Fue un despelote descomunal, porque afectó a varias comunas. Se sabía pero la realidad superó los cálculos. La confusión creada con el cambio de recorrido de los micros merece estar en una antología del desmadre universal. La gente estaba más desorientada que el Pity Martinez jugando para Boca. Se amontonaban en las paradas, que no sabían si realmente lo eran , mirando todos hacia el mismo lugar, pero el micro no aparecía, porque la frecuencia era menor y entonces había que esperar mucho más de lo que un cuerpo aguanta. Algunos se tiraban a dormir en las veredas, otros descansaban sobre un poste, la mayoría preguntaba y preguntaba y no había respuestas.
Y cuando el micro llegaba venía tan lleno que el conductor tenía que manejar parado. El célebre "En el fondo hay lugar" no tuvo oportunidad de expresarse, porque no había fondo ni había lugar.
Pobres los conductores, porque hacia ellos, (¿Hacia quién más iban todas las preguntas?) disparaban: "¿Éste por donde va?" "¿Me deja en tal lugar?" "¿Pasa por la calle magoya"? Y al mismo tiempo, se fijaban en un planito que tenían a mano y balbuceaban respuestas que no aclaraban nada: "Creo que tengo que seguir hasta Rodríguez y creo que paso cerca de la Avenida de acceso, pero no crean en lo que yo creo porque ni yo mismo lo creo.
Se armaron confusiones enormes gente que tuvo que caminar cuadras y cuadras para alcanzar algún micro, no importaba su destino, que fuera un micro ya los satisfacía.
Algunos usuarios se tomaron un micro que los llevara a la parada que ellos querían y para colmo el boleto con aumento.
Hubo gente que tuvo suerte y se sentó durante el recorrido y cuando despertó vio uncartel que decía "Bienvenido a Viña del Mar". Hubo quienes dieron una vuelta inmensa y se bajaron en la misma parada.
Manso desorden en toda la ciudad. Nadie sabía muy bien qué era lo que estaba pasando y cómo se las iban a arreglar para llegar a destino y, lo que es peor, cómo iban a volver.
Hubo gente tan desconcertada que preguntaba si había cambiado de recorrido el metrotranvía. Una muchacha andaba caminando por la calle a los gritos:"¡¿Alguien sabe cuál es el micro que me lleva hasta mi casa?!". No tuvo respuesta alguna. Eran multitudes de ignorantes sueltos por las calles con la intención de encontrar algo con ruedas que las llevara. Ya no importaba si era el lugar indicado, que las llevara a algún lado ya era suficiente. Muchos buscaban en los mapas que aparecen en internet pero los mapas no eran muy didáctico que digamos y bien podías tomar un micro que aparentemente iba a la Universidad y terminar en la playita de Luján.
Muchos se preguntaban quién había ideado el nuevo sistema. Algunos decían que era la Sociedad Argentina de Psicólogos para tener más pacientes. Otros decían, con algo de razón, el que inventó esto no tomó un micro en la revinagre vida.
No sé que van a hacer con la nueva propuesta pero algo van a tener que hacer sino quieren enfrentarse con una ciudad desquiciada que ya hizo manifestaciones en contra del sistema.
En fin lo que fue una intención de ordenar los micro se transformó en un macro desbarajuste.
De alguna forma los mendocinos estábamos perdidos en Mendoza.
