El secretario general de la CTA opositora, Pablo Micheli, manifestó públicamente su “acompañamiento” a la candidatura de Carlos Simón -actual secretario gremial de ATE- contra la lista de la actual titular del gremio, Raquel Blas, que impulsa a Roberto Macho -hoy secretario adjunto- como su sucesor al frente del gremio.
Todo sucede entre seis y nueve meses antes de una elección de autoridades que tendrá lugar entre mayo y agosto del año entrante en ATE Mendoza.
La anticipación con la que se vienen produciendo los alineamientos en el gremio estatal más “combativo” de la provincia es un claro indicador de lo decisivo que será el próximo proceso electoral: se definirá si habrá continuidad o ruptura del ciclo Blas al frente de ATE, tras doce años de conducción: cuatro como secretaria gremial y ocho como general.
“Estamos recibiendo el espaldarazo y acompañamiento de la CTA y de ATE nacional ya que nuestro gremio debe mantener la independencia de cualquier partido. Una asamblea debe definir los rumbos de la política gremial y no la cúpula de un partido político”, fustigó Simón, cuestionando no sólo la afiliación de Blas al Partido Obrero (PO) sino el funcionamiento del gremio (centralizado en la figura de la actual secretaria general) en los últimos dos años. “Todo se tergiversó en los últimos dos años y hoy el sindicato es cualquier cosa menos lo que fijaba la línea original del sindicato”, manifestó.
“Blas es una luchadora pero tenemos diferencias políticas. Ella jugó en la elección de la CTA con una lista opositora y ha resuelto irse de nuestra agrupación (Anusate)”, remarcó Micheli.
El titular de ATE nacional y de la CTA opositora presidió ayer un acto con 180 manifestantes en el salón de un hotel de calle 9 de Julio en el que se reivindicó el color Verde de Anusate y la figura del dirigente Germán Abdala.
“No vamos a entregar ni un ápice nuestra autonomía del gobierno, la patronal y los partidos políticos”, coincidieron los oradores en un acto que contó con la presencia de dirigentes de Jujuy, La Rioja y Neuquén. Se convocó a “relanzar la agrupación Anusate”, el germen histórico de las conducciones de la Asociación Trabajadores del Estado tanto a nivel nacional como en Mendoza.
Micheli fustigó al Gobierno nacional por “acusar de desestabilizadores a quienes luchamos por un bono de fin de año o por dejar de lado el cobro del impuesto a las Ganancias sobre los sueldos”.
El dirigente nacional confirmó que está negociando con Hugo Moyano (titular de la CGT disidente) “acciones conjuntas para diciembre”. Aunque admitió que personalmente se sentiría más cómodo coordinando acciones de lucha con dirigentes de la CTA -Yasky, con la que comparte un origen común, que con Moyano, “lo cierto -dijo- es que ellos no pelean o le piden permiso al Gobierno para pelear”. Remarcó que “el manual del dirigente sindical remarca la necesidad de mantener la unidad en la acción”. Recordó que “la acumulación de fuerzas entre Agustín Tosco (dirigente sindical lucifuercista de la izquierda cordobesa) y un recontraburócrata como Elpidio Torres (titular de la CGT de esa provincia en 1969) hizo posible el Cordobazo que volteó a la dictadura de (Juan Carlos) Onganía”. Remarcó que “por encima de lo que nos guste personalmente, está lo que conviene a los trabajadores”.
Micheli se mostró confiado en que la elección en ATE Mendoza el año entrante no terminará provocando una ruptura en el gremio ni un quiebre que repercuta en la CTA, de la que ese gremio es el eje fundamental.
“Respetamos la pluralidad y somos un gremio democrático que admite varios colores”, remarcó. Consideró que “no es posible que se produzcan nuevos quiebres en la CTA” ya que los dos sectores cuentan con sus respectivas personerías jurídicas.