Mendoza queriendo salir del barro

La provincia viene sufriendo un peligroso estancamiento del cual podría salir si todos los sectores asumen sus responsabilidades

Mendoza queriendo salir del barro

Por Rodolfo Cavagnaro - Especial para Los Andes

La economía de Mendoza entró en un cono de sombra a partir de 2010, cuando comenzó el atraso cambiario. Ese cono de sombra se fue profundizando y dejando claro que el tema cambiario positivo disimulaba grandes baches de ineficiencia en los cuales la economía quedó encajada. A medida que el atraso se mantuvo, los baches se fueron llenando de barro y hoy aparece una acumulación de problemas. Si hoy se solucionara el problema cambiario, a Mendoza no le serviría.

La provincia tiene actividades tradicionales que, en algunos tiempos, fueron las principales pero con el tiempo fueron relegadas. No obstante, siguen traccionando, especialmente por el alto nivel de ocupación, aunque la modernidad también las viene alcanzando. La fruticultura, horticultura y hasta la vitivinicultura atraviesan situaciones complejas, con viejas regulaciones, falta de inversiones y una elevada vejez en el material productivo.

Pero, además, presentan una real antigüedad en las cadenas de valor, en las cadenas de comercialización y, en algunos casos, falta de inversión en conservación, packaging y en investigación y desarrollo para explorar nuevos productos y nuevas formas de presentación y uso de los mismos.

De alguna manera, también aparece un problema cultural vinculado a viejas prácticas de subsidios que hacen que los productores sigan esperando asistencia estatal. Un ejemplo es el nuevo Seguro Agrícola, al que los productores tienen tiempo para adherir hasta el 31 de agosto y sobre el cual aún no se han registrado las adhesiones que se esperaban.

Otro sector complejo es el petrolero. La caída de la inversión de los últimos diez años y la curva descendente natural de los viejos yacimientos, la han puesto en una compleja situación, agravada por una merma en la actividad de la refinería de Luján de Cuyo que, a pesar de todo, sigue representando un 40% del total de la actividad industrial que, en total, no supera el 20% del PBG provincial.

Sobre estos sectores el Gobierno está intentado generar actividades pero encuentra limitaciones en las políticas macro nacionales. También los funcionarios son conscientes de la necesidad de bajar impuestos, pero reconocen que deben ir de a poco. Otro tema en el que aseguran estar trabajando es en la forma de ganar eficiencia para bajar los costos de la logística.

De todos modos, Mendoza ha seguido avanzando y hoy aparecen en el horizonte nuevas actividades que podrían transformarse en nuevos rubros reactivantes, aunque el proceso de cambio tecnológico hace que los cambios se generen en forma constante y aparezcan y desaparezcan sectores a alta velocidad.

Los nuevos vectores de la economía

El ministro de Economía, Infraestructura y Energía, Martín Kerchner, afirma que en su plan de trabajo aparecen cinco vectores, como califica a aquellos sectores que serán capaces de generar inversiones y canalizar la creación de nuevos puestos de trabajo en el futuro.

Entre ellos identifica a logística; energías renovables, energías no renovables; turismo, y ciencia y tecnología.

En general, la mayoría de estos sectores requieren de un insumo indispensable y es educación de calidad. Ésta es una de las principales falencias actuales si se piensa en un proyecto de desarrollo económico con futuro porque se pueden hacer inversiones en infraestructura, como es el tema de las energías, que son de capital intensivo, y cada día es más claro que el futuro del trabajo vendrá de la mano de la tecnología y de los servicios. Esta mano de obra intensiva ya requiere personal con niveles de calificación difícil de encontrar.

La falta de educación de calidad será un obstáculo insalvable para las empresas que quieran instalar nuevas tecnologías ya que se requiere de recursos humanos calificados, que aún no existen. Además, más del 60% de las personas que tienen trabajo no tienen completos sus estudios secundarios, y eso los pone en una situación muy vulnerable hacia el futuro.

Los sindicatos que esta semana hicieron una movilización podrían poner parte de sus recursos para ayudar a la capacitación de estos trabajadores que corren serios riesgos, mientras el Estado también pone énfasis en dar condiciones de empleabilidad a miles de desocupados que hoy son realmente inempleables.

El Gobierno asegura estar en camino de potenciar estos vectores, aunque en algunos casos choca contra estructuras de pensamiento poco realistas. Es lo que pasa con el uso de la técnica de estimulación hídrica en las formaciones petroleras, conocido como fracking. Según explica el ministro Kerchner se usa muy poca agua para iniciar el proceso, el cual luego se continúa con agua de purga, que es la que sale junto con el petróleo y se vuelve a inyectar.

A título de ejemplo, el ministro señala que en Mendoza hay declaradas 11.278 piscinas, con una superficie de 398.000 m2. Según los informes técnicos, en las prácticas exploratorias realizadas en la formación de Vaca Muerta, en la zona de Malargüe, se utilizó el equivalente a una piscina.

También destacó los esfuerzos que se están haciendo para proteger a producciones locales, como la de la publicidad del vino en Buenos Aires y la protección anti dumping para el ajo chino en Brasil. De la misma manera están trabajando para establecer con Brasil un organismo que unifique normas fitosanitarias en el Mercosur.

El futuro que espera

Por ahora el Gobierno espera dar impulso a las energías renovables y están trabajando, también, en proyectos de nuevas centrales hidroeléctricas, intentando que se pongan en marcha a corto plazo los trabajos en Portezuelo del Viento.

La logística genera gran expectativa por las obras que se están haciendo y porque, además, el 12% de la oferta de empresas logísticas está instalada en Mendoza, lo que abre grandes expectativas para el sector. El fortalecimiento del Polo TIC y el turismo son dos actividades que el Gobierno dice que quiere impulsar por la generación de recursos y la utilización de mano de obra calificada.

Mendoza tiene que salir del barro y los empresarios hoy tienen varias posibilidades. Es real que hay elementos que afectan la competitividad, como los impuestos, pero también es real que hoy disponen de una gran variedad de posibilidades de financiamiento a tasas subsidiadas para que trabajen en reconversión e incorporación de bienes de capital. También para capital de trabajo.

Mendoza, al igual que la Nación, se va a recuperar de a poco. Es necesario que el Estado equilibre sus cuentas, mejore su eficiencia y baje impuestos pero, mientras tanto, los empresarios pueden comenzar a movilizar sus proyectos; los sindicatos, trabajar en capacitar a sus afiliados. Hay mucho por hacer y todos tienen responsabilidades.

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