Sólo 45% de los argentinos considera que su lugar de trabajo es inclusivo. Y, al consultarles si en su trabajo hay personas pertenecientes al colectivo LGBTIQ+, sólo el 24% respondió que sí, mientras que el 18% que no, y el 31% que no sabe.
A los que creen que la empresa donde trabajan no es inclusiva se les consultó, en una pregunta abierta, qué políticas o prácticas sugerirían para que ésta sea más inclusiva.
Las respuestas que más se repitieron fueron: que haya igualdad, más respeto, educación, integración y empatía, además de consideración con los comentarios que se hacen, quitar el género de las búsquedas y realizar talleres y charlas sobre diversidad de género.
Por otro lado, 72% cree que en la actualidad hay desigualdad en las búsquedas laborales. Además, para el 66% las búsquedas laborales no deberían especificar el sexo del candidato.
Según los encuestados, la discriminación, los prejuicios, la ignorancia y la apariencia son las mayores barreras que enfrenta el colectivo LGBTIQ+ al momento de insertarse en el mercado laboral.
Entonces, ¿por qué consideran que las empresas adoptan ciertos prejuicios a la hora de contratar empleados? Según los encuestados es por miedo al reclamo de sus clientes, por una cuestión de “imagen”, porque no aceptaron el cambio o porque “estamos atrasados como sociedad”.
Por su parte, el 87% cree que la orientación sexual o identidad de género de una persona no afecta o determina su capacidad laboral.
Lenguaje inclusivo y educación sexual
Casi 7 de cada 10 argentinos conocen el significado de la sigla LGBTIQ+, mientras un 33% expresó lo contrario.
En tanto, 59% no está de acuerdo con que se incorpore el lenguaje inclusivo, ya sea en su trabajo como a nivel general. En tanto que para el 41% sería conveniente que sí.
Por su parte, el 52% cree que la incorporación del lenguaje inclusivo en el ámbito laboral no ayudará a la disminución de la discriminación y la inclusión de personas con identidades no-binarias, mientras que para el 25% sí ayudaría, y hay un 23% que no está seguro.
A la hora de hablar sobre educación, 7 de cada 10 considera que educar a los niños y jóvenes acerca de la sexualidad y el respeto por la diversidad sexual desde una temprana edad llevará a la naturalización del tema en el futuro. Sin embargo, un 26% considera que no es éste el camino.
Además, más de la mitad -55%- considera que las empresas no deberían aplicar más políticas de inclusión, por ejemplo, baños unisex o el uso de pronombres neutros. Para el 45% sí es necesario.
Discriminación
Un 44% de los argentinos se sintió alguna vez discriminado, ya sea por su orientación sexual, género, estado físico, pensamiento político, etc.
Al consultarles si conocían algún caso donde un empleado/a haya sido despedido por dar a conocer su orientación sexual o identidad de género, el 83% respondió de manera negativa mientras un 17% reconoció conocer algún caso.
Argentina: ¿Un país inclusivo?
Más de la mitad (52%) considera que Argentina está preparada para la inclusión del colectivo LGBTIQ+. Por su parte, otro alto porcentaje se expresó de forma negativa (48%).
Al preguntarles quiénes creen que deberían colaborar para que haya una mayor inclusión, y dando la opción de elegir múltiples respuestas, éstas fueron:
Por último, 57% de los encuestados considera que la mayoría de las personas que conoce, dentro de su entorno personal o en el trabajo, son inclusivas. Para el 26%, la mayoría de las personas que lo rodean no lo son y, mientras el 10% cree que todo su entorno lo es, el 7% dice que no comparte su entorno con personas inclusivas.