La ruta les aportó otro paso natural. De Bahía Blanca a General Roca, luego a Neuquén.
Esta semana Mi Amigo Invencible toma el aire de las rutas sureñas de nuestro país. Aire puro para comenzar a dar a conocer un disco que marca en la piel a la banda mendocina, instalada hace más de una década en la Ciudad de Buenos Aires.
El 5 de julio salió el sol de un nuevo amanecer. La renovación de un grupo consolidado viene de la mano de un muy esperado long play. Tras cerrar la etapa de "La danza de los principantes" (2015), y dos EPs ("Nuestra Noche" en 2017 y "Ciencias Naturales" en 2018), no sólo era necesario lanzar algo nuevo para responder a un consolidado grupo de seguidores, sino era también para resignificar la banda.
Las melodías consagradas, canciones como "Planear Alto", "Descanso sobre ruinas", "Gato negro pasa", "Noches de ciencia ficción", se mezclan con un mundo, un lugar que visitaron y se llenaron de su magia: "'Dutsiland' son las vacaciones eternas. Los temas antiguos se contagian de su energía y parece que tocamos todo desde ese disco. El hecho de haberlo ensayado mucho y grabarlo en vivo, hizo que tocarlo ahora sea más fluido", encara Mariano Di Césare, que junto a Nicolás Voloschin, Arturo Martin, Pablo Di Nardo, Mariano Castro, Juan Pablo Quatrini y Leonardo Gudiño compartirán su nuevo despertar en setiembre, con el público mendocino.
“Dutsiland”, relata Mariano, es un concepto que adaptan a las cosas buenas y a las malas y que, en las malas, trae soluciones: “La renovación es la forma de mantener un grupo. Nuestra visión estética no concuerda con repetir. La experiencia es lo que le saca el ritmo cotidiano a la cosas”.
La mesa está servida y el disco empieza con un “Desayuno continental”, con una base fresca y teclados sutiles, y luego con “Fósil” y “(bip-bip) No me hables”, donde aparece la clásica segunda voz de la banda, Mariano Castro. A “Nadie en la casa” y “Beverly G.” las guía Nicolás, como supo hacer en otras canciones.
La historia de "Dutsiland" se remonta a los primeros pasos de su canción homónima dentro del disco: "Yo estaba componiendo esa canción en mi casa, fue la que nos ofreció nuevas opciones, en la sala ofreció una especie de suavidad que se fue repitiendo", cuenta Mariano. "Le pregunté a mi hijo, que en ese momento tenía dos años, como le ponía a esta canción. Y la hija de Arturo, el baterista se llama Alfonsina, y él le decía Folchi, pero que en su idioma era Dutsi, el nombre de su amiguita".
Lo que conmovió, recuerda el cantante, fue la inocencia del lenguaje, una energía seductora que ve reflejada en todas las instancias que comprende haberse instalado en Buenos Aires ya hace más de una década y emprender el viaje de MAI desde ahí.
"Estamos cansados de encontrarle un sentido a las palabras y a las cosas. De ahí querer vivir nuevas experiencias para corrernos de la rutina", cierra "El Príncipe Idiota", nombre con el que lidera su otro proyecto.
El álbum contó con la producción de Luke Temple, cantante y compositor estadounidense que vino a instalarse al estudio de Mi Amigo... . Con todo editado y grabado, siguió en San Francisco donde la mezcla quedó al mando de John McEntire (músico de Tortoise, productor de Yo La Tengo y Stereolab). “Con Luke desayunábamos y nos íbamos caminando por calles de tierra hasta una casa de General Rodríguez a grabar todo”, cuenta Mariano.
La decisión del cambio (resignificando la palabra tomada) vino con una lavada de cara: el dibujante mendocino Federico Calandria (un integrante más para los miembros del grupo) fue el encargado de dar otra imagen, desacostumbrándonos a lo que veníamos viendo en sus tapas: “Fede despierta motivos para escribir, y con él, nos propusimos cambiar la técnica del arte, de ejecución y de materialidad. Es todo un nuevo amanecer”, celebra el ‘Príncipe’ por el nuevo diseño.
-¿Cómo surgió la idea de tatuarte el nombre del disco?
-Lo pensé un poco: “Dutsiland” era medio difícil para comunicar. Me guié por esto que te digo de la experiencia en el concepto: tatuarse es el hecho de dedicarle tiempo a un proceso corporal y llevarlo al cuerpo, como romper su estructura. Es algo más performático, de comunicación y además para cerrar un ciclo personal.
-Se instalaron en Buenos Aires hace mucho, ¿qué tuvo que los hiciera quedarse allá por tanto tiempo?
-En nuestro caso, necesitábamos un espacio con oferta cultural y con gente que aproveche ese espacio y lamentablemente eso está en Buenos Aires, porque en Mendoza por desgracia no podés tocar todos los fines de semana. No hay una cantidad de gente para que puedas tocar todos los findes como hacemos acá. Es una cuestión de escala, la cantidad de la gente hace que la idiosincrasia sea de tal manera.
-Acá tocás para la misma gente…
-Estábamos tocando para un montón de amigos pero no había nuevos curiosos, que después de 12 años esos curiosos igual aparecieron, hay una renovación. Arrancamos con una escena tocando en patios y todavía la mantenemos. El año pasado pasamos un momento de querer parar, pero luego de lo que fue nuestro toque en el teatro Selectro, se nos movió el piso y quisimos empezar a tocar de otra manera.
Cómo ellos, dentro del caudal artístico mendocino reflotan grandes proyectos, y Mariano los destaca: “Fadel hizo la mejor película de ‘terror’ de Argentina. Algunas bandas como Usted Señálemelo y Perras On The Beach están cambiando estructuras culturales muy fuertes. Es increíble que desde afuera te des cuenta de las cosas que hay. Es una punta de lanza”.
-Mendoza tiene un techo, ¿creés que hay que irse para seguir creciendo?
-Como muchas provincias, tiene una cuota de cierta mediocridad, de creer que la pegás afuera en la ciudad grande. No es así. El hecho de llegar a Buenos Aires, en nuestro caso, hizo que se vea gente que llega de Mendoza para cambiar esa visión y se ponga el ojo directamente en el indie local, abriendo puertas y haciendo crecer a todos. La gente se abrió a este género.
Mi Amigo y El Príncipe, un solo corazón
MAI (el famoso acrónimo) consiguió por fin su Estudio propio. El grupo encuentra una mayor honestidad en su trabajo, colocando lo "casero" de todo el equipo. Esa base Mariano la compara con el proceso que lleva con su otro proyecto.
"Había algo que quería conectar con las dos cosas, trasladar cierta honestidad del Príncipe a la banda. El hecho que no teníamos un lugar propio con MAI me hacía sentir lejano ese sentimiento. Una vez armado, con nuestro primer disco de esa locación, esa presión se disolvió. Ahora soy un solo Mariano con una banda de once personas", cuenta contento.
Septiembre al Independencia
El 12 de setiembre "Dutsiland" aterriza a nuestra sala mayor. Esta será la mayor producción que la banda haya tenido en nuestra provincia.
La fluidez, lo sintético y la relajación de este nuevo disco, quieren dejarla plasmada en ese show: "Estamos armando la escenografía con Jimena Lacerna, será un espectáculo especial que no es el mismo repertorio con el que giramos todos los días. Vamos a integrarnos al Independencia y a integrar a la gente: que todo sea una misma cosa".