No hay dudas de que Mercedes Morán es una actriz todo terreno. Trabajó con los grandes del género televisivo del siglo XX y cobró popularidad con la mítica "Gasoleros".
Después de aquel éxito siguió trabajando en televisión en papeles que interpretó con la misma calidad en "Guapas", "Socias", "Culpable" o "En Terapia", por nombrar algunas propuestas.
En cine podríamos decir que su tránsito es igual de versátil y que participó de películas de cineastas tan distintos como reconocidos como Juan José Campanella, Lucrecia Martel o Ariel Winograd.
El 2020 la encuentra presentando una obra de teatro (sobre textos de Virgine Despentes) y una película: "Araña", la dirige Andrés Wood ("Machuca"). Es un relato sobre el grupo ultra nacionalista Patria y Libertad, que colaboró para derrocar al presidente Salvador Allende, y es el motivo de nuestra conversación exclusiva.
En “Araña” interpreta a Inés, una mujer de la clase alta chilena involucrada política y sentimentalmente con algunos de sus miembros. La naturalidad con la que Morán habla con la cadencia chilena llama poderosamente la atención. Aquí nos cuenta cómo lo logró y su deseo para con el feminismo.
-¿Cómo aprendió a hablar ''a la manera chilena'', digamos?
- Tuve a Mariana García Guerrero como coach y ella fue fundamental porque abordamos el trabajo de una manera que me resultó de mucha ayuda. Normalmente, cuando se trabaja un acento, una piensa que tiene que hacerlo con una persona que sea del lugar, pero ella tiene una forma de trabajar muy distinta a la convencional que es quitarte tu propio acento, llevarte a un neutro, y a partir de allí incorporar el nuevo acento. Yo quería ser específica: quería trabajar no una chilena, quería que sea una chilena particular, de una determinada clase social y que maneja mucho poder, entonces tomamos otro camino.
- Y ¿cuál fue ese "otro camino"?
- Bueno, buscamos en internet alguna mujer pública chilena que tuviera un carácter similar o un comportamiento parecido a lo que nos parecía era el personaje. Entonces sobre el material de esa persona, Mariana me desdoblaba las entrevistas, la forma de hablar. Y a partir de ahí empezaba a hablar yo sobre ella.
- Desde ya, no me puede decir quién fue esa señora (risas)... Parece un trabajo muy minucioso. ¿Estuvieron mucho tiempo trabajando?
- Estuve previamente mucho tiempo estudiando y cuando llegó el momento del rodaje Andrés me pidió que me olvidara de la minuciosidad, que fuera una chilena más en general, que me ocupara de la situación, no quería que me sintiera intervenida por eso.
Entonces lo que decidimos, para perfeccionar algunas escenas, fue que luego del rodaje podíamos hacer un autodoblaje. Ahí terminamos con mucha obsesión el trabajo, y eso me dejó tranquila. Y cuando se estrenó en Chile, vinieron las actrices amigas chilenas, que también colaboraron con esto, y me dieron el visto bueno; quedé más tranquila aún.
- Qué honor que la hayan convocado para el papel siendo argentina pues hay otras actrices chilenas que podrían haberlo hecho. ¿Cómo conoció al director? ¿Qué piensa de esta coparticipación?
- Yo lo conocía como espectadora. Y él me conocía porque había visto películas donde trabajé, como aquella que hice en Chile con Pablo Larraín sobre Pablo Neruda. Y bueno, me convocó a mí para hacer de una chilena y también a María Valverde, que es española, para interpretar a mi personaje de joven. También para ella fue un tema el acento. Pasada la prueba, digamos que son esas elecciones de los directores que inauguran la posibilidad de que de verdad se pueda confiar en actores o actrices de la región para hacer otros acentos y no que el argentino haga de argentino, el cubano de cubano, y etc.
- Usted trabajó en varias películas que tienen como trasfondo los '70. Pero en ésta imagino que, luego de leer el guión y tener una posición ideológica clara al respecto, tuvo que abstraerse de todo eso y componer a esta mujer manipuladora que, de alguna manera, aparte de la simbología propia de la organización Patria y Libertad, es un "araña". ¿Qué piensa?
- Es la primera vez que me dicen eso. Ella también tiene algo de eso: cómo maneja su poder, cómo va generando sus contactos para mantener debajo de la alfombra lo que no quiere sacar a la luz. Siempre la habíamos asociado al emblema del partido, pero puede ser también lo que decís. A mí me gusta hacer personajes que estén en mis antípodas: en este caso, ideológicamente. No es que quiera hablar bien de mí pero, por ejemplo, yo tiendo a ser una madre protectora y me gustaría interpretar a una mamá desprendida y descariñada. Es un ejercicio como actriz, hacer algo que está muy lejos tuyo siempre te enriquece. Me gustan los actores que no tienen mucha personalidad, me gusta ver el personaje delante de la actriz y del actor. Como actriz me gusta no repetirme.
El estallido social en Chile
Si bien la película se filmó antes de los reclamos sociales, el trasfondo del tiempo presente de “Araña” (la película transcurre en dos tiempos: la actualidad y los ‘70) vislumbra una sociedad desigual y contrastada.
- ¿Diría que "Araña" ayuda a comprender el estallido social en Chile?
- Ayuda a comprender el negacionismo, la impunidad que se mantuvo y se trata de mantener en una sociedad que después de la Dictadura, como la que tuvimos nosotros, no tuvo juicios, ni culpables; entonces la convivencia en ese sentido implica una capacidad de negar muy grande y lo que de alguna manera la película muestra es que eso es enfermante. Y lo que sucede en Chile, también. Y cuando aparece no siempre aparece de la mejor manera.
El feminismo y la polémica por la campaña de Jimena Barón
Hace unos días una campaña de difusión de la cantante y actriz Jimena Barón suscitó polémicas y dichos sobre su misma persona. Al mismo tiempo, puso en agenda las posiciones contrapuestas respecto de la abolición definitiva de la prostitución y la libertad de las mujeres de utilizar su cuerpo como les plazca, incluso para comercializarlo a cambio de sexo.
- ¿Cuál es su opinión respecto del debate en torno a la campaña de difusión de Jimena Barón?
- Yo creo que es sano que dentro del feminismo existan distintas opiniones, distintas posturas. Una de las maneras que tienen de desprestigiarnos es diciéndonos feminazis. Eso alude a una verticalidad, a algo rígido donde todos responden de la misma manera. Aquí nadie se asombra cuando personas de distintos partidos se alían para ganar elecciones, pero al feminismo le caen con todo porque hay distintas corrientes. Yo creo que no tenemos que sumar agua para dividirnos, creo que podemos estar unidas peleando por nuestros derechos. En el caso de Jimena, la banco. Sé que ella es una mujer luchadora y honesta, y salió a pedir perdón si alguien se sintió ofendido y ya está.
"Araña", coproducción chilena, argentina, española, se estrenó el jueves pasado en la Argentina; después de su paso por los festivales de San Sebastián, Toronto y Chicago.