Con la tranquilidad con la cual suelen construirse las grandes victorias, Argentina se metió en la final del Mundial de Futsal, tras derrotas a su similar de Paraguay.
El comienzo fue dubitativo para el equipo nacional. Era como si la idea pasaba por desgastar al rival y que manejara la pelota a placer. De hecho, en el ida y vuelta fueron los guaraníes quienes estuvieron más cerca de convertir, pero el mendocino Pérez estuvo perfecto en tres oportunidades y le ahogó consecutivamente la apertura del marcador a Melgarejo y a los Benítez (Marcos y Daniel). Para colmo de males, el 4x4 que implementa Avveduto no daba resultados.
Los cuatro que ingresaban, lo hacían con falta de ritmo por lo que Argentina no lograba pasar de defensa a ataque con claridad. Más allá de eso, nuestro representativo empezó a mejorar en los últimos minutos y fue así que Grasso aprovechó un desconcierto paraguayo en el fondo y puso el 1-0. Un golpe para un rival que se mostró superior en gran parte de esa primera mitad, pero que no supo definir sus situaciones. Encima, al ratito, otro mendocino iba a ser protagonista. Koltes se hizo con la redonda en zona de definición y no dudó para cerrar 2-0 el primer tiempo.
En el ST, Argentina hizo su negocio. Manejó los ritmos ante la urgencia de un oponente que brindaba espacios y en uno de esos, Grasso robó un balón y definió para el 3-0. Luego González marcó el suyo. A partir de ahí sólo había que tener cuidado para cerrar el juego con el arco en cero. Y así fue. Argentina fue de menos a más y terminó goleando a un equipo que no le hizo las cosas fáciles, pero que no pudo con los mendocinos que metieron a Argentina en la final.