Menos carne de vaca y más de pollo

Si bien ha crecido en el país el consumo de carnes per cápita -según un informe nacional que compara 2013 y 2014-, los cortes vacunos han perdido espacio en la mesa familiar. El motivo principal tiene que ver con el incremento de los precios.

Menos carne de vaca y más de pollo
Menos carne de vaca y más de pollo

Durante 2014, el consumo de carne por argentino llegó a 126 kilos per cápita, 3% más de los 122 que consumió durante 2013 y manteniéndose a la cabeza de los alimentos más elegidos para afrontar y confeccionar la dieta.

Pero más allá de esta cifra, hay un detalle que resulta -cuando menos- llamativo. Es que frente a esta alza en el consumo general, se destaca una baja en el consumo de carne vacuna. Mientras en 2013 cada argentino consumió 63 kilos de cortes de vaca, el año pasado la ingesta bajó a 59,4 (más allá de esto, dentro de los tipos de carne sigue siendo la que lidera el mercado).

De acuerdo a un informe elaborado por la Cámara de Industria y Comercio de la Carne y derivados de la República Argentina (Ciccra), la baja en el consumo de carne de vaca se vio compensada por un fuerte incremento en el mercado de la carne de pollo, de cerdo y de pescado, que no sólo mantuvo la marca sino que la hizo crecer marcando un nuevo récord de consumo en el país.

En Mendoza la realidad no difiere y, de hecho, varios mendocinos consultados por Los Andes reconocieron haber bajado la cantidad de carne de vaca que consumen, remplazándola principalmente por pollo. No obstante, destacaron que no lo hicieron -en la mayoría de los casos- por decisión propia sino que fue una de tantas medidas adoptadas para hacer rendir más el sueldo.

“Compro los cortes más económicos y los uso para cosas puntuales como bifes o el estofado de los fideos, por ejemplo. Pero hay varios platos que he remplazado. Incluso, en casa hemos abandonado un poco el asado de los domingos y algunos fines de semana ponemos pollo en la parrilla, porque realmente la diferencia es notable”, sintetizó María Marta (57), una godoicruceña consultada por Los Andes.

“Ha habido una baja en el consumo (de carne de vaca), pero responde a una cuestión de precio, de economía. La carne ha tenido sus aumentos, mientras que los sueldos no siguen ese ritmo. Entonces la gente, cuando no le alcanza el dinero para todas sus cosas -por diversas razones-, empieza a inclinarse por otras comidas más económicas”, destacó el empresario del rubro de carne vacuna, Rubén Pontel, quien resaltó que la carne vacuna es “insustituible” y que -según entiende- no va a bajar de precio, al menos por ahora.

Los cambios

Según la Ciccra, el consumo de carne en general (sumando la vacuna, la aviar, la porcina y también el pescado) alcanzó en 2014 los 126 kilos anuales por habitante, cifra que representó un nuevo récord. Es la misma entidad la que destaca en sus estudios la mencionada baja en el consumo de carne vacuna.

Por otra parte, el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (Cepa), también habló de un récord durante 2014, en este caso en el consumo de carne de pollo. Según destacaron, el año pasado la marca llegó a 45,9 kilos por habitante, muy por encima de los 40,5 de 2013.

“El aumento en el consumo de la carne de pollo está estrechamente vinculado con el bajo precio que ha tenido, es una realidad. El problema es que esto va en detrimento de los productores, ya que al haber una sobreoferta en el mercado interno por complicaciones para exportar, se termina vendiendo a precios muy bajos”, destacó Mario Maroto, presidente de la Unión avícola regional andina (UARA).

Según Maroto, el costo del kilo de pollo al pie de galpón, en la planta de faena oscila entre los 9,50 y 10 pesos, mientras que en el supermercado lo están vendiendo a 4,99 ó 5,99 pesos. “La mayoría de las veces, esa diferencia la absorbe el productor. Esto ha llevado a que el último año al menos 7 empresas avícolas se presentaran en convocatoria. Es necesario hacer algo a futuro para que esto no siga ocurriendo”, sentenció.

Siguiendo con los otros tipos de carne, según la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (Aapp), el consumo de cerdo por habitante aumentó a 11 kilos en el último año, pasando los 10,1 kilos per cápita de 2013. Asimismo, en lo referido a pescado, el consumo llegó el año pasado a 9,7 kilos por habitante, superando en 700 gramos la marca de 2013.

“Comprar un kilo de asado cuesta entre 75 y 80 pesos hoy, mientras que el pollo es mucho más económico. Por eso es que la gente puede inclinarse por esas alternativas. Además hay que tener en cuenta que para hacer un asado para 6 personas hoy hay que pensar en 400 ó 500 pesos”, agregó Pontel.

“No encuentro el pescado como una opción económica y mucho menos en esta época del año, así como tampoco el cerdo. Pero es cierto que el pollo termina siendo más conveniente. Con mi familia hemos incorporado al menos dos platos que llevan pollo en el menú semanal, en remplazo de la carne de vaca”, explicó a su turno Felipe (58), otro mendocino que se vio obligado a modificar su menú.

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