrafo. Esta experiencia no se nos va a borrar nunca, hemos sido unos privilegiados y nos vamos felices de habernos encontrado con un artista gigante y un ser humano más grande todavía”.