El Metrotranvía urbano, indudablemente demorado en su ejecución si se toman en cuenta los plazos previstos inicialmente, deberá justificar con el tiempo la inversión para su puesta en funcionamiento y la enorme expectativa que en buena parte de la población de Mendoza generó.
La complejidad que presentó este sistema de transporte para llegar a su puesta a punto de algún modo justificó el prolongado tiempo de experimentación que la Secretaría de Transporte de la Provincia dispuso desde marzo de este año. Esa etapa experimental incluyó el traslado gratis de los pasajeros que ya eligieron viajar en las duplas.
Ahora, se ha dispuesto que desde el 8 de octubre comience a cobrarse el pasaje. Esto significa que el período de prueba ya ha terminado y que el Metrotranvía se suma directamente al servicio de transporte de Mendoza. Sólo deberían revisarse asuntos referidos a tiempos de viaje, semaforización, etc, en base a las opiniones de los actuales usuarios.
Si nos atenemos al proyecto en sí, no se trata solamente de un medio más de movilidad para los mendocinos. Está pensado como un eje troncal, ya que al actual recorrido entre Maipú y la Capital habrá que sumarle la prolongación del servicio hasta la plaza de Las Heras, en primera instancia, y luego hasta Panquehua y el aeropuerto de El Plumerillo, además de la apertura a Luján, hacia el sur de nuestra ciudad.
Como proyecto de red troncal, tiende a constituirse en un eje de transporte que permita a los usuarios, mediante un sistema de trasbordos, dejar de depender de la gran cantidad de colectivos que llegan hasta el centro de la ciudad de Mendoza.
Si este aspecto da buenos resultados, su paso actual por una estratégica zona urbana puede resultar de mucha comodidad para la gente.
Por otra parte, la ejecución del Metrotranvía ha colaborado con el mejoramiento de distintos sectores por los que transita. En el caso puntual de la avenida Belgrano, permitió terminar con la triste imagen de abandono a la que dio lugar el cese de la actividad ferroviaria durante la década del '90, que convirtió un extenso tramo de vías sin uso en una improvisada playa de estacionamiento.
Precisamente, la anunciada segunda etapa hacia el departamento de Las Heras obligará a las autoridades nacionales, provinciales y municipales a pensar en el mejoramiento de los sectores cercanos a la ex estación Mendoza y a los terrenos que durante tantos años ocuparon los talleres del Ferrocarril San Martín, resignados hoy en día al total abandono y a la marginalidad.
Y como este ejemplo, encontraremos muchos más entre tantos kilómetros planificados para las nuevas etapas del sistema.
La estratégica función que se le piensa otorgar al Metrotranvía obliga a los responsables del mismo a una mayor exigencia en cuanto a las tareas de mantenimiento del material rodante e instalaciones y a la capacitación del personal.
