Mendoza tendrá un rol crucial en una misión espacial al Sol para descifrar sus misterios

La NASA y la ESA preparan la Solar Orbiter para tomar imágenes y aportar nuevos datos. Una estación de Malargüe brindará soporte.

Mendoza tendrá un rol crucial en una misión espacial al Sol para descifrar sus misterios
Mendoza tendrá un rol crucial en una misión espacial al Sol para descifrar sus misterios

Mendoza tendrá un rol importante en la nueva misión espacial al Sol desarrollada por la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) y la Agencia Espacial Europea (ESA). El propósito es estudiar la estrella que, pese a sus 4.600 millones de años de vida, aún guarda varios misterios, para lo que se tomarán fotografías sobre su frenética actividad.

Será el lunes cuando las agencias propulsen la misión llamada Solar Orbiter, que permitirá tomar las primeras imágenes de los polos norte y sur del astro, además de aportar información sobre la conexión con la Tierra.

Malargüe tendrá una función protagónica en la tarea. O mejor dicho, la Estación de Seguimiento de la ESA que funciona en el departamento sureño. Seguirá de cerca las distintas fases que atravesará la nave, incluido su viaje, órbita final y posterior recepción de información clave del Sol.


Imagen de la estación DSA-3 en Malargüe. | Foto: esa.int
Imagen de la estación DSA-3 en Malargüe. | Foto: esa.int

"Solar Orbiter será el primer satélite en ofrecer imágenes de cerca de las regiones polares del Sol, muy difíciles de observar desde la Tierra, desde latitudes superiores a los 25 grados. Será capaz de casi coincidir con la rotación del Sol alrededor de su eje durante varios días, por lo que permitirá ver por primera vez cómo se forman las tormentas solares durante un periodo prolongado desde un mismo punto. También proporcionará datos sobre el lado del Sol no visible desde la Tierra", destacó a Infobae Diego Pazos, ingeniero de Telespazio Argentina S.A., la operadora local de la ESA.

La nave se ubicará a casi un cuarto de la distancia de la Tierra al Sol, y quedará expuesta a una radiación solar 13 veces más intensa que la que experimentamos en nuestro planeta. De esta manera, el satélite deberá soportar potentes emisiones de partículas atómicas procedentes de explosiones en la atmósfera solar.

Claro que la Solar Orbiter estará lo suficiente equipada: aprovechará las nuevas tecnologías desarrolladas por la ESA para la misión BepiColombo a Mercurio, el planeta más cercano al Sol, como paneles solares termorresistentes y una antena de alta ganancia y alta temperatura.

"Desde Argentina estamos trabajando ocho personas, técnicos e ingenieros para dar soporte técnico a la gran antena, una de las tres ubicadas en todo el mundo capacitada para comunicarse con las naves espaciales de viaje a grandes distancias y también para recibir los datos de telemetría e información que envíen", detalló Pazos.

"Nuestro trabajo fuerte empieza a las cuatro horas del lanzamiento de la misión Solar Orbiter para verificar que el satélite esté en la posición correcta. Después, en los siguientes tres días, se monitorea la Fase de Lanzamiento y Órbita Temprana (LEOP) donde se toma el control de la sonda y concluye cuando el satélite se sitúa en su órbita definitiva", agregó.

Vale aclarar que el trabajo de comunicación de la antena ubicada en Mendoza con la sonda espacial y la posterior recepción de información del Sol es operada desde Alemania en forma remota. El equipo de Argentina brinda el soporte técnico para que esto suceda en forma exitosa.

El despegue del Solar Orbiter será desde Cabo Cañaveral, Florida, a bordo de un cohete Atlas V 411. Pero recién la sonda pasará por primera vez cerca del Sol a finales de marzo de 2022, a un tercio de la distancia entre nuestro planeta y la estrella. En ese momento, la nave se hallará en una órbita elíptica inicial de 180 días que le permitirá aproximarse al Sol cada seis meses. La nave se acercará al Sol más de lo que ninguna otra misión ha logrado, soportando un calor abrasador, y llevará sus telescopios hasta casi un cuarto de la distancia de nuestro planeta a la estrella.

Asimismo, las imágenes de cerca de los extraños paisajes solares, donde el gas brillante danza y se ensortija en el potente campo magnético, prometen ser espectaculares. Mostrarán detalles de 180 km de ancho (pensemos que el ancho del disco solar visible es de 1,4 millones de kilómetros). No solo los científicos, también el público en general quedará fascinado con la frenética actividad del Sol, tan apacible a primera vista.

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