Hace cuatro años, cuando el gobierno británico introdujo una tarifa de 5 peniques por cada bolsa de plástico, alentó a los compradores a que redujeran el impacto ambiental llevando su propia bolsa reutilizable "para toda una vida".
Pero estas bolsas -que son más resistentes que las tradicionales bolsas de plástico de un solo uso- se han convertido más bien en un factor significativo de la "huella plástica" de los supermercados más grandes del Reino Unido, según un informe publicado el 28 de noviembre por Greenpeace y la Agencia de Investigación Ambiental de dicho país.
Este año, las diez compañías que representan la mayoría del mercado minorista de comestibles en el Reino Unido han vendido más de 1.500 millones de "bolsas para toda una vida", según descubrió el informe, lo cual equivale a 54 bolsas por hogar. Eso además de los 959 millones de bolsas "para toda una vida" que se vendieron en los principales supermercados del país el año pasado.
"Hemos sustituido un problema con otro", dijo Fiona Nicholls, activista de Greenpeace del Reino Unido y una de las autoras del informe. "Las bolsas para toda una vida se han vuelto bolsas para una semana" señaló.
Tan solo una compañía, Iceland, la cadena de comida congelada, reportó que las ventas de "bolsas para toda una vida" se incrementaron diez veces este año, reveló el informe, es decir, a 34 millones de bolsas en comparación con 3,5 millones el año pasado.
Para promover las bolsas más resistentes en 2015, el gobierno dijo: "La idea es que paguen una vez por estas bolsas y cuando se desgasten puedan regresarlas y remplazarlas de manera gratuita".
Sin embargo, cuatro años después, el informe de los activistas, titulado "Checking Out on Plastic II", encontró que las bolsas "para toda una vida" que vendieron los supermercados más grandes este año sumaron 50.000 toneladas de plástico, además de las 3.330 toneladas de plástico que también generaron sus bolsas de un solo uso este año.
En general, todo el embalaje plástico en los principales supermercados del Reino Unido sumó 995.000 toneladas el año pasado, de acuerdo con el informe, aunque algunos supermercados estaban experimentando con vender más productos sueltos en lugar de ofrecer frutas y verduras en bolsas de plástico.
Después de que fue introducida, la tarifa por la bolsa de plástico se consideró la responsable de una reducción de más del 80 por ciento en la cantidad de bolsas que daban los vendedores minoristas más importantes. No ha quedado claro en qué medida se contrarrestó este efecto con el aumento en las ventas de bolsas "para toda una vida".
Desde hace años, los compradores en el Reino Unido han debatido mucho sobre la contaminación del plástico, y el público se concientizó mucho más luego de que millones de personas vieron la exitosa serie documental de la BBC "Blue Planet II" en 2017.
Su afamado narrador, David Attenborough, después le imploró a la gente que redujera su huella plástica y, a su vez, los funcionarios del gobierno dijeron haberse sentido "atormentados" por las imágenes del documental que mostraban el daño que el plástico ha causado en los océanos del planeta.
Casi 9 millones de toneladas de plástico acaban cada año en el océano, de acuerdo con Ocean Conservancy, un grupo ambiental sin fines de lucro con sede en Estados Unidos.
En 2018, las cadenas más grandes de supermercados en el Reino Unido, incluyendo Tesco, Sainsbury's y Waitrose, se unieron a una iniciativa de toda la industria para "combatir la plaga de los residuos plásticos".
La iniciativa, conocida como U.K. Plastics Pact, incluía la promesa de reemplazar el embalaje plástico tradicional con material reutilizable, reciclable o compostable, aunque algunos grupos activistas dicen que este cambio difícilmente reducirá la huella plástica de las compañías.
Sin embargo, a pesar de que la sociedad británica está más consciente de los problemas ambientales que provoca el plástico, Nicholls dijo que los supermercados y las empresas minoristas no estaban logrando una reducción de su huella plástica.
"Después de tanta sensibilización ciudadana, uno esperaría que el consumo de plástico disminuyera en los supermercados, pero en realidad está aumentando", afirmó.
Para motivar a los compradores a que vuelvan a usar las bolsas, el informe insta a los supermercados británicos a que aumenten el precio de la bolsa "para toda una vida" (que actualmente se vende por 20 peniques en Sainsbury's) a por lo menos 70 peniques, "o, mejor aún, que ya no estén a la venta".
Las ventas de las "bolsas para toda una vida" disminuyeron un 90 por ciento en Irlanda cuando los supermercados incrementaron de manera considerable el precio, sostiene el informe.
Ese incentivo busca aumentar la probabilidad de que la gente lleve sus propias bolsas al supermercado.