Gabriel Mercado se fue haciendo un lugar en la Selección a fuerza de buenos rendimientos en River Plate, pero también en el equipo nacional, donde curiosamente resaltó por su faceta goleadora siendo, como es, un marcador de punta, consideraciones que deja de lado ante la felicidad por estar "en el sitio que me desveló toda la vida".
"¿Qué me aportó Mercado desde que lo puse como titular? Y.... gol", indicó Martino con una sonrisa y encogiendo los hombros, al justificar los motivos por los que el lateral chubutense se quedó con un puesto que nueve partidos atrás era propiedad de Pablo Zabaleta.
Los dos tantos consecutivos en eliminatorias, contra Chile y Bolivia, le dieron al ex Racing y Estudiantes de La Plata el plus de ventaja que necesitaba para quedarse con el lugar de un Zabaleta, quien no juega la Copa América Centenario por una operación de tobillo, pero que ya había resignado su lugar.
"La del domingo con Chile va a ser una final como todas, muy difícil. Pero en realidad a nosotros no nos importaba si eran ellos o los colombianos, porque sabíamos que cualquiera que nos tocara sería complicado", admitió Mercado en diálogo con Télam.
"A nosotros lo único que nos importa es lo que hacemos, y en ese aspecto nos da mucha confianza el rendimiento del equipo de cara a lo que viene. Estamos muy bien como grupo y eso es fundamental a la hora de una definición como esta", remarcó.
Su futuro futbolístico puede estar en Monterrey de México, pero su cabeza hoy está metida de lleno en una final que tiene sabor a revancha y, por eso mismo, es un compromiso sobrecargado para el equipo argentino.
"Nosotros tenemos jugadores de muy bien pie y por eso los que intentan presionarnos fracasan, como le pasó a Estados Unidos. Esa es la manera en que jugamos y no la vamos a cambiar en el partido decisivo porque así llegamos hasta aquí", reflexionó.
"La gran ilusión que teníamos todos era llegar a la final y se cumplió. Pero ahora ese primer objetivo quedó atrás y vamos por todo", advirti,ó agrandando los ojos y arqueando las cejas, como para graficar con el gesto lo que siente en estas horas previas a la búsqueda de una Copa "que esta vez no se puede escapar".
Sin embargo, al cabo de tantas batallas vio caer a algunos compañeros a su lado, aunque el caso más grave fue el de Ezequiel Lavezzi, operado hoy en Nueva York por una fractura del codo izquierdo que se le provocó en la semifinal ante los Estados Unidos en Houston.
"Fue una pena la lesión de Lavezzi y en ese momento resultó muy shockeante para todos. Ojalá se pueda recuperar pronto porque es muy importante para nosotros", enfatizó.
"Siempre quise estar acá. Es el lugar que me desvelaba. Ya se me dio en una final cuando fui campeón mundial juvenil sub 20 en Canadá 2007 y ojalá pueda repetir el domingo", se ilusionó.
Mercado tiene 29 años, los mismos que hoy cumplió Lionel Messi y con el que no solamente comparte las dos primeras letras del apellido, sino también la gran ilusión de terminar el próximo domingo celebrando un título que a esta generación se le viene negando.
"Esta no se nos escapa", enarbola en la despedida, como un canto de guerra que identifica a todo el grupo. Y "Patalín" es una parte muy importante del mismo. Lo que siempre lo "desveló".