Un sismo de 7,1 grados llenó de luto y desesperación al centro de México, según los reportes de autoridades locales, mientras continuaban los rescates en unos 49 edificios colapsados sólo en la Capital, que justo ayer conmemaba 32 años del terremoto de 1985, que dejó 9.500 víctimas fatales. Al cierre de esta edición el número de muertos llegaba a casi 200.
El estado de Morelos es hasta ahora el más afectado con 48 muertos, a los que se suman 26 en Puebla, 39 en Ciudad de México y 7 en el Estado de México, dijo Carlos Valdés, director del Centro Nacional de Prevención de Desastres, dependiente del ministerio de Gobernación.
En tanto, continuaban las labores de rescate en numerosos edificios colapsados, donde se temía que hubiese decenas de personas atrapadas.
Según la alcaldía de Ciudad de México, suman al menos 49 los edificios colapsados en zonas del centro y sur de la capital.
El sismo ocurrió justo cuando se cumplían 32 años del terremoto de 8,1 grados que dejó más de 10.000 muertos en 1985 y redujo a ruinas amplios sectores de la capital.
"¡No es posible que haya sido también en 19 de septiembre!", dijoentre sollozos Amalia Sánchez, una secretaria de 45 años.
Peña Nieto, en la capital
El presidente Enrique Peña Nieto, que se encontraba fuera de Ciudad de México, regresó a la capital para coordinar las labores de rescate.
“Estamos regresando en este momento. Se ven imágenes de derrumbes, de varios edificios colapsados. Tenemos una emergencia en Ciudad de México”, dijo el mandatario poco antes de aterrizar en un aeropuerto militar de la capital.
Tras el sismo, el Aeropuerto Internacional Benito Juárez suspendió todas sus operaciones para revisar la infraestructura. Por la tarde se informó que las pistas no presentaban daños, que había 180 vuelos afectados y que la actividad se reanudaría seis o siete horas después.
Tras el terremoto, el presidente Enrique Peña Nieto informó que convocó al Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación y coordinar acciones. Más tarde ordenó evacuar los hospitales con daños y trasladar a sus pacientes a otras unidades médicas.
Por su parte, el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, pidió a la gente salir de sus edificios y seguir indicaciones de protección civil.
El sismo ocurrió a las 13.14 hora local (15.14 de Argentina). El epicentro se ubicó entre los estados de Puebla y Morelos, cerca de la capital.
Al igual que en 1985, decenas de civiles se convirtieron en improvisados rescatistas para buscar sobrevivientes entre los escombros, en medio de aplausos cuando conseguían sacar con vida a una persona.
En la zona Roma-Condesa, popular por sus bares y restaurantes, también se derrumbó una escuela, que aplastó al menos dos coches.
“Llegamos al colegio y todo el mundo llorando, todo el mundo desesperado y los niños agarrados de una cuerda”, narró Jorge López, de 49 años, que estaba con sus dos hijos de 6 y 3 años.
La acumulación de personas en las calles, también afectadas por el corte de electricidad que dejó sin funcionar a los semáforos, provocó un auténtico caos en el tráfico de la zona central. En una primera reacción, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su solidaridad con los mexicanos. “Dios bendiga a la gente de Ciudad de México. Estamos con ustedes y los vamos a apoyar”, escribió en su cuenta Twitter.
En tanto, funcionarios de Protección civil advertían a la población que había fugas de gas. “¡No fumen! ¡Hay fugas de gas!”, gritaban los socorristas mientras corrían por las calles en el sector de Roma Norte.
En la mañana de ayer, precisamente, las autoridades habían realizado un simulacro de sismo y se recordó, como cada año, la tragedia del 19 de setiembre de 1985. “Estaba caminando por la calle Colima y las ventanas empezaron a moverse. Vi a la gente correr, empezaron a gritar. Estuvo muy feo. No me quería acercar a ningún árbol. Me tuve que tirar al suelo”, refirió Leiza Visaj Herrera, de 27 años.
Alarmas sin sentido
En Ciudad de México funciona un sistema de alarmas que se activa un minuto antes del sismo, pero periodistas dijeron que esta vez se escuchó la alarma al mismo tiempo que comenzó a sentirse el temblor.
El pasado 7 de setiembre, un terremoto de 8,1, el más fuerte en un siglo en México, causó 96 muertos y más de 200 heridos en el sur del país, especialmente en los estados de Oaxaca y de Chiapas.
¿Por qué un sismo de menor grado Richter causa más daño?
A pesar de que el sismo del pasado 7 de setiembre en México superó en 0,1 grado en la escala de Richter al ocurrido la mañana del 19 de setiembre de 1985, su intensidad fue de apenas una tercera parte de la del terremoto que ocasionó 10 mil muertos hace 32 años en ese país. Y el sismo de ayer fue de 7,1 y, por el momento, tampoco fue igual de devastador que otros iguales en la métrica de Richter.
Científicos de la UNAM explicaron que una de las razones es que el terremoto de 1985 se originó en las costas de Michoacán, a no más de 400 kilómetros de la capital mexicana, mientras que el del 7 de setiembre tuvo su epicentro en las costas de Chiapas, a más de 660 km de la Ciudad de México.
El terremoto que cumple 32 años se registró a una profundidad de 15 km, mientras que el de anoche se inició a 58 km.
