Messi se eleva a una constelación desconocida

El astro argentino tuvo su año consagratorio en 2012. Mientras, él, con su extraordinario talento, sigue decidido a reinventar el fútbol a cada paso.

Messi se eleva a una constelación desconocida

El astro Lionel Messi se elevó durante 2012 a una constelación desconocida con logros y méritos individuales que lo afirmaron, ya sin ninguna posibilidad de resistencia, como un admirable fenómeno en la historia del fútbol mundial.

Los 91 goles anotados desde enero en Barcelona y el seleccionado, que minimizaron primero al brasileño Pelé y luego al bombardero alemán Gerd Müller, los complementó con la definitiva conquista del hincha argentino, rendido ante el liderazgo futbolístico que ejerció durante la transición hacia el único logro que le resta y merece: el Mundial.

En los doce meses de 2012, el rosarino, de 25 años, recorrió un camino repleto de actuaciones consagratorias que, sin dudas, culminará con la adjudicación del Balón de Oro FIFA por cuarta ocasión consecutiva, algo inédito para los registros de este premio que ganaron tres veces, entre otros, el francés Michel Platini y los holandeses Marco Van Basten y Johan Cruyff.

En Barcelona, superó, en marzo pasado, a César Rodríguez como máximo goleador de la historia del conjunto “culé” en compromisos oficiales y ahora apunta a ser el que más hizo en total (contando también amistosos) ya que con 309 se ubica a 60 de Paulino Alcántara, primero, y a 24 de Josep Samitier, segundo.

De los 91 tantos que anotó durante 2012, 61 fueron en la Liga española, de los cuales 26 los consiguió en las 16 fechas del torneo actual, y anotó once “dobletes” (seis de forma consecutiva) y un “hat-trick”.

Con esas marcas y más de la segunda parte de la temporada por delante, se dispone a superar los 50 que convirtió en la pasada y con los que se llevó la “Bota de Oro” al máximo anotador de las competiciones europeas.

En la Liga de Campeones de Europa, marcó 13 pero se llevó una de las mayores decepciones del año, tras quedar eliminado en semifinales por el Chelsea de Inglaterra, luego campeón. En la revancha de la serie, “La Pulga”, falló un penal que pudo significar la clasificación.

Sin embargo, fue el máximo goleador del certamen y en la actual edición lleva marcados cinco en los seis partidos que disputó por la fase de grupos. Además, con 56 anotaciones sigue su carrera para igualar al español Raúl (71) como el máximo goleador histórico de esa competencia de clubes europeos.

A nivel colectivo, el único título que consiguió Messi en el año fue la Copa del Rey (anotó tres y dos en la Supercopa de España que perdió con Real Madrid), luego de vencer al Athletic de Bilbao de Marcelo Bielsa en la final que significó el último partido de Josep Guardiola, hasta el momento el DT más influyente de su carrera.

Dentro de su asombrosa estadística, apenas doce goles (acumula 31 y está a tres de Diego Armando Maradona) fueron con el seleccionado argentino en la misma cantidad de partidos disputados.

Sin embargo, este año marcó un antes y un después de “La Pulga” en el equipo que avanza a paso firme hacia la clasificación del próximo Mundial bajo el mando de Alejandro Sabella, uno de los responsables de elevarlo a tope.

Luego de varios ciclos frustrantes, el “10” se sintió realmente líder del plantel, más allá de la confirmación del DT como capitán, y desde sus magníficas actuaciones, tanto en los amistosos como en la Eliminatorias Sudamericanas, la relación con el público dio un vuelco.

De la resistencia que partía del discurso que “no era el mismo del Barcelona”, el astro cambió murmullos por aplausos e idolatría. Para esto ayudaron mucho los tripletes ante Suiza y Brasil, y la actuación ante Ecuador en la que confirmó que iba a ser padre de Thiago.

También los encuentros ante Paraguay y Uruguay en Córdoba y Mendoza, respectivamente.

Allí, recibió como nunca el cariño del público argentino y escuchó por primera vez, desde su debut en 2005, el famoso cántico que “de la mano de ‘Lio’ Messi, todos la vuelta vamos a dar”.

Más allá de todo, la mayor alegría que tuvo en 2012 fue afuera de las canchas. El 2 de noviembre nació en Barcelona, Thiago, su primer hijo, fruto de la pareja que forma con Antonella Roccuzzo. Tras el acontecimiento se consideró como “el hombre más feliz del mundo”.

Para ponerle un adjetivo a todo lo que logró y seguirá logrando Lionel Andrés Messi sirve parafrasear a Alejandro Sabella, quien le sugirió a la Real Academia Española incluir el apellido del crack para graficar la excelencia en un campo de juego.

“Podemos decir malo, muy malo, regular, bueno, muy bueno, excelente y extraordinario. Pero arriba de todo, Messi”. Una definición gráfica y contundente para un extraordinario talento decidido a reinventar el fútbol en cada paso.

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