La 75° edición del Festival de Venecia finalizó el sábado, marcando dos hitos: al darle a Alfonso Cuarón el León de Oro, por su película “Roma”, se le dio por segunda vez el máximo galardón a una producción latinoamericana y, a la vez, se demostró que Netflix (productor del filme) puede dar contenidos de calidad.
Esta legitimación de la gigante plataforma streaming puede que marque un antes y un después en los festivales del mundo: Cannes, recordemos, mira con desconfianza los contenidos que vienen de Netflix, pero esto le obligará a replantearse el asunto.
Y “Roma” (que se verá en diciembre en la plataforma y los cines) viene a significar incluso la redención de Cuarón, un director que -incluso ya aclimatado a la gran industria- decidió volver a sus raíces para retratar en blanco y negro los dramas de una familia mexicana a comiezos de los años ‘70. Incluso fue más allá, hacia sus fibras más íntimas, al dedicárselo a Libo, su niñera indígena.
“Libo, este filme es el producto de mi inmenso amor por ti, por mi familia y por mi país, México”, clamó emocionado y satisfecho al recibir el máximo galardón en el Palacio del Cine del festival veneciano.
“Los cineastas no dan la voz a nadie, son los otros que prestan su voz. En mi caso es más perverso porque las diferencias entre clases sociales y razas me parecía algo descontado”, explicó a la prensa.
"Es que no consideraba Libo una mujer, ni una indígena. Era invisible. Mi filme habla de esa invisibilidad que hay en el mundo", añadió.
Respecto al hecho de que se trate de la primera película producida y distribuida por Netflix que gana un galardón tan prestigioso, ni Cuarón ni Guillermo del Toro (integrante del jurado, tras haber ganado el año pasado con "La forma del agua"), no le dieron mayor importancia según la prensa: "¡Netflix no es el fin del cine!", aseguró del Toro.
Los premios principales
En las otras categorías, se destacó “La favorita”, del griego Yorgos Lanthimos, quien deja sus horizontes distópicos y perversos para trazar un relato de época: se alzó con el Gran Premio del Jurado y Olivia Colman, la protagonista, con la Copa Volpi a mejor actriz.
Y la de mejor actor fue para el inoxidable y siempre sorprendente Willem Dafoe, por su retrato de Vincent Van Gogh en "At Eternity's Gate".
Jacques Audiard ganó la Mejor Dirección por "The Sisters Brothers" y la dupla de Joel y Ethan Coen el Mejor Guion por "The Ballad of Buster Scruggs".