Es una historia que merece final feliz. No hay otra manera de cerrar lo que inició este plantel allá por el mes de diciembre del año pasado, cuando arrancó el sueño “azulgrana”. Desprotegidos, sin poder entrenar con absoluta comodidad (en ocasiones debieron hacerlo en un complejo lejos del club), con pocos materiales y hasta con deudas.
Así fue el andar de este equipo del “Fiti” por este Torneo Federal C. Sin embargo, fueron los jugadores quienes se comprometieron a dejar la vida por llegar a la final. Hubo que sufrir y gozar en iguales cantidades. Si hasta el DT tuvo que poner plata en ocasiones para tapar grietas.
La ayuda de exjugadores y allegados fue fundamental para estar hoy a las puertas de un nuevo logro. Quedan dos partidos, es cierto, pero nadie podría desconocer el compromiso de tantos jóvenes que ya rindieron materias para hacerse hombres.
Una lección bien aprendida
Había miedo en la delegación mendocina. Nadie quería reconocerlo, pero los antecedentes de violencia entre Árbol Verde y Leonardo Murialdo hacían presumir lo peor.
Sin embargo, Nino Gómez, su presidente, a la cabeza, la entidad sanjuanina dio una lección de madurez. Además de una buena recepción para con el plantel, la dirigencia “arbolina” preparó un lugar especial para los simpatizantes “cerveceros” que acompañaron al plantel. Fueron ubicados junto a los hinchas locales y nada sucedió durante el juego.
Es más, Gómez se ubicó junto a ellos para garantizar su seguridad y, cuando algunos inadaptados comenzaron con las amenazas, acompañado de otro grupo de simpatizantes locales, logró aplacar los ánimos de los violentos. Un gesto que debe ser aplaudido hasta el cansancio.