Pasaron dos años desde que Argentina firmara con Chile un tratado de libre comercio hasta que fuera aprobado por los Congresos de ambas naciones. Actualmente está operativo y significa un aumento para el flujo de las exportaciones e importaciones entre ambos países. Así, Mendoza podrá vender sus productos en el país vecino sin pagar aranceles y podrá acceder -cumpliendo algunas condiciones- a los 28 tratados de libre comercio de Chile, lo que le da la posibilidad de incrementar exponencialmente sus exportaciones.
La puesta en marcha del tratado no puede llegar en mejor momento. Es que las exportaciones de Mendoza a Chile cayeron en el último año. En 2016 fueron de U$S 85.617.146, al año siguiente avanzaron a U$S 90.442.139 y en 2018 se contrajeron a U$S 83.213.973, pero se espera que esto cambie con el tratado que le permitirá a los mendocinos exportar a arancel cero, utilizar la ventanilla única de comercio exterior (vuce) y reducir costos de logística.
"Por la cercanía, Mendoza tiene muchas oportunidades de exportar en un país que tiene un producto bruto per cápita de 15.300 dólares anuales. Además, la provincia colinda con Santiago, Región Metropolitana y V Región, que suman un PBG de 60.000 millones de dólares, cuatro veces el de nuestra provincia", explicó Mario Lázzaro, director gerente de ProMendoza.
En términos logísticos, los exportadores mendocinos se verán beneficiados con la posibilidad de dejar sus productos en Los Andes, y desde allí comercializarlos al resto del vecino país.
"Desarrollar estos centros logísticos nos permite tener productos mendocinos en todo el planeta y ayudar un poco en mejorar la competitividad, en especial de las pymes. De hecho, estas estructuras que están presentes en Shanghái y Guangzhou en China, Amberes (Bélgica), Dubái (Emiratos Árabes Unidos) y ahora en Los Andes, permite que las escalas de las pequeñas y medianas empresas se adapten a este formato", explicó al respecto el ministro de Economía de la provincia, Martín Kerchner.
“Complementarnos es clave en este mundo cada vez más complejo y dinámico y creo que tanto el hub de Los Andes como aprovechar todas las puertas que nos puede abrir el acuerdo bilateral con Chile van en este sentido. Ahí invertiremos tiempo y recursos para que Mendoza siga ampliando sus pymes y empresas exportadoras”, agregó.
Ventanilla de salida
El tratado prevé facilidades en el comercio, y se espera que le mayor flujo de bienes necesariamente irá desde Argentina hacia Chile, porque el país vecino es el que tiene mayor cantidad de mercados (28 tratados de libre comercio con el 86% del PBI del mundo cuando Argentina tiene el 11%), pero no tiene los recursos.
El tratado promoverá los encadenamientos productivos, para que las empresas locales se asocien a las trasandinas y logren exportar a terceros países. En cuanto a esto, Lázzaro explicó que los acuerdos que mantiene Chile con gran parte del mundo les permiten incluir producción de otro origen (en este caso Argentina) pero en hasta un 40% de su producción, cuota que se cubriría con productos locales.
"De las 9 mil posiciones que Chile tiene negociadas con el mundo, solo cubre 3 mil, simplemente porque no tiene los recursos naturales. Ellos tienen la ventanilla de salida y nosotros podemos ofrecer la producción" agregó Lázzaro.
El acuerdo evitará que tanto Argentina como Chile se conviertan en puertas de ingreso para terceros países ya que deberá respetarse “las normas de origen”, es decir que lo que se comercie deberá ser de fabricación o de origen nacional.
El acuerdo prevé también una mayor facilidad y agilización en el intercambio de productos, la desburocratización de las aduanas en las fronteras y el aumento del flujo comercial, que hoy ronda los 100 mil dólares anuales.
Trato nacional
El Acuerdo también promueve las inversiones entre ambos países, ya que estas estarán protegidas y tendrán "Trato Nacional". Es decir que las empresas argentinas que se instalen en Chile contarán con "seguridad jurídica", y viceversa. El tratado regula la libertad de realizar transferencias para aportes de capital, utilidades y dividendos, pagos, productos de las ventas y demás. Es superior a cualquier disposición interna que tenga cualquiera de los dos países.
Además, las empresas locales podrán participar de las contrataciones públicas con "un trato no menos favorable que el trato más favorable otorgue a sus propios bienes y servicios o proveedores". Están previstos los mecanismos para que los beneficios sean para empresas que cumplan con el "origen" y que se trata de inversiones genuinas".
Quedan excluidas de esto último, al menos durante dos años, las contrataciones para grandes obras civiles.
Servicios incluidos en el convenio
El tratado no solo contempla beneficios para los sectores exportadores de productos primarios y manufacturas, sino que alcanza a cualquiera que desee prestar un servicio en el vecino país. Contadores, arquitectos, veterinarios, informáticos, ingenieros y técnicos de diferentes áreas podrán trabajar en cualquiera de los dos países en calidad de “locales”.
"Un contador (por ejemplo) podría instalar una oficina en Chile y tener trato nacional, de igual manera los chilenos acá", señaló Mario Lázzaro, aunque explicó que en el caso de los profesionales, los Colegios intervendrán para regular la forma en que se validarán los títulos.
Esto incluye restricciones en el área jurídica, ya que impide que los argentinos actúen como síndicos en un proceso de quiebra, o se conviertan en jueces.
Un destino con alto potencial
El último año Mendoza exportó 153,8 millones de kilos a Chile, esto incluye productos primarios (hortalizas, semillas, peras, cebollas, ajos, frutas frescas, animales vivos, manzanas, legumbres), manufacturas de origen agropecuario (grasas y aceites, vino de uva, jugo de frutas y hortalizas, aceitunas, líquidos alcohólicos y vinagre, entre otros), manufacturas de origen industrial (fundiciones, productos químicos, cuchillería, textiles, máquinas y aparatos para limpiar botellas, llenar y cerrar cápsulas, entre otros) y combustibles y energías.
Estos mismos productos estaban incluidos en el Acuerdo de Libre Comercio entre Chile y Argentina (ACE 35) vigente desde hace más de 20 años, pero ahora se expandirá a las inversiones, los servicios, las compras públicas, las telecomunicaciones y el comercio electrónico.