Subiendo hoy al escenario del
Kongresshaus de Zúrich
a recoger su cuarto
Balón de Oro
, el argentino
Lionel Messi
se convirtió en el jugador más laureado de la historia del prestigioso galardón, añadiendo otra línea más a su larga lista de récords batidos.
Fuera de serie, irrepetible, extraterrestre, leyenda viva... Los elogios se suceden para un hombre tímido ante una cámara y un micrófono, pero descarado y totalmente seguro de sí mismo con el balón en los pies.
Johan Cruyff, Marco Van Basten y Michel Platini, con tres Balones de Oro, miran ya desde atrás los cuatro de Messi, que en diciembre batió el récord de goles en un año natural, dejándolo en 91, seis más de la que se consideraba hasta entonces la plusmarca, los 85 que logró el alemán Gerd Müller en 1972.
Una plusmarca puesta en duda por algunos, ya que la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), dijo no poder confirmarla oficialmente, pero que engrandece todavía más el mito de un jugador que a sus 25 años parece no tener límites.
En 2012 también batió records de efectividad: fue el máximo anotador de la Liga española 2011-2012, con 50 goles, algo que nunca antes se había conseguido en ese campeonato.
Y en marzo superó el récord de goles de un jugador con la camiseta del FC Barcelona, los 232 que había conseguido en los años cuarenta y cincuenta el recordado César Rodríguez.
"Es espectacular, consigue goles con facilidad y la mayoría son golazos. Es también un gran compañero", destacó sobre él su entrenador del Barça, Tito Vilanova.
En la noche en la que batió el récord de goles en un año natural, a principios de diciembre en Sevilla, Messi quiso ser humilde y destacó que lo importante son los títulos colectivos, porque es lo que se celebra con todo el grupo.
"Es lindo haber podido batir el récord, pero lo que importan son los títulos del equipo. Es para eso por lo que estamos trabajando", comentó aquella noche antes de abandonar el estadio del Betis, el Benito Villamarín.
Hoy, antes de la ceremonia, aclaró que no sentía que 2012 había sido su mejor año, ya que no fue el mejor del Barça.
Lleva muchos años siendo la gran estrella del equipo azulgrana y de la selección argentina, pero tiene apenas 25 años y promete seguir dando muchas noches de gloria a sus equipos.
La 'Pulga' es, ante todo, un talento precoz.
Fue un adolescente con problemas de crecimiento y llegó a la cantera del Barça procedente del Newell's Old Boys, tras impresionar al entonces técnico Carles Rexach.
Allí se sometió al tratamiento médico para su correcto desarrollo y trabajó en la prolífica escuela de formación del equipo catalán, La Masía, de donde han salido estrellas como Andrés Iniesta o Xavi Hernández.
Su estreno oficial con el primer equipo azulgrana fue en un derbi ante el Espanyol en 2004 y ya entonces se le señalaba como una futura superestrella.
Fue la estrella con Argentina en el Mundial Sub-20 de Holanda-2005 y en 2006 participó en la consecución de la segunda Liga de Campeones del Barça, pese a que la final la vio desde fuera por una lesión.
Nadie ni nada le frenó a partir de ahí. Se convirtió en la gran figura de un equipo de ensueño y su consagración llegó en 2009, cuando el Barça ganó seis títulos, entre ellos la Liga española, la Liga de Campeones y el Mundial de Clubes.
Ese año ganó el primero de sus cuatro Balones de Oro y entre los siguientes éxitos destacó 2011, donde el equipo ganó de nuevo su Liga, sumó la que fue su cuarta Liga de Campeones y alcanzó la gloria en el Mundial de Clubes.
La única mancha en su hoja de servicios se refiere a la selección argentina, con la que conquistó en 2008 el oro olímpico en Pekín, pero donde no ha podido brillar en el Mundial o la Copa América.
El rey del fútbol, el heredero de Diego Maradona, no tiene por el momento rival y tiene todo a favor para continuar siendo el mejor en un 2013 que para él empieza de la mejor manera.