El espíritu solidario de varios mendocinos se pondrá de manifiesto en los próximos días, cuando abran sus hogares a familias sirias que sufren el conflicto bélico -y la crisis humanitaria- en su país.
Se espera que en dos semanas lleguen a la provincia cinco familias (en total 11 personas) que serán alojadas en hogares de Mendoza y recibirán ayuda para su inserción en esta nueva vida.
Ellas son parte de un contingente de 45 sirios que arribarán al aeropuerto de Ezeiza gracias a la mediación de una oficina de la ONU para los refugiados (Acnur).
Su arribo será el resultado de una red de acuerdos entre diferentes organizaciones, no sólo de su país de origen, que los acompañarán en las diferentes etapas de su difícil travesía.
En Argentina esto es parte del Programa Siria de la Dirección Nacional de Migraciones. Aquí también se activa una red de organizaciones a las que se suma el apoyo del Estado, que brindará asistencia en diferentes áreas: es que hay que ayudarlos a aprender el idioma, a conseguir trabajo y que los niños ingresen al sistema educativo, entre otras cosas.
Se agrandó la familia
La abogada Mariela Caviglia ya está adaptando la casa donde vive con sus dos hijos porque en breve serán 10 personas. Recibirá a dos familias: un matrimonio con una nena de 5 años y otro con dos hijas de 4 y 12 años, a quienes dará techo, comida, contención y ayuda.
“Nunca estuve en contacto con gente que ha estado en una guerra pero supongo que lo primero que querrán es descansar”, asume.
“Ya tenemos las 7 camas, toallas, toallones, sábanas... Ha sido como hacer una lista de casamiento, empezás por preguntarte: ‘a ver ¿cuántos vasos tenemos?’ o cosas por el estilo”, relató y subrayó que si bien implicará un gran cambio, todo está siendo posible gracias a la colaboración desinteresada de amigos que además se han comprometido a ayudarla con alimentos.
Es por eso que no la inquieta el tiempo prolongado que les llevará a los sirios adaptarse luego de su llegada. El idioma es el gran obstáculo y seguramente necesitarán tiempo hasta insertarse laboralmente y tener ingresos propios.
Ayudarlos en este plano también está entre los compromisos de Mariela, a lo que se suma gestionar la escolaridad para los niños.
La mujer contó que ya están en contacto por Whatsapp “y hasta nos enviamos fotos”. La comunicación es posible gracias a la mediación lingüística de un sacerdote tucumano que se encuentra con ellos en Siria.
Los dos padres de familia son modistos y una de las mujeres es peluquera. “Sabemos que tenemos que darles mucho amor y mucha paciencia, supongo que será difícil al principio”, agregó.
Una nueva vida
Mariela contó que sus hijos han sido los impulsores de la iniciativa, ya que veían lo que ocurría en Siria y pensaron que debía existir la manera de ayudar.
Ella es parte de la fundación Calhayma, abocada a la difusión de la educación en principios biocéntricos, un nuevo paradigma de la ciencia que tiene como eje cuidar la vida en cualquiera de sus manifestaciones.
Si bien la llegada de los sirios no estaba originalmente vinculada a esto, luego se dio cuenta que de algún modo esta iniciativa condice con lo que trabaja.
Así fue que se contactó con Refugio Humanitario Argentino, una red con diferentes nodos que se ha formando para generar estas acciones. Esto a medida que habitantes argentinos se han ido incorporando como llamantes (dispuestos a acoger refugiados).
Salir de Alepo -el lugar donde se encuentran- no es fácil, ya que están todas las ciudades sitiadas. “Hoy están, mañana no sabemos, ayer hubo un gran bombardeo allí”, relató con angustia Mariela.
Para lograrlo se trabaja en red: el sacerdote los acompañará hasta Beirut, a partir de allí diferentes organizaciones los guiarán en las ciudades que deban atravesar. Acnur los traerá hasta Buenos Aires desde donde comienza a participar el gobierno de Mendoza.
Marcela Fernández, subsecretaria de Desarrollo Social, contó que la provincia los traerá en avión hasta Mendoza y que trabajan con cuatro organizaciones sociales para darles una oportunidad a estas personas.
Las necesidades van surgiendo con los días y terminarán de conocerse luego de su arribo, pero mientras tanto se realizan reuniones y se espera que entre martes y miércoles se firme un acuerdo entre las entidades y la parte oficial.
“En este momento se está diseñando cómo será su llegada, el albergue, quién lo va a garantizar así como su alimentación y su inserción social. Desde el ministerio de Salud se hará un chequeo ni bien lleguen”, apuntó la funcionaria.
Los implicados son conscientes de que estarán afectados psicológicamente y que el objetivo es darles una mejor calidad de vida: “Hay muchos voluntarios constituidos en red lo cual es muy importante por que el Estado solo no puede. Queremos garantizar la escolarización de los niños pero no hablan el mismo idioma, así que se está resolviendo como colaborar en esto”.
Un programa para recibir sirios y palestinos
Programa Siria es el nombre breve para el Programa Especial de Visado Humanitario para Extranjeros afectados por el conflicto de la República Árabe de Siria, que depende de la Dirección Nacional de Migraciones.
Su objetivo es facilitar el ingreso a la Argentina de extranjeros afectados por el conflicto armado de Siria. Esto incluye personas de nacionalidad siria y sus familiares, o de nacionalidad palestina residentes habituales o que hubieran residido en Siria y recibido asistencia por parte de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa).
El programa trabaja con “llamantes”, personas interesadas en recibir refugiados que asumen el compromiso de manutención, alojamiento y acompañamiento. Las organizaciones civiles pueden actuar como garantes de estos voluntarios.
Funciona desde fines de 2014. La mayoría de quienes han llegado al país son varones de entre 18 y 59 años, aunque también lo ha hecho una importante cantidad de mujeres.
Entre 2011 y 2015 llegaron 531 personas de esa franja etaria. Del total de refugiados que ingresaron a Argentina en ese lapso, 39% eran oriundos de Siria.