Si ahora no es, entonces ¿cuándo es?” se pregunta Miguel Mateos en el estribillo de una de sus últimas canciones. El “ahora” y el “entonces” en este artista son cuestiones de enorme complejidad. Este “ahora” es el de la vigencia, pero en el “entonces” aparecen la masividad extrema (es autor del que fue el disco más vendido del rock nacional por años) y también el exilio artístico típico del profeta fuera de su tierra, que vio cómo en los 90 uno de sus mejores discos tuvo que ser editado en Estados Unidos porque a los sellos de su país no les interesaba.
Mateos, sin embargo, poco ha cambiado en esencia y "ahora" es el mismo de "entonces". Prolífico, inquieto y profesional al extremo, acaba de dar a luz (en agosto) uno de sus mejores discos. Es difícil decirlo para quien ha grabado álbumes magníficos ("Huevos", "Rockas vivas", "Solos en América", "Kryptonita" o "Pisanlov", para nombrar un puñado de ellos). Pero así es: con el flamante "Undotrecua" el autor de "Tirá para arriba" consigue en 14 canciones poner en claro que nunca ha dejado de ser uno de los nombres fundamentales de la historia del rock nacional. Arreglos complejos, melodías límpidas y elaboradas, un tono reposado que se combina con ritmos furiosos, todo ello propone este nuevo álbum que lleva en su título la impronta del show en vivo (alude a la cuenta que marca el ritmo antes de que la banda empiece a tocar), a la materialidad y a la transpiración, pero que sin embargo es el primer título de Mateos en aparecer sólo en formato digital. Algo que, nos devela el músico en esta charla, va a cambiar muy pronto.
Desde su casa en Liniers, amable y sencillo como siempre, Mateos responde las preguntas con la vista puesta en el show que dará esta noche a las 22, en el teatro Plaza (Colón 27, Godoy Cruz). Se toma el tiempo para contestar, agradece cuando una pregunta "da en el clavo" y hasta se permite el humor y la crítica.
–Ya son varios los que dicen que "Undotrecua" es uno de tus mejores discos. ¿Qué representa para vos mismo en tu discografía?
–En principio es el compendio de lo que originalmente iba a ser una trilogía a la que yo había llamado “La maravillosa historia del rocanrol”. La trilogía había empezado con “Electropop” (2016), en la que me metí con la música electrónica. Pero lo que iba a ser un disco folk y otro bien rockero, terminaron condensados en estas 14 canciones de “Undotrecua” en la que abordo lo acústico y lo eléctrico. Y hay canciones, como “Nacional”, que tiene que ver con un tributo al rock nacional. Si uno lo escucha puede encontrar sonoridades al estilo Arco Iris o Almendra. Es un disco que en general tiene un mid tempo, pero con momentos muy potentes de repente. “Nacional” empieza como Sui Generis pero al llegar al estribillo se pone grunge (risas).
–El disco se editó en plataformas digitales pero no salió en formato físico…
–Sí, yo ya estaba decidido a que fuera así. Pero desde que se publicó “Undotrecua” he tenido tantos pedidos de la gente que decidimos que vamos a publicar una versión en CD muy pronto, y que va a traer dos temas inéditos. En principio sólo en CD. Al mismo tiempo van a salir reediciones de los primeros discos de Zas.
–Volviendo a este disco, hay dos canciones que se complementan. En "El asesino del rocanrol" arremetés contra el reguetón y en "Nacional" repasás medio siglo de nuestro rock, con citas a algunos de sus himnos. ¿Sentís de a ratos que el rock puede perder el tren de la juventud frente a otras músicas?
–Me parece que no. No sé si lo digo de ignorante o de loco y maniático (risas). Pero no tengo esa sensación. Desde el punto de vista de la masividad y la exposición radial, sí. J. Balvin tiene 11.000.000 de escuchas en Spotify. Pero yo vengo de tocar en Bogotá y en Cali, ante 16 mil personas, ¡y es el territorio de Balvin y de Maluma! Hay larga vida para el rocanrol. Mi lucha sólo consiste en decir: “Aquí hay otra forma de hacer música”.
