“Nene, nene, que vas hacer cuando seas grande?/ Estrella de rock -n- roll, presidente de la Nación?...”, tarareaba en los escenarios de los 90’, un juvenil Miguel Mateos. La frase es una pregunta recurrente, transmitida de generación en generación, pero con diferentes matices e intensidades. Los millennials, por ejemplo, se han encargado de que tal carga interrogatoria sea más liviana por una decisión de ellos, más que de sus padres, respecto a lo que harán en el futuro. Pero, como dice el dicho: “hay de todo en la viña del señor”.
Es que hoy también hay jóvenes para los que elegir lo que quieren no resulta tan sencillo; ya sea por tradición familiar, por herencia, o porque le dan preponderancia a un buen ingreso. En todo caso: ¿cuál será el secreto del éxito?
"Considero que la persona tiene que inclinarse a buscar lo que le gusta. En la medida en que a uno le encanta o apasiona lo que hace, está convencido de a dónde quiere llegar, y además se capacita en pos de ese objetivo, oficio o profesión. Aspectos que seguramente nos ayudarán a encontrar trabajos relacionados con lo nos gusta y atrae, con el dinero suficiente para vivir y disfrutar", apunta la psicóloga laboral Viviana Imperiale.
Cuando se hace lo contrario, para muchos (no todos) la vida cotidiana pasa factura y lo viven como un peso. También están aquellos que se dejan tentar por una carrera o profesión remunerativa en la cual son buenos, dejando en el baúl de los recuerdos lo que verdaderamente les sacaba el sueño de chicos. “Ahí hay una elección en la cual la persona se contacta con esa profesión u ocupación por diversas causas entre las que se incluye el contexto sociocultural y el desarrollo de áreas potenciales”, recalca Imperiale.
“Hoy se está tratando de adaptar a los nuevos secundarios a orientaciones que tengan más que ver con la demanda laboral actual”, explica Imperiale.
- ¿Cuál sería?
- Se trata de todas las carreras vinculadas a la informática, la robótica y la tecnología. Son las carreras que definitivamente tendrán más salida laboral por ser tecnológicas y científicas. Si bien las humanísticas persisten, siempre hay demanda en este tipo de orientaciones.
- ¿Qué carreras son las más elegidas?
- Una de las más elegidas y por las que muchos ingresan es Abogacía, tanto hombres como por mujeres. Casi podemos hablar de un 40%. Se trata de datos brindados entre 2014 y 2015, por el Ministerio de Educación.En mujeres las carreras que le siguen son Enfermería y Psicología, y en hombres Administración de Empresas y Contador. Son las tres de las más elegidas. Si aludimos en general a porcentajes, primero aparecen las Ciencias Sociales y Políticas, luego las Ciencias de la Salud, y luego todo lo que tiene que ver con Computación, Ingeniería y Arquitectura. Por ahí, hay más elección de hombres que de mujeres en esas áreas.
"Primero que nada los jóvenes de hoy están probando. En la actualidad suelen dilatar más el tiempo de sus futuros estudios por trabajos temporales".
- Y en los oficios qué se percibe?
- Una revalorización de ellos. Muchos se dan por la adquisición de conocimientos en la familia. También hay bastante capacitación en rubros como la matriculación para ser gasista, o especialista en aires acondicionados; por nombrar sólo dos ejemplos.
- Dijiste que las carreras ligadas a la tecnología son las que marcarían la tendencia, ¿alguna en especial?
- Más que nada la informática y la robótica. Acá están habiendo campos en diferentes universidades como la Mendoza, que acaba de abrir este tipo de carreras.
Eso sí, ya con el título no alcanza, por lo que aparecen más que nunca las súper especializaciones. Por ejemplo en Medicina en general hay una baja en cuanto al área clínica, se eligen otras especializaciones como Médico de Familia, Guardias de Terapia Intensiva, entre otras.
- ¿Los jóvenes de hoy eligen con el corazón o con la cabeza?
- Primero que nada los jóvenes de hoy están probando. En la actualidad suelen dilatar más el tiempo de sus futuros estudios por trabajos temporales. Otros, por su lado, porque trabajan para mantenerse y además estudian (algo que genera mayor deserción educativa).
Lo que sí se nota es que hay una gran cantidad de jóvenes que deciden (antes de iniciar una carrera o profesión) irse de viaje; ya sea por intercambio profesional, o para conocer el mundo y otras culturas. Una experiencia para ampliar la mirada que los enriquece muchísimo, ya que los ayuda a adaptarse y desarrollarse de otra manera en un trabajo.
Hay muchos que priorizan lo que les gusta, otros en los que las presiones familiares son muy fuertes, y gente que estudia algo que le gusta, pero se adapta por ejemplo a nuevas oportunidades de trabajo (como lo son las empresas familiares). Luego hacen una especialización que les permite transferir los conocimientos al campo de trabajo que tienen. Por supuesto, hay muchos que no pueden elegir y aparecen condicionados por su entorno.
Cada caso es diferente, pero si se puede elegir desde la vocación, el estudio y capacitación con objetivos claros pueden permitir dar con lo que en realidad se quiere desplegar en el área laboral.
