La provincia de Mendoza cuenta con un total de 40.328 Pymes, y se calcula que de ellas solo un 15% trabaja con cierta normalidad. El resto, unas 34 mil están paradas y tratando de mantenerse a flote con estrategias de e-commerce o delivery. Aunque la mayoría debieron cerrar por completo. Las empresas advierten dificultades en el pago de sueldos, y el 80% de las firmas consultadas considera que en la situación empeorará dentro de los próximos 60 días.
Según datos del Ministerio de Producción de la Nación al 23 de febrero, la mayor cantidad de empresas en la provincia pertenece al rubro "servicios" (33%), y le siguen los sectores "comercial" (27%), "agropecuario" (17%), "industrial" (17%), construcción (6%), y con una participación inferior a un punto porcentual, el sector minero (150 empresas).
Así, si se analiza la situación por rubro, dentro del que tiene mayor participación también están las pymes más afectadas, según señaló Fernando Barbera, titular de la Asociación de Empresarios Gastronómicos (AEGHA), el nivel de la facturación cayó entre un 85% y un 90%, a pesar de poder funcionar con envíos a domicilio.
En el sector industrial, Julio Totero, dirigente de Asinmet, señaló que se está trabajando "entre un 15% y un 20%" de la capacidad con respecto al funcionamiento previo a la cuarentena (que "ya trabajaba al 50% de su capacidad").
En el rubro de la construcción, Gerardo Fernández de Cecim, señaló que desde junio del año pasado que comenzaron a perderse puestos de trabajo por la finalización de las obras, ya se calculaban 4.000 puestos de trabajo menos a diciembre, y sin una activación rápida, "dentro de dos meses podrían desaparecer empresas".
De igual manera, la actividad petrolera, a pesar de estar exceptuada, está sufriendo los efectos de la pandemia, y según explicó Alejandro Rodríguez de Camespe, Mendoza en este momento tiene la actividad productiva cerrada, "YPF no compra crudo por la escasa demanda, y las empresas productoras tienen 81 pedidos de exportación en trámite", pero la demanda ha caído a nivel mundial, y esa tampoco sería una salida muy viable.
Cuarentena Administrada
Con la "cuarentena administrada" se espera que algunos rubros recuperen parte de la actividad. Así, se suman a los supermercados comercios de barrio (alimentos y ferreterías), al transporte, la salud, seguridad, telecomunicaciones, medios y veterinarias; los talleres mecánicos y las fábricas y locales de ventas de neumáticos, para el mantenimiento de los vehículos necesarios para el cumplimiento del resto de las activdades exceptuadas del aislamiento; y las librerías y ventas de insumos informáticos.
En ningún caso se permitirá la atención al público de estas últimas, pero sí se habilitó la comercialización por delivery.
No obstante, el movimiento no alcanzará para recuperar los ingresos previos a que se decretara la cuarentena. "En la provincia de Mendoza, incluyendo a las MiPymes, las más pequeñas, que tienen hasta cinco empleados, el 85% de ellas está parada sin ningún tipo de actividad o facturación, el resto sobrevive con alguna movilidad online o por delivery", señaló al respecto el economista José Vargas, titular de Evaluecon.
El profesional señaló que la situación de las empresas es muy compleja porque tienen que seguir haciendo frente al pago de salarios, alquileres, e impuestos, y a pesar de que se diseñaron líneas de financiación para dar respuesta a la situación, hasta el momento les ha resultado difícil acceder a las mismas, y hoy se encuentran pensando "cómo salir de la quiebra", y en el día después cuando habrá que reponer capital perdido.
De igual manera, Daniel Garro, economista de Value International Group, explicó que la información sobre la situación de las Pymes es dispersa, y los cálculos que se basan en el PBI no resultan exactos. Sin embargo "se habla de que en la actualidad habría entre 35.000 y 40.000 pymes que no van a poder pagar los salarios (a nivel país)".
En este marco, el economista advirtió que las medidas dispuestas hasta ahora por el Gobierno nacional apuntan a que no caiga el consumo, "garantizar el pago de salarios" (rebaja en contribuciones patronales y créditos a tasa reducida); y no a que "las empresas no pierdan capacidad productiva" (rebaja impositiva), a través de la baja de impuestos, para que una vez que la cuarentena termine las Pymes puedan seguir siendo el motor que sostiene a la economía.
"La estructura regulatoria y de costos del mercado laboral es otro problema, porque al ser tan inflexible no permite que las empresas puedan adecuar la situación a lo que sucede hoy. Las empresas tienen en promedio un 70% de gastos por encima del pago de salarios, por eso se meten en un sistema de suspensiones para bajar costos salariales", consideró Garro.
El costo económico de la pandemia
El Observatorio Pyme realizó un trabajo con el que "estiman el costo diario de la inactividad Mipyme", en un contexto de aislamiento social que obliga a que solo el 10% de las micro empresas de la Argentina se encuentren activas.
El estudio abarca la situación de 960 empresas micro, pequeñas y medianas de las 6 "macro-regiones" en las que se divide el territorio nacional: Amba, Centro, Cuyo, NEA, NOA y SUR, y por el que se concluye una pérdida diaria de 115 millones de dólares, y la pérdida de empleo a causa de potenciales cierres de empresas de 190 mil puestos de trabajo.
"Se podrían perder 415 mil puestos adicionales si parte de las empresas no logran afrontar los salarios y gastos fijos de abril (aún con ayuda del Gobierno), se achican, o directamente cierran", se agregá en el mismo informe.
Hasta la fecha, se calcula que solo el 16% de las empresas consultadas podrá pagar sin ayuda del Gobierno los salarios de abril, y el 6% de las mismas está considerando cerrar sus puertas.
En tanto que en la provincia, la Unión Industrial de Mendoza realizó una encuesta a 126 empresas locales, 101 radicadas en el Gran Mendoza y 25 en el resto de la provincia, y en su mayoría calificadas como pequeñas (43,7% del total), o micro (37,3%), y el 73% de ellas manifestaron que necesitarán un crédito para afrontar el pago de los salarios de abril.
Las mismas empresas evaluaron dificultades para acceder a la financiación bancaria, o bien por falta de garantías suficientes, o bien por las mismas demoras de las entidades. Además, en algunos casos se advirtió que el monto solicitado no estaba disponible para los créditos a tasa subsidiada, o la solicitud fue rechazada por tener problemas en cuanto a la documentación de AFIP.
Ahora bien, son pocas las empresas que no necesitan financiamiento para el pago de salarios (6,5% de las consultadas), así como las que lo solicitaron anticipando problemas pero que igualmente podrán afrontar el pago de salarios (12,9%), el resto se divide entre quienes pagarán solo un porcentaje de la nómina en abril (41,9%), y quienes señalaron que no podrán afrontar los pagos (38,7%).
Sobre cómo creen que evolucionará la situación económica en los dos meses siguientes, el 8,8% de las empresas consultadas considera que la situación empeorará, solo un 4,8% señaló que mejorará y el 14,4% señaló que estará igual.