Estamos hoy otra vez en presencia del Día Internacional de los Museos (DIM), que es una fecha que impuso desde 1977 el Consejo Internacional de Museos (ICOM), con sede en Francia.
Se celebra cada 18 de mayo o alrededor de esa jornada y el propósito es concientizar sobre el hecho de que estos establecimientos son un importante medio para el intercambio cultural, el enriquecimiento de las culturas y el conocimiento del pasado, así como para el desarrollo de la comprensión mutua, de la colaboración y de la paz entre los pueblos.
En esta ocasión, el día se celebrará bajo el lema: “Los museos como ejes culturales: el futuro de la tradición”. La propuesta tiene que ver con el hecho de que el papel de las instituciones de esta naturaleza está cambiando.
Los museos se están reinventando continuamente para ser todavía más interactivos, centrados en la audiencia, orientados a la comunidad, flexibles, adaptables y móviles. Se han convertido en ejes culturales que funcionan como plataformas donde la creatividad se combina con el conocimiento y donde los visitantes pueden co-crear, compartir e interactuar.
Mendoza alberga más de cincuenta museos de diferentes escalas y tipologías, dispersos en toda su geografía y en conjunto atesoran y difunden el acervo de los mendocinos.
Tanto la Municipalidad de la Capital como la Secretaría de Cultura de Mendoza, a través de las direcciones de Patrimonio Cultural y Museos y Gestión Territorial, han organizado actividades muy diversas para que esta evocación no pase desapercibida, cometido que se viene repitiendo desde 2016. Esto, hacer pública la fecha y generar visitas y reuniones alusivas, es muy importante y se está cumpliendo.
También hay muchas expectativas con la recuperación plena de instituciones ahora cerradas, como el Espacio de Arte Contemporáneo (ECA), que soportó un incendio que todos pensamos no debió haber ocurrido, y el Museo Provincial de Bellas Artes Emiliano Guiñazú-Casa de Fader, que se espera que quede a nuevo y reabra en los próximos meses, luego de haber sido reforzada su estructura edilicia y encontrarse en curso el reacondicionamiento arquitectónico y pictórico.
En la avenida Emilio Civit, levanta sus reales el Museo Carlos Alonso - Mansión Stoppel, del que los amantes del arte pictórico quieren que alguna vez sea el sitio de exhibición de muchas obras del notable maestro nacido en Tunuyán, y no de algunas de sus obras, como ocurre ahora.
En otro orden, genera entusiasmo la acción del gobierno de la comuna de Capital, que tiene como trabajo en proceso la recuperación del Complejo Cultural Plaza Independencia (que incluye al Museo Municipal de Arte Moderno, MMAM -cuyo funcionamiento en pleno centro se extraña- y al teatro Quintanilla).
Por supuesto que la primera prioridad de los organismos estatales es cuidar y conservar las entidades oficiales, y está bien que se haga así, pero habría que extender la protección a otros lugares privados, y que tienen magníficos acervos, aunque les cuesta mucho mantenerlos en servicio y no pocos corren el peligro de desaparecer.
Un ejemplo, entre varios, el museo ferroviario que abrió el antiguo empleado del riel Néstor Antonio Flores, en la vieja estación Blanco Encalada, en Las Compuertas.
Asimismo, describimos como pasos positivos la creación de museos como los de Arqueología de Alta Montaña, el de la Arquitectura y Diseño, de la Energía y el Transporte, que están dando sus primeros pasos.
Recordemos, para finalizar, que una gestión de gobierno dura cuatro años mientras que los museos son para toda la vida. Hay que superar desencuentros y mantener lo mejor posible estas instituciones, que atesoran nuestro pasado, cultura, idiosincrasia y tradición.
