Mía Bodoc Bonfanti comenzó sus trabajos de pretemporada, de cara a un intenso año de competencias nacionales e internacionales. Este será el segundo año en el que permanecerá radicada en Buenos Aires, con la particularidad de hacerlo sola, ya que por razones económicas y laborales, su madre no podrá continuar acompañándola.
La joven gimnasta artística mendocina, de sólo 12 años de edad, se encuentra desde enero realizando una intensa preparación previa a las competencias, a las órdenes de sus entrenadoras Agustina Mignone y Ayelén Maisley.
Mía comenzó su actividad deportiva con sólo 7 años y, debido a su comprobada capacidad, decidió junto a su familia trasladarse a la Capital Federal en busca de superación. Por este motivo, en la actualidad representa al Centro Gimnástico Norte (CGN), ubicado en la localidad bonaerense de Vicente López.
En esta temporada buscará pasar de la categoría B1 a la de Élite, para ello intentará ese salto de calidad en el presente mes, ya que mantiene intactas sus esperanzas de competir en los Juegos Odesur; torneos sudamericanos individuales y por equipos e ingresar a la Selección argentina. Todo esto sin descuidar el amplio calendario de competencias nacionales representando a la institución en la que trabaja en la actualidad.
Recordemos que la pequeña deportista obtuvo, en 2017, el galardón de campeona argentina por equipos con CGN, lo que le permitió ser seriamente considerada y observada en el medio gimnástico de nuestro país.
“Para la familia, separarnos temporalmente de Mía significa un gran sacrificio a todo nivel. Sabemos que es la única manera de intentar una importante superación en su aún corta carrera deportiva. Es una niña de solo 12 años, pero su comportamiento; convicción y pasión por lo que hace nos deja tranquilos, y es por eso decidimos apoyarla en su sueño de llegar a competir en los Juegos Olímpicos” no dijo Carla Bonfanti, madre y sin dudas el principal apoyo en este valiente intento de concreción de sueños.
Por su parte su papá, Ion Bodoc, agradeció la oportunidad de poder observar a Mía cerca de lo más alto de la gimnasia artística del país: "Mantenemos contacto permanentemente, tratamos de viajar lo más seguido posible, o que ella venga visitarnos. Apoyamos que haya dejado la escuela formal, para pasa a estudiar por internet. Seguramente gracias a su seriedad logrará llegar a sus objetivos deportivos y de formación académica”.
De esta manera, la pequeña y elegante figura de Mía Bodoc continuará con los pies firmes en el piso. No dudará en seguir con su vida que tiene intensas vivencias paralelas en Capital y Mendoza. Continuará su vuelo en un salto interminable hacia sus deseos y hará equilibrio en la viga con firmeza y seguridad en busca del triunfo.
Así opinan sus entrenadores
Ayelén Mosley es actualmente una de sus entrenadoras, tanto en CGN, como así también en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo. La adiestradora tuvo interesantes conceptos que aquí compartimos: “Mía es una gimnasta muy elegante naturalmente. A todos nos asombra siempre su convicción y ganas de ir para adelante.
En 2017 pasó el proceso de adaptación satisfactoriamente. Llegó a Buenos Aires en enero para empezar su entrenamiento pero luego por razones de organización familiar tuvo que volver a Mendoza y recomenzar el entrenamiento unos meses más tarde.
Nuestro principal objetivo del año fue su adaptación a las nuevas cargas de entrenamiento y preparación física que es la base de todo deporte. A su vez, sumó adiestramientos en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) lo que le permitió llegar a competir en el nivel B1 que es el más alto antes de élite. El pasado, fue un año muy intenso para ella con muchos altibajos pero nada la detuvo.
Nosotros confiamos en entrenar, buscando el rendimiento y no el resultado, es decir ir por los objetivos individuales en cada torneo y no buscar un puesto, este fue el caso de Mía durante el año. El objetivo fue llegar en los cuatro aparatos a categoría B1 con las series consolidadas y no buscar puestos. Como todos sabemos, la preparación al alto rendimiento es un proceso muy largo en la vida del deportista y por eso tenemos paciencia.
Soñamos a lo grande pero damos pasos cortos pero seguros. En el 2018 Mía compite en su primer año de la categoría juvenil y tendrá un entrenamiento personalizado específico para poder seguir creciendo exponencialmente. Confiamos que será un gran momento para ella con nuevos desafíos por cumplir y mucho crecimiento".
En un principio, Mía Bodoc fue entrenada por Juan Carlos "Juka" Rosales, un apasionado profesor de educación física de origen ecuatoriano, radicado desde hace años en nuestra provincia: “Cuando llegó, con apenas 7 años, supe que tendría futuro. Apenas la vi y a medida que la comencé a entrenar, me sorprendió su alegría. Eso se transformaba en esfuerzo y sacrificio.
A cada movimiento le agregaba una sonrisa. Integraba flexibilidad y fuerza, siempre llegaba temprano y disfrutaba el gimnasio como pocas. Me alegra que sus padres la apoyen y la acompañen en su intento de superación en Buenos Aires”.
Por su parte Lucía Brusadín, su ex entrenadora en el gimnasio Gymnos de Godoy Cruz, también se manifestó con respecto a su actualidad deportiva: “Me sorprendió su tenacidad. Trabajaba todos los días de 17 a 21, y además asistía a danzas, a lo que sumaba sus horas de escuela por las mañanas. Es bueno que haya tenido la valentía y el apoyo familiar para radicarse en Buenos Aires. Allá, aunque nos hubiese gustado disfrutarla aquí, tendrá la oportunidad de competir mucho y planificar su evolución”.
