Durante el XXI Congreso Internacional de Nutrición, organizado por la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), se presentaron los resultados de una importante encuesta en adultos; el estudio: “Consumo de alimentos fuente de nutrientes esenciales en la Argentina urbana”, fue realizado por el Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), Ipsos y contó con el auspicio de Bayer Argentina.
De acuerdo al estudio, más del 90% de la población estudiada tiene consumos insuficientes de cinco grupos considerados fuente de nutrientes esenciales. Y solo un 17% de la población logra consumir adecuadamente tres o más grupos alimentarios recomendado por las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA), lo que es un fuerte llamado de atención en términos de salud nutricional. Con excepción de las carnes, la frecuencia y cantidades consumidas del resto de los grupos alimentarios es deficiente.
“Nos pareció un desafío interesante realizar un estudio inédito en Argentina, en línea con nuestro foco de estudio sobre la calidad de la dieta de nuestra población, analizando nuestros patrones alimentarios y la distancia o brecha que existe entre lo que la población adulta come y lo que se espera de un patrón alimentario saludable”, aseguró Sergio Britos, Director del CEPEA.
En nuestro país, el Ministerio de Salud actualizó recientemente las GAPA, las cuales presentan diez mensajes principales y otros secundarios, organizados en cinco grupos alimentarios (frutas y verduras; legumbres, cereales, papa, pan y pastas; leche, yogur y quesos; carnes y huevo; aceites, frutos secos y semillas), agua y un grupo de alimentos de consumo ocasional (fuente de azúcares libres y grasas).
De acuerdo a CEPEA y tomando como base las GAPA, la base de una dieta saludables es un consumo regular de tres porciones de lácteos diarios, cinco porciones entre hortalizas y frutas, tres porciones de cereales integrales (o granos o legumbres) y agua; en el caso de la carne, cinco porciones semanales es adecuado. De acuerdo a la encuesta, el 80% de la población no consume la cantidad sugerida o recomendada de lácteos, el 83% consume una baja cantidad de hortalizas, el 68% consume poca fruta, el 33% tiene un bajo consumo de carnes y el 95%, prácticamente toda la población, tiene un consumo bajo de granos, cereales integrales y legumbres en la dieta.
El consumo de alimentos fuente de micronutrientes asegura niveles adecuados de ingesta y a la vez patrones alimentarios de buena calidad nutricional que se asocian a un menor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. En 2008, Heidemann identificó que un patrón alimentario que denominaron “prudente” (consumo elevado de frutas, verduras, legumbres, pollo, pescado y cereales de grano entero) se asocia con un 28% menos de riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares y 17% menos de muertes por cualquier causa.