Partidos físicos si los hay. Llegaba el momento de enfrentar a Senegal, equipo africano que tiene en sus filas a jugadores muy atléticos y que sumaron mucha experiencia en los últimos años a nivel internacional, tanto NBA como en basquetbol europeo. Era una prueba de fuego para los dirigidos por Julio Lamas, porque tenían que volver a poner de manifiesto la calidad, la viveza criolla, sobre el roce. Y se pasó con solvencia, fue menos duro de lo que se esperaba.
Si bien en los papeles los africanos no son muy respetados, están teniendo un Mundial más que aceptable y con amplias posibilidades de meter un batacazo en los octavos de final. Pero Argentina es de esos equipos que nunca se rinden y ayer no fue la excepción. De igual a igual, cuerpo a cuerpo y apelando a ese juego en equipo que tanto caracteriza a nuestra Selección, el equipo no defraudó.
Localidades agotadas en el Polígono de San Pablo, en Sevilla. Una vez más los argentos colmaron cada rincón del estadio, para alentar a los gauchitos que están dejando el ‘Alma’ en cada partido. Por eso en el inicio los de Lamas marcaron la tendencia en el marcador, en base a un juego duro para contrarrestar la destreza física de Senegal. Con un Scola enchufadísimo y un Nocioni tremendamente aguerrido, Argentina sostuvo el nivel y su coach comenzó la rotación. El pase extra que tuvo en el debut, volvió a ser la clave de un equipo que está queriendo dar lucha para llegar lejos. El banco de suplentes nunca desentonó y volvieron a aparecer las figuras de Laprovittola y Mata para que el nivel siguiera su curso.
Había un “cuco” en el grupo luego de vencer a Croacia y eran los senegaleses, aunque a Scola y compañía no hay nada que los asuste. Un resultado impensado, pero que era posible, con el correr de los minutos se disipó. ‘El Alma Argentina’ se terminó floreando con triples que llovían desde todos los sectores, asistencias espectaculares y un público desaforado. Como si fuera poco, Lamas les dio minutos a los más jóvenes y muchos de ellos anotaron sus primeros puntos en un Mundial. Así, y al ritmo del “vamos, vamos los pibes”, la Selección cerró un partido que se presumía difícil y, lo que es más importante aún, lo hizo dando muestras de que este plantel no nadará tanto en vano para morir a la orilla del río.
Hoy, ante Grecia, desde las 17, y buscando ser primeros.
