Si bien el precio de casi todas las frutas y verduras subió en el último año, muchas lo han hicieron por debajo de la inflación. Los productores advierten que compran en dólares y venden en pesos, para aludir a que el costo de insumos como semillas y agroquímicos ha acompañado la variación de la moneda norteamericana al tiempo que no han podido trasladar ese incremento a precios por la caída del consumo. Los revendedores aseguran que el contexto tampoco es favorable para ellos, por la baja en las ventas.
Según datos del Instituto de Desarrollo Rural, en un año, el precio real -restando la inflación entre agosto de 2018 y el mismo mes de 2019 (la última disponible)- en el mercado mayorista tuvo una suba de 100% para el apio, de 75% para el ajo colorado grande, de 44% para la cebolla mediana, de 31% para la lechuga repollada, de 16% para el brócoli y de 7% para la espinaca.
En cambio, los valores reales de ciertas verduras y hortalizas cayeron. Hubo una retracción del 31% para el caso de la zanahoria y el repollo blanco, 25% para la acelga, 23% para a papa, 18% el berro, 17% la pera y 8% la remolacha.
Cuando se toma en consideración los precios de frutas y verduras en los mercados de abasto, que releva la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA), se observa una situación similar. De todos modos, se debe tener en cuenta que un mismo producto puede tener oscilaciones importantes de acuerdo a la relación oferta-demanda, que a veces se producen en pocos días.
Omar Carrasco, presidente de la UFHA, subrayó, en este sentido, que la bolsa de cebolla (de 22 a 24 kilos) costaba $ 1.100 un mes atrás y ahora bajó a $ 400. Esto, porque se había terminado, todavía no llegaba la nueva y la que se conseguía, se traía del sur de Buenos Aires y los brasileños empezaron a comprar, lo que elevó los precios.
Asimismo, explicó que, en los mercados de frutas y verduras ocurre algo diferente a lo que sucede en otros sectores, en los que el valor sube y rara vez cae. En este caso, en gran medida por tratarse de productos perecederos, la misma oferta y demanda regula los valores de mercado y si se produce una suba de una mercadería, probablemente se acomode en los próximos días o semanas.
Según el relevamiento de la la Unión Frutihortícola Argentina, cuando se considera la evolución de los precios en el último año, restando la inflación, los productos que más subieron fueron: la calabaza (293%), la cebolla (241%), la manzana (79%), el zucchini (64%), la lechuga (60%) y el repollo (60%). Como contraparte, el precio del camote cayó 64%, el limón 36%, la papa 19%, la acelga 15%, la mandarina 11%, la naranja 7% y la cebolla de verdeo 4%.
Productores apretados
Gustavo Hervas, quien tiene una finca de 6 hectáreas en Maipú, comentó que la caja de lechuga se la compran a $ 60 o $ 70, pero la venden a $ 250 o $ 300, por lo que el revendedor es quien logra la diferencia. El productor manifestó que quienes trabajan una propiedad pequeña están complicados, mientras los medianos y grandes pueden hacer una diferencia porque diversifican.
En cuanto a su propia producción, Hervas indicó que está plantando lechuga, acelga, remolacha y aquellas hortalizas y verduras de las que él mismo puede obtener semillas. Esto, porque comprar las de tomate, por ejemplo, le demanda una inversión de 30 mil pesos. En cuanto a otros costos, planteó que el año pasado pagaba $ 2 mil de electricidad, pero ahora la factura asciende a $ 12 mil y el pozo cada vez le aporta menos agua.
El productor, que antes vendía en el Mercado Cooperativo de Guaymallén, detalló que ahora prefiere entregarle la producción a su hermano, que es intermediario. "La chacra es una lotería", lanzó para explicar que se trata en parte de acertarle al producto que se planta cada año.
Por su parte, Cristian Ramón, quien tiene finca en Corralitos, manifestó que se consigue un buen margen de rentabilidad con productos que con poca oferta; el resto se paga casi al mismo precio que el año pasado. "La suba de costos en dólares ha llevado a una merma en la producción y a que se vean fincas abandonadas o que se convierten en barrios privados", comentó.
