El flamante candidato a vicepresidente de Mauricio Macri, el peronista Miguel Ángel Pichetto, aseguró que mantendrá diálogo fluido con los gobernadores durante la campaña y dejó entrever que podría renunciar a su cargo en el Consejo de la Magistratura la semana próxima.
Al recibir anoche a este diario en su casa, cuestionó el "autoritarismo" de Cristina Fernández de Kirchner y a los peronistas que le son "sumisos". También anticipó que apoyará las reformas laboral, previsional e impositiva. "La moratoria sin aportes es un mecanismo que tiene que cumplir un ciclo", sentenció. Y pidió que "quede claro" que no le ha puesto "condiciones" a Macri para aceptar acompañarlo.
- Si bien la decisión fue del Presidente, quienes lo propusieron fueron Gerardo Morales y Ernesto Sánz…
- Yo tengo una relación buena personal con Morales y Sánz. Ellos me habían consultado si estaban dispuesto, porque además era contemporáneo a la esterilización y a la dinámica negativa que había tenido Alternativa Federal. La resistencia de Lavagna de ir a una interna impidió la construcción. La primera salida fue la de Sergio Massa.
- Estaba en una alternativa a la grieta, y terminó en uno de los polos…
- La destrucción de Alternativa Federal fue la que me determinó a mí a optar por una posición más democrática que tiene el Gobierno ante la otra opción más ligada a esquemas autoritarios que tiene Unidad Ciudadana, con parte del peronismo.
- ¿Es Braden o Perón?
- No lo veo para nada así.
- Pero el Gobierno plantea: nosotros o Venezuela.
- No, tampoco. Está en debate el rumbo de la Argentina, en un plano de consolidación del espacio democrático, una forma de discusión que tiene que ser de construcción propositiva y no de colisión. Y no hay en el otro sector un aporte a la generación de consensos.
- ¿El oficialismo no va a colisión cuando se desacredita a los otros?
- Lo que se dice en el plano de las ideas son elementos que cuentan en el análisis político. Pero indudablemente nunca es bueno la vuelta al pasado. Y los tiempos históricos se agotan y se cumplen: eso ocurrió con lo encarado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Es una etapa agotada, donde el peronismo en el llano hubiera necesitado un debate más democrático. Sino aparecen decisiones personalistas, casi autoritarias, tipo “el candidato es fulano”, y el partido mira la bandera. Hay una actitud de casi sumisión de sus principales dirigentes peronistas. Eso también me aleja.
- ¿Y qué más lo acerca al Presidente?
- Hay una mirada en el plano internacional. El Presidente ha hecho una diplomacia presidencial muy eficiente: volver al mundo; relaciones con Estados Unidos, Europa, Brasil, afianzar el vínculo con el Mercosur; una pragmática relación con China. Comparto una visión de futuro de modelo democrático para el país. Algunas expresiones que afectan hasta el interés de la propia fórmula Fernández-Fernández en cuestiones que tiene que ver con el Poder Judicial, como la última de Zaffaroni, cuestionada por los integrantes de la Corte.
- ¿Considera que los Fernández pueden hacer lo que propone Zaffaroni?
- No lo dicen los candidatos, lo dicen actores que son parte de ese submundo. Y esto es lo que me acercó a tomar la decisión ante la convocatoria del Presidente.
- ¿Cómo les explica a los ciudadanos su decisión de apoyar a Macri teniendo en cuenta la situación social y económica actual?
- Hay una perspectiva de mejora económica en el corto plazo, hay síntomas de reactivación, estabilización del dólar, paritarias en marcha, iniciativas pro consumo de parte del Gobierno, control de las corridas.
- Pero son síntomas de mejora a partir de una situación de deterioro económico y social sostenido durante los tres años y medio.
La estructura del Estado argentino en 2015 era tremenda, con un déficit fiscal muy fuerte. Eso no fue asumido con la profundidad que requería por parte del nuevo gobierno e impactó fuerte en 2018 con las dos corridas. No niego la realidad sino digo que hoy hay una percepción de mejoría que se refleja también en una perspectiva electoral favorable.
- En lo que resta hasta las Paso y primera vuelta, ¿cuál será esa relación? ¿Irá con Frigerio a visitar a los gobernadores?
- Algunas visitas vamos a hacer para activar compromisos con mucha dirigencia de Juntos para el Cambio y con el peronismo que me pueda apoyar. Nosotros tenemos que tener la boleta en todos lados y para eso tendremos presencia territorial.
- Después del triunfo electoral de Cambiemos en 2017 usted criticó la falta de política del Gobierno y de diálogo con la oposición. ¿Teme que eso se repita si Macri gana por amplio margen?
- Desde 2016 alenté la búsqueda de acuerdos estructurales incorporando a una parte del peronismo que tenía voluntad de acompañar. Dialogamos sobre este tema con Ernesto Sanz. Ahora voy a ser parte de un gobierno y mi rol fundamental estará en el Congreso. Quiero que quede claro para que no salgan a decir que quiero cargos en el Gabinete. No he puesto condiciones. Sólo me interesa ser parte de un gobierno que permita sacar a la Argentina de la crisis, incorporarse a una mirada moderna, de mayor consenso democrático.
-Si Macri resulta reelecto, es de esperar que su gobierno avance con tres reformas: la impositiva, la previsional y la laboral.
-Mi agenda va a ser la del gobierno.
-¿Va a seguir en el Consejo de la Magistratura?
-No voy a dramatizar el tema. Voy a hablar con los compañeros (del Bloque Justicialista) el martes, y analizaré con ellos el tema. En esos cargos yo me manejo con mucho equilibrio y ecuanimidad. No acostumbro a prejuzgar a ningún magistrado. No me he comprado la grieta entre Dolores y Comodoro Py. Ramos Padilla tuvo todas las garantías procesales en la Magistratura. Si realmente hay un planteo de los compañeros del espacio federal que compartimos… No voy a hacer de esto una batalla.