Muchos se alegrarían de contar con un motor con unos caballos más de potencia, pero comprar un coche nuevo les resulta demasiado caro. Hay otra manera de conseguir mayor potencia y par motor: el tuning del motor. Este método cuenta con diversas variantes, aunque no todas son legales.
Una de las maneras clásicas de tunear el motor es mejorar el sistema de admisión, el árbol de levas, el carburador o la inyección.
Otra opción es el tuneo electrónico, llamado "chiptuning", que permite aumentar la potencia a través de la modificación del software o sumando un dispositivo electrónico de mando.
Y el rendimiento puede crecer aún más si se suman componentes nuevos como turbocompresores, compresores y sistemas especiales de inducción y de escape.
Normalmente el tuneo del motor ofrece mayor potencia. Eso puede ocurrir, por ejemplo, por una mejor mezcla de aire y combustible o por un aumento de las revoluciones, explica el experto alemán Thomas Caasman.
Según Caasman, también existe el llamado eco tuning, en el que se optimiza el consumo del sistema de control del motor sin que resulte en peores emisiones de gases.
"El tuneo gira básicamente en torno a una mejora, la palabra ingresa 'tunen' no significa otra cosa", asegura Jürgen Bente, del consejo alemán de seguridad en el transporte.
Y el cliente es el que decide en última instancia lo que se necesita. "¿Qué quiere lograr con el tuneo del motor: un par motor diferente, mayor potencia o menor consumo?". El tuneo mecánico del motor se utiliza más que nada en los costosos motores High End.
"Actualmente la optimización electrónica tiene una gran importancia", considera el experto en tuneo Harald Schmidtke. En el "chiptuning" se incluye un nuevo software en el dispositivo de mando que modifica las características de encendido y combustible, entre otros. Esto permite que el motor tenga más potencia.
Otra alternativa son distribuidores adicionales multicanales que transmiten los datos modificados al sistema de control del motor. El aumento de la potencia es de entre 15 y 20 caballos. "En este sistema en general no hace falta adaptar el sistema de frenos", dice Schmidtke.
La oferta de un aumento potencia de más del 20 por ciento debería ser tomada con escepticismo por los clientes. Sobre todo si no se menciona ninguna actualización de la periferia del motor. Entre estas podrían estar un intercooler o un turbocompresor más grandes.
En general un tuneo de calidad viene acompañado de un informe o un peritaje de las piezas. Schmidtke aconseja a los clientes a dejar asentada la optimización del motor e informar a la aseguradora sobre las modificaciones, para evitar que haya limitaciones de cobertura en caso de un siniestro.
Los límites del tuneo, aseguran los expertos, dependen no sólo de la resistencia del motor, sino de sus emisiones sonoras y de escape. Por eso, el tuning de motores será cada vez más complicado en el futuro. "Cuanto más estrictas sean las normas de emisiones, más difícil será para el que realiza el tuneo lograr una mejora decente de la potencia", asegura Bente.
BMW celebra 30 aniversario con edición especial del M3
BMW celebra el 30 aniversario de su sedán deportivo M3 con una edición especial limitada de 500 ejemplares. El modelo "30 años M3" será lanzado al mercado solamente en azul metálico Macao, un color que el fabricante alemán usó por primera vez en el M3 en 1986.
Desde el punto de vista técnico esta edición especial se basa en el paquete de competición, que está disponible como extra (por 7.300 euros) para el modelo en serie (a partir de 72.600 euros).
Incluye un aumento de la potencia del motor hasta llegar a 450 caballos y una suspensión adaptativa con amortiguadores ajustables.
Además cuenta con llantas forjadas de 20 pulgadas y un diferencial deportivo. El interior esta adornado en varias partes con el logo "30 años M3".
El BMW M3 hizo su debut en el Salón de Francfort en 1985.
Fuente: DPA