El capo máximo de la organización criminal mexicana Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, fue abatido en un enfrentamiento con efectivos de la Marina y, tras las pericias para certificar su identidad, el cuerpo fue robado de una funeraria por un grupo armado.
La Secretaría de la Marina y autoridades de la justicia confirmaron ayer que Lazcano, conocido como “El Lazca” y “El Verdugo”, fue abatido junto a otro hombre el domingo cerca del municipio de Progreso, en el estado de Coahuila, y luego fue identificado mediante las huellas dactilares y fotografías.
La Marina mexicana difundió ayer dos fotos del cadáver del máximo líder para confirmar su muerte y, luego, la secretaría del área informó que, además, al realizar una búsqueda en las bases de datos con las huellas de los dedos pulgar, índice y medio de la mano derecha del cuerpo se determinó que se trata de Lazcano, nacido en 1975 y de 1,60 m de estatura.
El análisis de las tomas fotográficas “muestra que los rasgos fisonómicos coinciden con los de Heriberto Lazcano Lazcano”, añadió el ministerio en un comunicado.
La insistencia en la identificación del cuerpo busca despejar dudas, ya que en setiembre de 2007, Lazcano fue dado por muerto en un enfrentamiento con militares en el estado de Tamaulipas, en la región noreste de México fronteriza con Estados Unidos, donde Los Zetas son fuertes.
Ayer, al trascender versiones sobre la desaparición del cuerpo, el procurador general de Justicia del Estado de Coahuila, Homero Ramos Gloria, confirmó que un grupo armado sustrajo los cadáveres de Lazcano y de Rodríguez de la funeraria García, de la ciudad de Sabinas, en la madrugada del lunes.
En conferencia de prensa, el funcionario indicó que el domingo las autoridades estatales recibieron una llamada de emergencia de la Secretaría de Marina, para pedir apoyo en el levantamiento de dos cuerpos, luego de un enfrentamiento entre civiles armados y efectivos federales, por lo que agentes del Ministerio Público acudieron al lugar de los hechos.
Ramos detalló que los efectivos de Marina, al circular por Progreso observaron a sujetos presuntamente armados en un vehículo y les dieron la voz de alto.
El conductor del vehículo disparó contra los marinos, quieres repelieron la agresión, por lo que el atacante falleció en el lugar, mientras el acompañante descendió del vehículo, huyó y fue abatido metros adelante.
Los cuerpos fueron llevados a la funeraria García para practicar la necropsia de ley y les tomaron fotos y huellas digitales, con el fin de cruzar la información con el banco de datos de la autoridad federal.
El procurador indicó que el propietario de la funeraria García notificó que en la madrugada del lunes se presentó un grupo armado, el cual sometió al personal y se llevó los dos cadáveres dentro de una carroza fúnebre.
Muchas de las matanzas más crueles ocurridas en México en los últimos años se atribuyen a “El Lazca” y sus sicarios.
Decapitaciones, asesinatos múltiples y el incendio de un casino con sus clientes adentro llevaron la firma del grupo dirigido por Lazcano, un militar que, en 1998, dejó las filas del Ejército cuando tenía 24 años y el grado de cabo de infantería para sumarse como miembro fundador a Los Zetas, por entonces flamante brazo armado del cártel del Golfo.
Lazcano llegó a la organización de la mano de otro ex militar, Arturo Guzmán Decenas, “El Z-1”, que había sido reclutado por el entonces capo del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, para brindarle protección.
Guzmán murió en 2002 y dos años después Cárdenas Guillén fue capturado y extraditado a EEUU en 2011, lo que fue aprovechado por Lascano para convertirse en líder de Los Zetas y en protagonista principal de la ruptura entre el brazo armado y el cártel, que pasaron entonces a ser enemigos a muerte.
Bajo el mando de “El Lazca”, Los Zetas se hicieron poderosos, pasaron a dominar buena parte del negocio del narcotráfico y luego diversificaron su accionar a secuestrar, torturar y hasta asesinar migrantes en su paso por México hacia EEUU para reclutarlos o para reclamar rescate a sus familias.
Otras de sus actividades son el contrabando de combustible robado a la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), extorsión a comerciantes, ataques a bares que no quieren pagarles “derecho de piso” y falsificación de discos de música. Entre las matanzas atribuidas a la organización figuran el asesinato del periodista Francisco Ortiz Franco en 2004, el asesinato de 72 inmigrantes en un rancho de Tamaulipas en 2010 y la muerte de 52 personas en un incendio provocado en el Casino Royale de la ciudad de Monterrey a plena luz del día en 2011.
El gobierno de EEUU ofrecía por el líder de Los Zetas una recompensa de U$S 5.000.000 y el de México, U$S 2.300.000.