En ambos casos, las placas tectónicas involucradas fueron la de Cocos y la de Norteamérica, pero los movimientos fueron distintos.
Un punto fundamental es la distinción entre la energía que se libera en un movimiento telúrico -que se mide en grados Richter- y la intensidad del temblor, que se registra mediante los acelerómetros (instrumentos para medir aceleraciones) colocados en distintos puntos de México.
Así, la energía liberada por el temblor del 7 de setiembre fue de 8,2 grados y su intensidad fue de 9 cm por segundo, mientras que en el terremoto del 85 la energía liberada fue de 8,1 pero su intensidad fue de 30 cm por segundo.
Se registraron 337 réplicas del sismo del 7 de setiembre, la de mayor magnitud fue de 6,1.
Ante la circulación de información falsa que anunciaba réplicas y temblores, científicos de la UNAM aclararon que es imposible predecir réplicas o sismos.
México es una zona de alta sismicidad por encontrarse en contacto con cinco placas tectónicas. Sólo en 2016, el Sistema Sismológico Nacional registró 15 mil 400 sismos.
Argentinos a salvo avisaron por las redes
Numerosos mendocinos y argentinos radicados en México se preocuparon por dejar tranquilos a sus parientes consignando en las redes sociales que se encontraban bien. Tanto Facebook como Whatsapp crearon aplicaciones para que los usuarios dieran cuenta rápidamente de su estado.
Así, pudimos enterarnos de que el músico y productor artístico mendocino Carlos Ferraresi estaba bien, y que desde su “face” convocaba a la solidaridad y a ayudar en las tareas de rescate en un colegio derribado por el sismo, que tendría aprisionado a niños.
También hicieron público estar ilesos y a salvo la grafóloga Diana Espinal y el profesor Harry Ponce.
Este último, mientras caminaba, escribía en su celular: “Estoy bien, con un poco de susto, pero en general bien. Voy camino a ver a mis padres, a ver cómo están, porque no me he podido comunicar con ellos”. Él vive en Cuernavaca, a dos horas del epicentro y a hora y media del DF. Estaba dando clases de filosofía, en un segundo piso de una universidad, cuando fue el terremoto. “La experiencia fue terrible”, nos dice. “Muchos edificios sufrieron daños, especialmente construcciones históricas. Y lo más curioso es que hoy se cumplen 32 años del temblor de 1985”, reflexiona, mientras sigue su marcha.
Las líneas telefónicas estaban saturadas y el transporte parado. Curiosamente, internet sí estuvo activo y es aún ahora el medio de información más útil en la emergencia, Inmediatamente después, muchos portales transmitieron a través de Facebook Live la conmoción general, y por estas horas se actualizan minuto tras minuto, según información que aportan los propios usuarios. En listas interminables, se detallan qué edificios están derrumados, cuáles presentan desprendimientos y en qué lugares hay pérdidas de gas, para evitarlos.
La conmoción se manifiesta en las redes, convertidas en espacio de desahogo, pero también de ayuda y contención. Allí se pueden leer recomendacionecomo ésta: “Hay que dormir con croquetas de perros en las bolsas del pantalón, para que a los perros les sea un poco más fácil encontrar a las personas una vez que empiecen los rescates. Este ‘pedo’ puede pasar a cualquier hora”, escribió Isis Cruze.
Mauricio Macri se solidarizó con el pueblo mexicano
El presidente Mauricio Macri expresó anoche su “solidaridad y apoyo” al pueblo mexicano, tras el terremoto de 7.1 en la escala Richter registrado ayer, que dejó más de un centenar de muertos, según cifras provisorias.
“Acompañamos a México frente al nuevo sismo que golpeó hoy (por ayer). Nuestra solidaridad y apoyo a los afectados y al Presidente Enrique Peña Nieto”, escribió el mandatario argentino en la red social Twitter.
En su mensaje, Macri consignó el tuit de su colega mexicano y también el del gobierno azteca.
Por otra parte, en un comunicado difundido ayer a la tarde, la Cancillería precisó que no se registraban argentinos entre las víctimas por el terremoto que tuvo su epicentro en Puebla, y que se sintió fuertemente en el Distrito Federal. Cabe mencionar que el consulado argentino en Puebla debió ser evacuado por daños en la estructura del edificio, pero que ninguna de las autoridades consulares ni de los empleados sufrió lesiones.
Los más letales
- 7 de setiembre de 2017: Un terremoto de magnitud 8,1 golpea la costa sur de México, matando a más de 90 personas y dañando o destruyendo miles de casas y cientos de escuelas.
- 21 de enero de 2003: Un sismo de magnitud 7,8 golpea el centro-oeste de México matando al menos a 28 personas, hiriendo a 300 y dejando a 10.000 sin hogar, muchas de ellas en el estado de Colima.
- 30 de setiembre de 1999: Un temblor de magnitud 7,5 mata al menos a 20 personas en el estado sureño de Oaxaca.
- 9 de octubre de 1995: Un terremoto de magnitud 8,0 cerca de Manzanillo, en la costa central del Pacífico, mata al menos a 51 personas.
- 19 y 20 de setiembre de 1985: Dos terremotos en el occidente de México, el primero de ellos con una magnitud de 8,0, matan al menos a 10.000 personas en la Ciudad de México y partes del centro y oeste del país y causan graves daños en la infraestructura de la capital.
