Con menos actividad, el Indec suma presupuesto

Desde que fue intervenido, la cantidad de fondos creció más que lo que subió la inflación privada.

Con menos actividad, el Indec suma presupuesto
Con menos actividad, el Indec suma presupuesto

Se cumplen seis años de la intervención del Área de Precios del Indec. Fue a fines de enero de 2007 cuando el Gobierno, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, desplazó a la responsable de medir la evolución de los precios, Graciela Bevacqua. De inmediato, una “tropa” enviada por Guillermo Moreno desembarcó en el organismo, desplazando a decenas de funcionarios y empleados y llevando a otros a renunciar, incluidos varios directores generales.

Para 2007, el Indec contaba con un presupuesto de $ 111 millones. Para 2013, tiene $ 442 millones asignados. Es un aumento de 299%. Supera con creces la inflación de 235% medida por las provincias o las consultoras privadas “multadas” y agrupadas en el IPC Congreso. Y está a una distancia sideral del IPC oficial de 68,7%. Si el Indec hubiese reclamado un presupuesto ajustado a su índice, tendría que devolver cerca de $ 250 millones.

Y lo más grave: aunque aumentó su presupuesto, el Indec produce menos estadísticas referidas a inflación. Dejó de elaborar el IPC Nacional, no difunde la variación de los precios según estructura de consumo por quintiles y no publica el listado con los precios medios de los principales alimentos.

El IPC no es utilizado como referencia por los empresarios, los gremios o las instituciones académicas ni tampoco por los propios funcionarios que elaboran los presupuestos, incluido el del Indec, sobre pautas inflacionarias que superan largamente a los números del instituto.

El Indec tampoco pasó la prueba de las universidades nacionales designadas por el propio Gobierno para auditar las estadísticas oficiales. El “bochazo” fue lapidario. Y a pesar de haberse comprometido por decreto, el Gobierno no envió ese informe al Parlamento.

En tanto, a partir de la “manipulación” del IPC, están también cuestionadas otras estadísticas que se elaboran en base al Indice de Precios, como el PBI, el valor de la canasta básica alimentaria y total, los índices de salario real, de tipo de cambio real, los niveles de indigencia y pobreza.

La manipulación estadística se extendió al interior al país. Molesto por la difusión por parte de las provincias de sus mediciones de inflación -que duplicaban o triplicaban las del Indec-, el Gobierno presionó a esos distritos y logró su cometido: Misiones, Jujuy, Salta, Mendoza, Chaco, Entre Ríos y Río Negro dejaron de difundir sus mediciones y hay dudas ahora sobre los datos de Santa Fe.

Por su parte, las consultoras privadas, que hacían sus propias mediciones, muy coincidentes con las de esas provincias, fueron multadas. Y hasta centros de estudios sucumbieron a la presión o cooptación oficial.

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