El apagón de consumo, convocado ayer por la organización de defensa de derechos de los consumidores Protectora, dejó los pasillos de los súper con menos concurrencia.
La impresión es que fueron muchos los mendocinos que se hicieron eco de la propuesta que apuntó a manifestarse en contra de los aumentos de precios que se han registrado en los comercios los últimos días. Por el contrario, otros no se enteraron y compraron.
Repositores y empleados reconocieron que que la reducción se notó. "No hay nadie para ser un viernes", dijo un empleado en Coto. "No se ve mucho movimiento. Yo calculo que ha venido un 40% menos (clientes)", arriesgó un encargado de la verdulería de Vea.
Lo mismo observaron los compradores que igualmente paseaban el carrito, personas habitué de cada local que sostuvieron que les llamaba la atención la reducción de compradores.
La situación no es un dato menor en una provincia con hábitos de consumo muy inclinados a los súper e hipermercados, prueba de lo cual es la permanente proliferación de estas grandes superficies.
La convocatoria de Protectora llamó a no comprar en cadenas de supermercados durante la jornada de ayer en protesta por las subas "abusivas" de precios y contra el desabastecimiento de productos esenciales de la canasta básica. Informó que el eje del reclamo fue: "Estamos cansados de pagar de más, estamos cansados de que nos roben; estamos cansados de que nos maltraten".
En un comunicado a través del cual la entidad difundió la propuesta, que se hizo extensiva a todo el país, se enumeran algunas de las causas del malestar: "No ofrecen los listados en sus puertas, no reponen productos, no señalizan en góndola; ofrecen la peor fruta y verdura; la carne es pura grasa y, cuando no tienen un producto, no lo remplazan o lo hacen por uno de su propia marca".
Por eso, Mario Vadillo, miembro de la organización, llamó a preferir alternativas como ferias o negocios de menor envergadura en la búsqueda de mejores precios.
La cadena Carrefour fue un caso particular. Ayer los empleados señalaron que el movimiento era el habitual para un viernes. Sin embargo, una encargada de la tienda de ropa comentó que este fin de semana la firma propone grandes descuentos al estilo "black friday" por lo que seguramente muchos se acercaron tentados por la oportunidad. En este sentido también puede considerarse una disminución de la demanda si se tiene en cuenta que la convocatoria debería haber superado lo habitual.
Carmen dijo que tuvo que ir a comprar porque tiene que salir de viaje y necesita algunos insumos, aunque dijo que compraría lo mínimo e indispensable. Desde su punto de vista "está bien que se haga el reclamo porque los aumentos son muchos, pero no tiene sentido si se deja de ir el viernes pero se va el sábado a comprar lo mismo. Debería ser evitar la compra de la semana para volcarla a otros comercios".
Compraron igual
De todas formas, los locales mostraban movimiento. Algunos compradores aseguraron no haberse enterado. Otros señalaron que sabían pero lo olvidaron y hasta una mujer se autocalificó como "irresponsable".
Algunos factores fueron señalados por los consultados como elementos que inclinaron hacia un lado u otro la balanza. Al ser comienzo de mes muchos se vuelcan a hacer la compra grande porque ya tienen la alacena vacía. Por el contrario, hay muchos que no han cobrado todavía. Asimismo se mencionó el hecho de que se está ante un fin de semana largo cuando suele haber reuniones y salidas.
"Yo no sabía nada. De haber sabido me plegaba. Ahora ya estoy acá, vine desde lejos para aprovechar las ofertas así que voy a comprar", dijo Gabriela en Coto.
La mayoría de los que no se habían enterado dijeron que les parecía una buena medida.
Sólo las ofertas
En general los consumidores consultados dijeron que los precios en los súper están muy elevados por lo que dijeron que la única manera es caminar para encontrar mejores precios. Otros dijeron que van sólo por las ofertas y no hacen grandes compras sino que llevan sólo lo que les conviene. Claro, eso implica trasladarse de un lugar a otro.
Quienes paseaban entre las góndolas reconocieron que el aumento de precios es muy notorio. La carne es el producto que se repite como el más llamativo pero dicen que es algo que se observa en general.
"Yo calculo que los precios se han movido entre un 20 y un 30% los últimos 10 días, desde la última vez que vine", dijo Oscar. Mencionó que cree que la carnicería de su barrio es más accesible por lo cual no llevaría ese producto del súper.
Repositores de una empresa de golosinas dijeron que la remarcación está entre el 10 y el 15%.
"Fui a un súper y me pareció tan caro que dejé todo y me vine a éste. Pero estoy llevando unas pocas cosas que necesito. Esta tarde voy a ir a un mercado más chico", comentó Viviana en uno de los híper.
Las estrategias y readaptaciones están a la orden del día. "Trato de remplazar la carne por otras cosas y si tengo que comprarla compro más pollo", dijo Betty. Lo mismo dijo René, quien señaló que busca alternativas para comprar verduras porque la carne ya la habían restringido. "Antes compraba las piezas enteras pero ahora compro un kilo y medio y generalmente se deja para el asado".
