“Arrancaba en mitad de cancha a gran velocidad y se gambeteaba a uno, dos, tres chicos. Amagaba para un lado, giraba y salía para el lado. Eran todos chispazos rápidos. Venía de frente al marcador y él giraba con todo el cuerpo, hacía una vuelta con pelota al pie y arrancaba en diagonal. Era impresionante. Nunca vi nada igual”.
El narrador es Eduardo Abrahamian, ex técnico de las Infantiles de River. Su cara brilla cuando cuenta la anécdota. Gesticula con las manos para contar una historia y recuerda detalles como si no hubiesen pasado 16 años. Hace referencia a Lionel Messi. Al momento en que el crack se probó en las divisiones menores del Millo. Fue una prueba y luego tres días de prácticas con la categoría ‘87 que curiosamente integraba Gonzalo Higuaín. De hecho, en el último ensayo que Lio hizo en River, Abrahamian lo juntó con el Pipa en el equipo titular.
Antes de irse a España, Messi pudo haber sido jugador de River. ¿Qué pasó? ¿Por qué no se sumó a las inferiores? ¿Fue la desidia dirigencial del club de Núñez? ¿Fue Newell's el que no quiso darle el pase? ¿Tuvo que ver el costoso tratamiento hormonal? La prueba de Messi en River fue a fines de 1999 en la cancha 7 de Ciudad Universitaria. Y quien estuvo a cargo de la misma fue Abrahamian, coordinador de las Infantiles.
“Me acuerdo que estaban Messi y Leandro Giménez, que jugaba de delantero. Y Lionel me deslumbró. Tenía una técnica formidable y mucha velocidad. Hacía muchos goles. Lo llamé a Delem, que era el coordinador general para que lo viera. Y le encantó. Entonces, lo mandé junto al padre a la oficina de Fútbol Infantil para que hiciera los papeles y lo ficharan.
-¿Y qué pasó después?
-No lo sé. Algunos me dijeron que fue porque River no quiso hacerse cargo del tratamiento, pero yo nunca escuché eso. En el club lo aceptábamos igual por sus condiciones. Si después en alguna oficina hablaron de ese tema, no lo sé. También había que resolver lo del pase, que le pertenecía a Newell's. Yo esperaba al año siguiente contar con él pero no lo vi más. Teníamos en la categoría a Gonzalo Higuaín. Con ellos dos hubiésemos robado.
Messi llegó a esa famosa prueba por recomendación del recordado Federico Vairo, gloria millonaria que en ese momento se encargaba de detectar talentos. “Messi se sumó a un grupo de chicos que habíamos sido seleccionados luego de probarnos en la filial de River en Rosario, entre los que estaba yo”, contó Leandro Giménez, compañero de Lio en las Infantiles de Newell’s.
Y prosiguió el relato de la evaluación en Núñez: “A él lo dejaron en el banco de suplentes y entró en el segundo tiempo. Me acuerdo que en la primera jugada, se la llevó de espalda, se dio vuelta, la pisó, le tiró un caño al defensor y definió al ángulo. Cuando terminamos de hacer fútbol, Abrahamian nos informó a Messi y a mí que teníamos que presentarnos la semana siguiente. Entrenamos martes, miércoles y jueves con la categoría ‘87.
En una de ellas Messi hizo doce goles. Luego nos avisaron que teníamos que incorporarnos al otro año (2000). Yo pude arreglar con Newell’s para que me diera el pase y con Lio no sé qué pasó. Un tiempo después nos enteramos de que había viajado a España para probarse en Barcelona con la recomendación de un amigo de su familia.
Increíble, pero real.
"Si alguien me inspiró, ese fue Maradona"
Lionel Messi concedió una entrevista personal a la revista Gente, con motivo del 50 aniversario de la publicación argentina, y habló de sus inicios y de su vida personal. En una charla intensa y emotiva, el crack mostró su lado más humano.
Primer balón: "No lo recuerdo con exactitud, pero fue un seis de enero, en los Reyes Magos. No recuerdo el año".
Futbolista que le impactó: "Nunca seguí a nadie en especial, aunque cuando comencé a tener uso de razón Diego (Maradona) volvía a la actividad en nuestro país. Fue en 1993. De España llegó a Newell's y se sumó la Selección argentina que se clasificó para Estados Unidos 1994. Si alguien me inspiró, sin dudas fue él".
El fútbol como diversión: "Yo siempre disfruto jugando al fútbol. Es lo que más me gusta y voy a seguir hasta que pueda".
Soñar con el fútbol: "Sueño sí, pero no vivo pendiente del fútbol. No todo en mi vida es esto".
Atributos: "Entreno fuerte durante la semana para estar físicamente bien y una vez en el partido, lograr aquello que intente. En la cancha las cosas no salen porque antes las hayas practicado demasiado. Las circunstancias son distintas a las de los entrenamientos, y las situaciones, en plena competencia, salen según el momento"
Su función en el mundo: "Así como hay grandes profesionales que salvan vidas o que construyen cosas para que vivamos mejor, a mí me tocó jugar al fútbol para que otros se entretengan mirando y generando polémicas durante la semana... Y estoy muy agradecido de que haya sido así".
Popularidad: "Intento llevarlo con normalidad. Como cualquier persona, salgo, disfruto de la vida y de los momentos libres, junto a mi familia y amigos".
Un equipo por más efectivo
El 26 de setiembre, cuando apenas habían pasado tres minutos del partido entre Barcelona y Las Palmas, que los catalanes ganaron 2-1, Messi sufrió la lesión ligamentaria en su rodilla izquierda que lo dejó dos meses fuera de las canchas. En ese lapso, los de Luis Enrique jugaron nueve partidos: cinco de Liga, uno de Copa de Rey y tres de Champions, con un saldo de siete triunfos, un empate y una derrota.
Con Neymar y Suárez, el Barça reemplazó en esos dos meses las ausencias no sólo de Messi sino también de Iniesta y Rakitic. Y, como si fuera poco, logró llegar a aquel clásico español del 21 de noviembre como líder de la Liga, con tres puntos más que Real Madrid, que le llevaba uno antes de la jornada 6. Luego, la historia es conocida. Messi volvió y formó un tridente envidiable en todo el mundo.