En las próximas semanas -más precisamente el 21 de julio- Mendoza será sede, por tercera vez en la historia, de una reunión cumbre de presidentes del Mercosur.
Para la provincia la distinción de ser elegida como sede tiene una trascendencia especial, en razón de que demuestra la confianza de las autoridades de los diferentes países sobre las condiciones que ofrece desde distintos aspectos, que pasan por hotelería, gastronomía, tecnología e incluyendo en ese aspecto la seguridad.
Y si bien “oficialmente” se ha adelantado que el temario consistirá en una evaluación de los avances realizados durante la presidencia pro tempore de la Argentina y considerar los cursos de acción necesarios para continuar trabajando “en el fortalecimiento de la integración y el desarrollo regional”, no quedan dudas que los presidentes dialogarán sobre la situación de Venezuela, actualmente suspendida del mercado común por la crisis política interna.
El Mercosur se creó por una necesidad surgida de la conformación de grandes bloques económicos a nivel mundial, con el objetivo de integrar política y económicamente a los cuatro países suscriptores del Protocolo de Euro Preto (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), para trabajar por una mayor inserción competitiva mundial, por medio de la ampliación de sus mercados internos y la modernización de sus economías nacionales. Los aspectos esenciales fueron acordados en el Tratado de Asunción, estableciéndose pautas inclusive derivadas hacia la tecnología e innovación, la cooperación entre los países y la fijación de aranceles externos comunes, con la libre circulación intra-Mercosur para los países firmantes.
En junio de 1992, en Las Leñas, tuvo lugar una reunión cumbre a la que asistieron los presidentes de los cuatro países integrantes del grupo. La intención de la reunión se centró en aprobar diez decisiones, orientadas a “facilitar la culminación exitosa, al 31 de diciembre de 1994, del período de transición hacia el mercado común, establecido en el Tratado de Asunción”. Según afirmaron analistas, el mensaje final de Las Leñas fue claro: “El Mercosur aspira a atraer a los inversores internacionales para que a partir de las economías en expansión...pueda crearse un hábitat favorable a la competitividad para que puedan penetrar con sus bienes en los mercados mundiales”.
Años después, en junio de 2012, Mendoza volvió a ser sede de una reunión cumbre, aunque en este caso tuvo un fuerte contenido político, en razón de que tres de los cuatro presidentes (de la Argentina, de Brasil y de Uruguay) decidieron oficializar la suspensión temporal de Paraguay en el grupo, tras la destitución del ex mandatario Fernando Lugo. Paralelamente, se anticipó el ingreso de Venezuela como miembro pleno en una reunión a efectuarse en Río de Janeiro. No hubo sanciones económicas porque “los pueblos no pueden pagar por los errores cometidos por los funcionarios”, pero se aseguró que Paraguay permanecería suspendido hasta que resuelva su situación institucional.
Para la reunión de julio el temario contempla evaluar los avances alcanzados y “los cursos de acción necesarios para continuar trabajando en el fortalecimiento de la integración y el desarrollo regional”. Resultaría oportuno también que se insista en la necesidad de que el gobierno venezolano respete los valores democráticos, más allá de que los cuatro países integrantes hayan decidido en diciembre el “cese del ejercicio (de Venezuela) de los derechos inherentes a la condición de Estado Parte”.