"Es todo muy reciente. Tiene que levantarse porque tiene una final de copa en pocos días (define la Copa del Rey ante el Valencia el 25 de mayo). Es un palo importante, pero tiene que reponerse para lo que viene", Lionel Scaloni.
De Dios a demonio en menos de una semana. El 4-0 del Liverpool sigue conmoviendo en todo el mundo, porque esto es algo fuera de lo común, peor que la eliminación del año pasado. De hecho Messi sufrió ese tipo de goleadas en el Barcelona sólo cuatro veces, lo que refleja la dimensión de ese golpe de nocaut en Anfield. El fútbol a veces se toma revancha, como en este caso, porque nada más injusto que aquel 3-0 de la ida, que encaminaba a Leo rumbo a su quinta Champions. La explicación de aquel partido fue Messi, simplemente. Como la explicación de este tremendo golpazo también es Messi. No sólo él, pero sí como referente excluyente.
Hay porqués de este partido que noqueó al Barcelona, que le dio a Messi uno de los cachetazos más grandes de su carrera. En simultáneo, la actitud avasallante de un Liverpool que sin Salah ni Firmino se llevó puesto a un equipo sin reacción, que no parecía el Barcelona, que no parecía tener al mejor del mundo ni a otras estrellas. Y si estuvo superlativo en la ida, también le cabe una gran responsabilidad ahora. Sin eficacia, con un tiro libre en la barrera, con esas caras y gestos de desconcierto que sufrimos en momentos de Selección. No parecía el Messi catalán, sino el que padeció situaciones límite con la celeste y blanca, como finales de Copa América o Mundial.
Todos, grandes, gigantes, leyendas, están expuestos a este tipo de fracasos. Y en Inglaterra se vio a un Messi terrenal (en un subsuelo), desbordado, desorientado como pocas veces. Lejos de ese líder que dio la charla en la cancha en la ida, con cinta de capitán pero sin conducción, sin reacción ni rebeldía. Le queda la Copa del Rey, ante Valencia (25/05).
Sin La Pulga ni Cristiano
La Liga de Campeones de Europa no tendrá a los astros Lionel Messi y Cristiano Ronaldo en la final por primera vez en cinco años. La eliminación de Juventus en cuartos de final, a manos de Ajax, privó a CR7 de un nuevo objetivo, acostumbrado a las finales con Real Madrid. Liverpool consumó el martes una hazaña histórica ante Barcelonapor semifinales, con La Pulga en cancha, y dejó sin final al otro mejor jugador del planeta. Desde la temporada 2013/2014, el Madrid y Barça acapararon las finales de la Champions con cuatro consagraciones del Merengue y la restante de los Culé. Real Madrid derrotó a Atlético Madrid en dos ocasiones (2014 y 2016), a Juventus (2017) y a Liverpool (2018), mientras que Barcelona venció a Juventus (2015).
Messi y Ronaldo solo se enfrentaron una vez en el triunfo de Barcelona ante Manchester United por 2 a 0 en Roma, para la temporada 2008/2009.