Para elaborar los cigarrillos, las hojas de la planta de tabaco se ponen a secar y se mezclan con químicos. Por eso fumar es muy dañino para la salud debido a que esos elementos sintéticos entran a los pulmones de las personas y se quedan adosados allí. Los fumadores lo saben, pero mientras se sientan bien, seguirán con la práctica aditiva confiando en su buena condición física y su suerte.
Sin embargo, hay que reiterar, sin invadir los derechos privativos de las personas de elegir, que las estadísticas son preocupantes: 80% del cáncer de pulmón es producido por el cigarrillo y que cada año mueren en el mundo alrededor de 5 millones de seres por el consumo del tabaco. Además, más de 600.000 individuos no fumadores fallecen anualmente por su exposición al humo.
Y apretando más la marca, cada 10 minutos una persona parte de este mundo por cáncer de pulmón. El Instituto Nacional del Cáncer (INC), advirtió que en nuestro país el tabaquismo produce más de 40.000 muertes por año y genera costos sanitarios por 21.000 millones de pesos, lo que representa 14% del monto que Argentina invierte en salud por año.
En nuestro medio se concretaron varias acciones antitabaco, como por empleo declarar ambientes libres de humo a los restaurantes, oficinas públicas, el transporte de pasajeros y lugares de trabajo, y más recientemente a los casinos, situación esta última que no se logró sin superar fuertes resistencias.
El senador Armando Camerucci ha presentado un proyecto de ley que tiene por finalidad establecer la prohibición, en el territorio de la provincia de Mendoza, de la exhibición de cigarrillos, productos elaborados con tabaco y todo accesorio para fumar en dispensadores y cualquier otra clase de estantería con vista al público.
De aprobarse la norma, en los comercios donde se expendan cigarrillos y productos derivados del tabaco no podrán estar exhibidos al público, y sólo se permitirá la colocación de un listado de los productos que se expenden con sus respectivos precios. Los comercios deberán mantener este tipo de artículos en estantes, gabinetes o en otros lugares ocultos. Pero dentro de los puntos de venta de productos elaborados con tabaco se podrá hacer publicidad o promoción con carteles de determinadas dimensiones; sin embargo en un quiosco corriente no, porque su gama de comercialización alcanza a una variada mercadería, más allá de los cigarrillos.
Cuando la sociedad disponga de esta nueva ley, habrá que ver en qué medida se conseguirá su estricto cumplimiento con el escaso personal de los cuerpos de inspectores que se disponen. Frente a otras normas restrictivas, como la Ley Nacional de Control de Tabaco, el porcentaje de incumplimiento en locales de Mendoza alcanzó a 58,50%. El estudio lo realizó la Fundación Interamericana del Corazón (FIC).
Frente a avance en la lucha contra el tabaquismo creemos que esta iniciativa y las que se consigan serán un paso más. Una fuerte dirección de todas estas medidas es crear conciencia y advertir que la exhibición de los paquetes de cigarrillos y los elementos complementarios son fuertes incentivos para su consumo entre la población, principalmente en los jóvenes, por las consecuencias sanitarias, sociales, ambientales y económicos del consumo del tabaco.