Denuncias sociales y reflexiones íntimas
–En canciones clásicas tuyas, como "Huevos", hacías denuncias frontales. En este disco se ve otra veta. En "Nancy y sus Greatest Hits" hablás de la pobreza y la dificultad para estudiar, pero a partir de una historia individual. ¿Fue esa la búsqueda?
–Fue tal cual eso. La idea fue encuadrar poéticamente una situación tan real como el cierre de las nocturnas, pero a partir de un personaje que conocí, a esa tal Nancy. Me pasó que al final de un concierto vino una chica con caset todo desvencijado para que se lo firmara. Era una chica de 15 o 16 y el caset era de su viejo. Ahí me contó que ella cantaba cumbia y me prometió que me iba a hacer llegar un CD de su banda, que se llamaba Los Greatest Hits. Me pareció tan bueno que lo usé para esta historia de denuncia.
–También hay otras canciones que destacan en lo lírico como "Ahora no es entonces", "Mi lista de cosas imposibles" y la que tal vez es la mejor del disco, "El alma de las cosas". En todas hay una reflexión sobre el tiempo que pasa, ¿qué te lleva a hablar de eso?
–Has dado en el clavo. Me interesa hablar de esas cosas, de la soledad también. En “El alma de las cosas” hablo de buscarle un alma a lo que no tiene cuando hay una ausencia, nombrando objetos que te hacen revivir un recuerdo. Es como una especie de “Toy Story”. Y “Ahora no es entonces” es una de mis mejores canciones.
–¿Te ha pasado eso de redescubrir cosas propias con las que estás satisfecho?
–Tengo debilidad por ciertas canciones. Yo mismo, que las compuse desde el primer puto acorde, las pongo y a veces me emocionan. Es una satisfacción.
–¿Y son esas las que estarán en el show de Mendoza?
–Sin dudas. La presentación va a ser como la del teatro Ópera en Buenos Aires. El disco nuevo va a estar representado por unas ocho canciones y el resto va a ser un paseo por las más conocidas.
Los nuevos Zas
Quien haya asistido a un show en vivo de Miguel Mateos puede dar cuenta de que el músico tiene una de las mejores bandas posibles. Además de su hermano Alejandro Mateos, con quien toca desde los inicios de su carrera en 1982, están con él los guitarristas Roly Ureta y Ariel Pozzo, que se sumaron en los 90, más el bajista Alan Ballan (que arrancó en los 2000) y el tecladista Leo Bernstein. Pero, además, se ha sumado un viejo conocido: el saxofonista Oscar Kreimer.
–Con los músicos que te acompañan has estado más tiempo que con cualquiera de las formaciones de tu ex banda Zas. ¿Cuán importantes son para tu música?
–Oscar Kreimer participó de Rockas vivas y también colabora a veces mi hijo Juan. Todos grabamos en mi estudio, lo mezclamos acá y salimos a tocar. Somos realmente como una gran banda de rock.
El comentado “exabrupto” contra Macri
En febrero de este año, Miguel Mateos era uno de los artistas de la grilla del festival Sabores del Litoral, transmitido por la TV Pública. Fue en un momento de esa intervención, antes de interpretar "Un poco satisfacción", cuando el cantante lanzó un "¡Mauricio Macri, la puta que te parió!".
–Este año empezó de manera extraña para vos. Era raro ver que hablaban de Miguel Mateos en programas de chimentos o de política , con un exabrupto que dio que hablar.
–Sí… Ya lo expliqué. Pero fue un exabrupto y con lo que vino después no tuve nada que ver. Esa mañana me habían llamado para firmar una solicitada porque querían quitar el canon que pagan los hoteles cuando pasan música de los artistas. Yo me indigné, porque de ahí cobra mucha gente. Y sobrevino lo demás, que no lo hubiera querido. Soy de bajo perfil, pero conocí a los trolls, a los haters. Y me dije: “esto es un desastre”.