En cuanto al panorama de valores, detalló que la mercadería que proviene del norte, como el choclo, ha aumentado por el flete; al igual que la manzana, que subió debido a que lleva un buen tiempo en frío. También los espárragos y alcauciles tienen buen valor si se considera que son de estación. En tanto, el tomate está bajo y ya se consiguen zapallitos mendocinos, por lo que también se ajustó su valor.
Sin embargo, Ramón comentó que se suele demonizar al revendedor, pero todo están en la misma situación. Él conoce de esto porque trabaja en la finca y tiene un puesto en el Mercado Cooperativo de Guaymallén. Como un dato, indicó que la bolsa de papas se vende a $ 220, pero sólo la bolsa de plástico cuesta $ 70.
El productor explicó que si bien históricamente se ha tenido que enfrentar el riesgo de las contingencias climáticas y las variaciones de precios, por lo que se compensaba un año bueno con otro malo, hoy no cree que pudieran recuperarse si perdieran lo sembrado por la piedra.
Omar Carrasco, titular de la UFA, señaló que los productores mendocinos la están peleando porque el precio está por debajo del costo de producción. Esto, ya que el valor de la mayoría de los insumos es en dólares (la cotización pasó en pocos días de $ 42 a $ 60) y las deudas se actualizaron.
Por otra parte, indicó que algunos proveedores compran en el exterior con un cambio preferencial, pero le venden al productor al valor oficial, con lo que el beneficio no se traslada al eslabón más vulnerable de la cadena. También indicó que hay un monopolio en las semillas y esto favorece que los vendedores pidan el importe que quieren.
Carrasco explicó que hasta la semana pasada los cítricos estaban baratos, pero están teniendo una suba importante porque se ajustaron el flete y la desinfección. La banana, en tanto, por provenir de Ecuador, no sólo está cara sino que algunos camiones están frenados a la espera de lo que ocurra con la situación política de ese país.
Sobre la producción local, comentó que el ajo está a muy buen precio, después de años de baja, y que habrá que ver qué ocurre con las frutas de carozo, ya que las heladas de principios de setiembre afectaron sectores importantes y quienes no se vieron perjudicados podrían conseguir valores altos.
Intermediarios en baja
Santusa Condorí, quien es revendedora en el Mercado Cooperativo de Guaymallén y trae fruta de Salta, comentó que el flete les aumenta todas las semanas y los precios de los productos tienen fluctuaciones diarias. Así, comentó que una caja de tomate puede valer $ 400 un día y $ 200 al siguiente, cuando la demanda cae. A esto agregó que el alquiler del puesto en la feria ronda los $ 35 mil.
Felipe Méndez, otro revendedor, comentó que las ventas han caído "una barbaridad", al punto que en esta temporada vendía unas 300 a 400 bolsas de zapallo por día y hoy descarga apenas unas 70 y a veces tiene dificultades para vender todo. De camote solía disponer unas 150 bolsas diarias y ahora se redujo a 20.
"Si el campo no se mueve, no se mueve nada", comentó el puestero y mencionó que los productores le han comentado que, con ciertos cultivos, directamente pasan la rastra. Es decir que los eliminan sin cosecharlos por la poca rentabilidad que tienen.
Sergio Villarroel, quien trabaja en un puesto y además tiene una verdulería, indicó que el año pasado armó su negocio -compró los productos- con unos $ 5 mil, pero este año hay que pensar en invertir entre $ 10 mil y $ 15 mil. "El precio de la caja de la mayoría de las frutas está arriba de los $ 600 y llega incluso a los $ 1.200 en el caso de la banana", señaló.
En cambio, comentó que el valor de los "yuyos" se mantiene, porque hay mayor oferta y en muchos casos, los verduleros y clientes particulares llevan básicos como lo son por ejemplo la lechuga, la acelga y la espinaca.