Sigue siendo inquietante la evolución que muestra la tasa de mortalidad vial argentina en el presente, medición en la que está incluida -por supuesto- Mendoza.
Es la primera vez en varios años que la misma crece en cuatro meses sucesivos, según el autorizado Instituto de Seguridad Vial (ISEV), con base en la ciudad de Buenos Aires. En cuatro meses continuos, comparado con el mismo período del año anterior (abril, 20.7%; mayo, 20.3%; junio, 8.6% y julio, 14.9 %).
Es grave porque podría estar indicando, por su proyección, un agravamiento de esta verdadera enfermedad social que padecemos los argentinos.
No obstante, pese a lo apuntado, en la provincia de Mendoza se ha registrado una disminución en el balance de este flagelo social con el hecho de que el pasado agosto se ha convertido en el mes con menos fallecimientos en incidentes de tránsito en los últimos 18 años.
En ese lapso de 31 días, y aunque el deseo general es que no se hubiese producido ninguna víctima fatal, perdieron la vida seis personas, la mayoría jóvenes.
Reiteramos que no podemos estar contentos con ese registro (en los hogares de esas víctimas la pérdida sufrida alcanza un valor absoluto), pero las víctimas por la misma razón en agosto de 2017 fueron 13, a las 10 que hubo en 2016 y las 18 que trágicamente aportó 2015.
Los datos provienen de las estadísticas oficiales del Ministerio de Seguridad de Mendoza, que hace un relevamiento de las muertes ocurridas en rutas y calles de la provincia desde 2000.
De acuerdo al director de Seguridad Vial de la Provincia, comisario general ® Oscar Hómola, la cifra de seis pérdidas en choques o vuelcos "es elocuente" e importante para la campaña de prevención local, porque la tendencia marcaba una media de 10 fallecidos para agosto.
Con todo y hasta hace unos días (porque en las últimas horas se han producido siniestros viales con pérdida de vidas), ya se habían producido 119 muertos por percances de tránsito, cifra inferior a los 141 que se registraron el año pasado, aunque por supuesto todavía restan cuatro meses para concluir el año.
Para los especialistas que analizan estas cifras, especialmente la de seis víctimas fatales en el mes de agosto, la baja puede haber sido la resultante de varios factores.
Entre otros es probable que hayan influido la concientización de los conductores; el mayor número de controles de la Policía Vial, la aplicación de la nueva ley de Tránsito (en principio más rigurosa que la anterior), y las nuevas tecnologías.
Tras insistir que para nosotros esta verdadera enfermedad social tiene un condicionante determinante: el factor humano. Si al salir a la calle, nos fijamos metas de manejo defensivo y observancia a rajatabla de las leyes y señales viales, de hecho tendrían que descender los incidentes de tránsito con consecuencias graves o fatales para los ocupantes de los vehículos.
Aferrarse a la seguridad vial nos permitirá aliviarnos como sociedad en general y en particular habría menos familias afectadas por esta crisis.
Por eso esperamos que se convaliden las políticas públicas anunciadas en esta materia hasta por el propio presidente de la Nación en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso el pasado mes de marzo, con el correlato de la mención de estos temas por el gobernador Cornejo al brindar su mensaje anual ante la Legislatura Provincial.
En materia de Educación Vial deseamos que los contenidos formales de esta disciplina ingresen de manera directa y expresa a la currícula docente, lo que no se concreta (más allá de la voluntad individual de muchos docentes y hasta de algunos distritos) a nivel nacional.
En materia de control, si bien se ha avanzado mucho en incorporación de tecnología destinada al mismo, gran parte de la población percibe que tales acciones no persiguen otro objetivo que el recaudatorio.
Para terminar, creemos que de una vez por todas tienen que cesar los operativos con radares ocultos o dispuestos por algunos departamentos, en especial a lo largo de la ruta nacional 7, y deben realizarse procedimientos generales en forma pareja en todos los caminos de la provincia contra la alta velocidad.
