El estelar rosarino Lionel Messi dejó de estar a la sombra del gran Diego Maradona y cobró vuelo propio con un cuarto Balón de Oro que lo convierte en un especimen único en la historia del fútbol.
En este país, un compatriota extraordinario siempre fue “un Gardel” o, a partir de México ‘86, “un Maradona”. La semana pasada, el canal de cable TN anunciaba una entrevista a un gran científico: “El Messi de la ciencia”, constató ayer el periodista Ezequiel Fernández Moores en una columna en el diario español El País.
Idilio con la Selección
El año 2012 fue el de la reconciliación de los hinchas argentinos que comenzaron a ver en la cancha algunos de sus toques y genialidades con la camiseta albiceleste puesta.
Tan parecidos por su talento y tan opuestos por personalidad, Messi parece la contracara de Maradona, ídolo salido de una villa miseria y la pobreza, provocador, irónico y polémico.
Con Messi, dice Olé, “ganó la humildad, ganó el que no hace trampa, el ídolo de los chicos. Y el de los grandes”.
Ese estilo casi tímido fuera de la cancha, hace que a veces los argentinos extrañen un poco esa picardía maradoniana que trascendía su relación con la pelota y hacía divertir tanto como podía enojar a sus interlocutores.
“En generaciones que aún discuten si es mejor Messi o Maradona (¡la verdad, qué nos importa en estos momentos! pega fuerte el amor que el top mundial tiene por el deporte, por jugar cada partido como si fuese el último”, se congratuló Olé.
Con este nuevo récord de cuatro Balones de Oro consecutivos, superando a los tres del francés Michel Platini y de los holandeses Marco Van Basten y Johan Cruyff, al 10 argentino con sus 25 años sólo le falta un título mundial.
“Ya lo dije, ser campeón del mundo con la Selección no se cambia por nada”, se encarga de aclarar Messi, que anotó 91 goles en 2012 superando la marca de 85 del alemán Gerd “Bombardero” Müller en 1972.
Maradona, quien brilló como jugador en la década del ‘80, ganó con Argentina la Copa del Mundo de México ‘86 y el subcampeonato en la de Italia ‘90, además del Mundial juvenil en Japón’79.
El palmarés de Messi con la albiceleste incluye un Mundial juvenil, el de Holanda 2005 y la medalla de oro de los Juegos de Pekín 2008.
A nivel de títulos europeos, Maradona ganó una copa de la UEFA con el Nápoles mientras que Messi logró tres Champions League con el Barça.
“Hay quienes todavía argumentan discusiones absurdas y comparaciones sin sentido. Messi no es Maradona y no lo será. Porque es único -como lo fue Diego- y porque plantea su juego lejos de los egos y cerca de su mundo de fantasía donde todo es posible con la pelota al pie”, analizó Tiempo Argentino.
El “Pelusa” seguirá siendo leyenda y el tiempo dirá si finalmente la “Pulga”se ganará el título del mejor futbolista de la historia.
“Se diría que lo que empezó Maradona, lo culmina Messi. Maradona jugaba como si estuviera inventando el fútbol con cada movimiento; Messi, como si lo hubiera perfecccionado hasta un punto insuperable”, señaló el escritor Martín Caparrós en Olé.
Como un guiño para la popular, el astro del Barcelona eligió para la ceremonia de entrega del Balón de Oro del lunes en Zurich vestirse con un saco negro a lunares blancos, emulando a Maradona que usó uno muy parecido en los ‘90 durante su paso por el Sevilla. Ningún medio dejó de notarlo.
