Hoy es un día especialísimo para los mendocinos. Es que la película de Alejandro Fadel "Muere, monstruo, muere" tendrá su estreno en la sección "Una cierta mirada" del festival más prestigioso de Europa: el de Cannes.
Protagonizada por los actores mendocinos Tania Casciani, Víctor López, Esteban Bigliardi, Romina Iniesta, Sofía Palomino, Stéphane Rideau (el único extranjero: francés) y Jorge Prado, la película se instala en una zona un tanto alejada de la cordillera, donde encuentran el cuerpo cercenado de una mujer. Cruz, un oficial de la policía rural, se hace cargo de la investigación. David, esposo de Francisca (que es la amante de Cruz), se convierte en el principal sospechoso.
Con este thriller el director de "Los salvajes" vuelve a abrirse espacio en el contexto internacional y proyecta, con él, a los talentos artísticos de Mendoza.
Pero esta edición de Cannes no solo es importante para el país por la película mendocina que hoy está exhibiendo, sino porque Luis Ortega llegó el viernes pasado para dejar a todos asombrados con su nuevo film, basado en la historia del asesino en serie más famoso del país, Carlos Robledo Puch. El caso conmocionó a la Argentina de los años 70. Y ahora llegó al festival francés de la mano de Chino Darín y Lorenzo Ferro, protagonistas de "El Ángel".
El debutante Lorenzo Ferro, de 18 años, encarna al célebre criminal de cara angelical, actualmente cumpliendo prisión, y Chino Darín es su cómplice.
Bajo las órdenes de Luis Ortega, ambos dan vida a estos jóvenes que establecen una profunda amistad y gracias a la que perpetúan una serie de atracos y asesinatos.
"El Ángel" está incluida en la sección oficial del certamen, donde también figura "Todos lo saben", del iraní Asghar Farhadi, con Penélope Cruz, Javier Bardem y Ricardo Darín.
Sobre la doble presencia de los Darín, padre e hijo, en la Croisette, Chino afirmó que es como "una fiesta", y que fue una suerte que "se alinearan los planetas" para que se diera tal coincidencia.
-¿Cómo se prepararon para encarnar a Carlos y a Roberto?
-Chino Darín: Hubo un trabajo de investigación, del cual después nos desligamos completamente porque había un trabajo creativo de Luis (Ortega) para contar una historia propia y hacer una película que valga por sí misma, más allá del caso de Robledo Puch.
-Lorenzo Ferro: Empecé leyendo el libro (de Rodolfo Palacios, en el que se inspira el filme) pero nos dimos cuenta de que no iba por el lado del libro sino por el guión. A partir de la base del guión, empezamos a tirar magia y a volar con la mente de Luis y el coach Alejandro Catalán.
-¿Cómo encara un actor debutante un personaje tan complejo como Carlitos?
-L.F.: No sé si soy actor (risas). Sí, es muy complejo como personaje. Eso fue lo más difícil: hacer de él un tipo más sencillo y que a poco vaya saltando esa complejidad.
