Los precios de los vinos en el mercado de traslado de Mendoza siguen cayendo y hay pocas expectativas de que la situación pueda revertirse en los próximos meses.
Para los referentes del sector la retracción de los valores de venta es preocupante y si el problema no se resuelve pronto, podría generar distorsiones en los precios de la uva de la próxima cosecha.
Según las estadísticas más recientes publicadas por el Observatorio Vitivinícola Argentino, el precio promedio de un hectolitro de vino tinto genérico fue de $ 1.146 (sin IVA incluido) en junio de este año, mientras que en el sexto mes de 2017 alcanzó un valor de $ 1.200. Eso quiere decir que el precio promedio se contrajo 4,4% en relación a la temporada pasada.
Lo mismo pasa con los blancos genéricos. Los datos del Observatorio indican que el precio por hectolitro bajó de $ 785 a $ 725 entre junio de 2017 e igual mes de 2018, lo que deja una diferencia negativa del 7,6%.
La excepción es el valor del blanco escurrido, cuyo precio promedio fue de $ 666 por hectolitro en el sexto mes del año pasado y subió a $ 739 esta temporada. La variación interanual fue entonces del 11% positivo.
También se ven resultados similares en los vinos varietales. El malbec, por ejemplo, se vendía a $ 2.576 por hectolitro en junio de 2017 y promedia los $ 2.557 esta temporada.
En ese caso, la diferencia interanual es de -0,7%. Mucho mayor es la caída del torrontés riojano (-14%), al bajar de $ 1.077 a $ 926 por hectolitro en el período analizado.
Stock y mercado
Para los referentes del sector vitivinícola, la caída de los precios en el mercado de traslado es provocada por el aumento del stock de vinos y la caída de las ventas.
Lo primero contribuye al aumento de la oferta y lo segundo a la disminución de la demanda, un “combo” que inevitablemente conduce a la reducción de precios.
Carlos Fiochetta, gerente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), explicó que "hoy hay un stock promedio de nueve meses en tintos y al menos diez meses en blancos (según dato del INV), cuando lo ideal es que existan entre cinco o seis meses para tener un mercado equilibrado".
Según su opinión, eso se debe a “un crecimiento de 30% en el volumen de cosecha en relación a la temporada pasada y a la caída de las ventas dentro y fuera del país”.
Las estadísticas publicadas por el INV respaldan esa última observación. Según el organismo, en los primeros cinco meses del año cayeron 3,3% en volumen las ventas en el mercado interno y 3,5% los envíos al exterior.
Juan Carlos Pina, gerente de Bodegas de Argentina, también se refirió al stock y la baja de ventas como los motivos que condujeron a la reducción de precios en el mercado de traslado. Sin embargo, consideró que "el mejoramiento del tipo de cambio es una buena oportunidad para recuperarse en el mercado externo, lo que permitiría reducir los niveles de stock y revertir la tendencia de caída de precios".
Fiochetta y Pina coincidieron además en que si el problema de excedente de stock no se resuelve pronto, "podría provocar bajas en los precios de la uva de la próxima temporada", siempre y cuando la cosecha sea similar a la de 2018.
Carlos Iannizzotto, gerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) y presidente de Coninagro, reconoció que esa preocupación aparece en el horizonte, pero aseguró que aún hay tiempo para revertir la situación.
“El mercado interno no va a responder, porque las tasas de interés son altas y el consumo en general se contrae, pero hay una buena oportunidad en el mercado externo. Hay que exportar mucho pronto, antes de que la inflación anule la competitividad ganada por la suba del tipo de cambio”, comentó.
