Michael Laudrup, pies de genio y cabeza de hielo

El danés es considerado uno de los mejores futbolistas europeos en las décadas del ‘80 y principios de los ‘90. Muchos aseguran que fue el mejor asistidor del mundo.

Michael Laudrup, pies de genio y cabeza de hielo

Dinamarca era un país desconocido para el mundo del fútbol hasta que la aparición de Michael Laudrup cambió la historia. De la mano de aquel hombre que tenía pies de genio y cabeza de cristal, al que alguna vez se lo bautizó "Capitán Frío" haciendo un paralelo con el personaje de Batman y por su frialdad a la hora de jugar cuando los partidos se ponían complicados, fue el referente de una generación que puso a los daneses en el candelero y que llegó a quedarse con el título de Europa.

El gran golpe danés fue frente a Uruguay el 8 de junio de 1986 cuando goleó 6 a 1 con un Laudrup inspirado más allá de que convirtió sólo uno de los seis goles. El triunfo toma mayores dimensiones si se tiene en cuenta que ese Uruguay tenía en su formación a jugadores de la talle de Enzo Francescoli, Rubén Paz, Venancio Ramos, Jorge "Polilla" Da Silva y Nelson Gutiérrez.

El gran pasador, el mago mediapunta de los años 1990, esconde detrás de esa fachada angelical un difícil carácter personal. Michael llegó a México con el título del Mundial de Clubes conseguido con la Juventus en aquella recordada final frente a Argentinos Juniors.

“Fue uno de los mayores talentos de todos los tiempos. Michael tenía todo, menos una cosa: no era lo suficientemente egoísta”, decía de él Michel Platini compañero suyo en aquella Vecchia Signora.

Laudrup estuvo en la élite del fútbol 16 temporadas, y clubes de primer nivel fueron sus casas. En su palmarés tiene siete ligas -cuatro con el Barcelona, una con Real Madrid, una con la Juventus y una con el Ajax-, además de una copa de Europa, una del Rey y dos supercopas, con el Barcelona, y una copa de Holanda, con el Ajax.

En el ámbito nacional fue noticia por haber renunciado a su selección. Sus desavenencias con el entonces seleccionador, Richard Moller Nielsen, por razones técnicas, durante la fase previa, fueron la causa por la que la estrella se perdió la Eurocopa de Suecia en 1992, en la que Dinamarca se proclamó campeona.

Fue el mayor momento de gloria de su país y una de las estrellas del futbol danés de todos los tiempos no participó de ello. Y aunque había jurado que no volvería a la selección a las órdenes de dicho técnico, en 1993 dio un paso atrás y regresó para liderar a Dinamarca. Se llevó un premio menor: la Copa Confederaciones de 1995.

Participó en dos mundiales, el de México 1986 donde llegó hasta los octavos de final y su última copa, ya experimentado, fue la de Francia 1998, en la que guió a Dinamarca a los cuartos de final, y Brasil los eliminó por 3-2.

En competencias de FIFA, jugó 32 partidos en los que convirtió 9 goles. Ganó 20, empató cinco y perdió 7.

El danés es el único jugador del mundo que cuenta con el récord de haber ganado 5 a 0 el clásico español jugando primero para Barcelona y después para el Real Madrid.

La página oficial del Barcelona lo recuerda con estas palabras: “Era un maestro en el uno contra uno y su visión de juego era sencillamente genial, con asistencias prodigiosas como aquéllas que hacía sin mirar. Y es que fue considerado en su época como el mejor asistidor del mundo. La hinchada barcelonista así lo entendió y durante mucho tiempo una pancarta donde se podía leer “Enjoy Laudrup” colgó de las gradas del Camp Nou. También fue autor de goles de bella factura, llegando a marcar 93 en 288 partidos con el Barça. Muchísimos títulos coronan su periplo barcelonista”.

Un fenómeno de esos que salen cada tanto en algún rincón recóndito del mundo, pero de los que los futboleros no se olvidan.

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