La comisaria de Comercio de la Unión Europea (UE), la sueca Cecilia Malmström, aseguró el jueves pasado que es "prioridad uno" cerrar el acuerdo Mercosur-Unión Europea, antes del 31 de diciembre cuando termine su mandato. Esta declaración a la prensa se suma a las claras intenciones tanto de Mauricio Macri como de Jair Bolsonaro de cerrar el acuerdo comercial. Sin embargo, la vitivinicultura, está dividida sobre cuáles podrían ser las posibles implicancias de un tratado de libre comercio de esta naturaleza.
Ha sido un lugar común en la agenda de reclamos, la falta de acuerdos comerciales y con ello la comparación de la posición de Argentina vs. Chile, pero en este caso hay discrepancias serias sobre las consecuencias que podría aparejar dejar entrar vino importado al bloque y eso divide las aguas.
Entre los puntos en conflicto: hay quienes creen que la Unión Europea al ser excedentaria, colocaría parte de sus vinos en nuestro mercado interno (en donde se vende el 75% de las vinos que se producen en Argentina y que está en retracción) y por otro lado, la entrada irrestricta de vinos europeos podría afectar al mercado de Brasil (cuarto destino de las expo de fraccionado, pero uno de los mercados de cercanía de Argentina por excelencia).
Cabe recordar que el acuerdo entre ambos bloques supone que el arancel de los vinos europeos se reduzca de 20% a 0% mientras que para los vinos del Mercosur la baja sería del 4% a 0%. Además el Brexit deja abierta otra incógnita, ya que los números cambian si no se toma en cuenta Reino Unido. Pero principalmente lo que se está reclamando es obtener información sobre qué posiciones se están negociando y lograr condiciones de igualdad competitiva entre los bloques. En este sentido, varios consideran ir al arancel cero y que Argentina cobre retenciones claramente.
Las bodegas que tienen perfil exportador, principalmente las nucleadas bajo Bodegas de Argentina (concetran el 90% de las exportaciones), reclaman que se firme un acuerdo de cero arancel entre bloques, ya que consideran que Argentina terminará beneficiada. De hecho, un estudio privado llevado adelante por la propia entidad, estima que los países de la UE (no productores) son un mercado mucho mayor al de Brasil, con o sin Brexit. Y además señala que los principales obstáculos a las exportaciones de vino argentino a Brasil son la cerveza y la carga tributaria sobre el vino, no la potencial importación de vino europeo. Con ello dan por cerradas las dudas al respecto.
Del otro lado, se encuentran diversas entidades que consideran que un acuerdo con las características del que se pretende firmar, terminaría perjudicando seriamente a la vitivinicultura argentina y sumiéndola más en la crisis.
"Estamos negociando con el principal productor de vinos del mundo – fuertemente subsidiado – que a su vez tiene un mercado de 12.500 millones de litros. De la misma manera, Brasil es un mercado más pequeño en volumen pero de cercanía, y en el que el vino importado crece constantemente, de hecho, en los últimos 5 años las importaciones crecieron 10% por año, de acuerdo a datos del Observatorio Vitivinícola", señala Carlos Fiochetta, gerente de Coviar, quien reconoce que es necesario establecer plazos y gradualidad en el acuerdo, de manera de compensar las asimetrías que existen entre la vitivinicultura del Mercosur y la UE.
Eduardo Sancho, presidente de Acovi y Fecovita, reconoció que son necesarios los acuerdos pero resaltó que en este caso no hay información suficiente sobre qué se va a firmar. "Están por cerrar un acuerdo con el bloque vitivinícola más grande del mundo y como entidad no logramos saber qué implica este acuerdo. Además hay que tener condiciones competitivas de igualdad y en Argentina te ponen un impuesto por exportar, mientras que la UE subsidia estos envíos".
Para Francisco Do Pico, director de RR.II de grupo Peñaflor, es "fundamental exportar por que el mercado interno se va a seguir achicando". El ejecutivo cree que hay que firmar el acuerdo con arancel cero lo antes posible y además asegura que hay que trabajar en un plan de reconversión para que la vitivivinicultura logre mayor competitividad. "Hemos perdido más mercado frente a la bebidas sustitutas que ante la competencia internacional", agrega.
José Zuccardi, presidente de la UVA, indicó que "de firmarse un acuerdo con estas características se puede causar un servero daño a la región". Además agregó que es necesario realizar un estudio serio sobre el verdadero impacto de esta medida.
En tanto, Alberto Arizu, titular de Luigi Bosca consideró que "Argentina puede colocar cualquier vino en la UE y para eso necesita quitarse el lastre que implica un arancel. Hoy España e Italia son muy competitivos en precios y se fueron adaptando a la dinámica del comercio mundial".
Arizu descartó de plano una posible invasión de vinos importados en el mercado local y calculó que la expansión mundial en el comercio de vinos de los últimos años, ha sido la exportación. Mientras hace 20 años el intercambio mundial era el 20% del comercio de los vinos, hoy supera el 40%. "Es decir se consume más vino importado que nunca", sentenció.
Vinos: cuánto vino se vende a la Unión Europea
El principal exportador de productos vitivinícolas del Mercosur a la Unión Europea es Argentina (U$S 220 millones) en tanto que el principal importador es Brasil (U$S 157 millones). Si se excluye a Reino Unido, principal demandante de vinos importados desde el Mercosur, el saldo comercial de productos vitivinícolas pasa a ser negativo, dado que durante 2018 el Reino Unido importó desde el Mercosur (principalmente desde Argentina) U$S 108 millones, lo que lleva a un saldo comercial vitivinícola negativo para el Mercosur de U$S 54 millones.